El más reciente plan de estímulos de Estados Unidos, de 1.9 billones de dólares, y la aceleración de la inmunización contra la COVID-19 harán crecer la economía de ese país en 6.5 por ciento, 3.3 puntos más que en la última estimación de la OCDE, y a la par México se verá beneficiado.
París, 9 de marzo (EFE).- La OCDE revisó este martes al alza sus perspectivas de crecimiento para la mayor parte de los países del G20 por el efecto sobre la recuperación del inicio de las campañas de vacunación y de los planes de estímulo, y muy en particular el de Estados Unidos, que beneficiará también a sus principales socios.
En su informe adelantado, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) prevé que la actividad mundial progresará este año un 5.6 por ciento, lo que significa 1.4 puntos más de lo que había anticipado en diciembre, y un 4 por ciento en 2022, tres décimas más.
La gran prioridad sanitaria y económica, a su parecer, tiene que ser acelerar la vacunación de la población adulta tanto como sea posible, y eso implica una mayor cooperación internacional para que las vacunas lleguen también a los países pobres y evitar que el virus circule allí libremente, con el riesgo de que aparezcan mutaciones más peligrosas.
De los miembros del G20, India será el que tendrá este ejercicio la mayor subida del Producto Interior Bruto (PIB), del 12.6 por ciento, que compensará en parte el batacazo del 7.4 por ciento de 2020. Eso supondrá la mayor corrección respecto a los datos de hace tres meses, de 4.7 puntos porcentuales.
Más relevante por la dimensión y el alcance para todos, es el incremento del PIB del 6.5 por ciento que se espera en 2021 en Estados Unidos (3.3 puntos más), y que tendrá continuidad con un alza del 4 por ciento en 2022 (cinco décimas más).
La razón principal está en la sucesión de los dos planes de estímulos adoptados primero por la Administración de Donald Trump con 900 mil millones de dólares, y ahora por la de Joe Biden con 1.9 billones, que ya están teniendo efectos en el consumo y el empleo.
La OCDE hace notar que esos 1.9 billones del plan de rescate que se acaba de adoptar podrían aportarle a Estados Unidos una inyección de entre 3 y 4 puntos de PIB en el primer año, es decir, entre el segundo trimestre de este año y el primero de 2022.
Pero sus beneficios no se quedarán únicamente en el interior de sus fronteras, sino que también darán un nada despreciable empujón de entre 0.5 y 1 puntos de PIB a sus dos vecinos, México y Canadá, así como de entre 0.25 y 0.5 a la zona euro y a China.
Para México, la OCDE prevé un crecimiento del 4.5 por ciento este año (nueve décimas por encima de lo anunciado en diciembre) y 3 por ciento en 2022 (cuatro décimas menos).
Además, el riesgo inflacionista en el que se han centrado los mercados en los últimos días le parece limitado, teniendo en cuenta las capacidades excedentarias que hay en el mundo.
Frente a la ambición de Estados Unidos, los autores del informe lanzan un mensaje claro a la Unión Europea de que debe dejarse de tribulaciones con su fondo de recuperación de 750 mil millones de euros.
«Las nuevas medidas fiscales decididas o ya planificadas necesitan implementarse rápida y efectivamente para dar un impulso al crecimiento y reforzar las oportunidades laborales».
El fondo -recuerdan- empezará a activarse más adelante y su volumen, en torno al 1 por ciento del PIB de la UE en 2021, queda muy lejos del 8.5 por ciento que representan los 1.9 billones del paquete de Biden.
Eso explica en parte que las proyecciones económicas sean menos optimistas para Europa, donde también pesan las restricciones que están en vigor para hacer frente al repunte epidémico que se ha estado sufriendo desde finales del pasado año.
En conjunto, la recuperación de la eurozona en 2020 se quedará en el 3.9 por ciento este ejercicio (tres décimas más de lo anticipado en diciembre) y en el 3.8 por ciento en 2022 (cinco décimas más), aunque con variaciones significativas entre sus miembros.
España es el que tiene un comportamiento más positivo entre los grandes países de la zona euro, con un crecimiento del 5.7 por ciento en 2021 (siete décimas más) y del 4.8 por ciento en 2022 (ocho décimas más). Es verdad que el pasado año fue también el país del G20 que se llevó el mayor golpe, con una recesión del 11 por ciento.
Pero no es menos cierto que las perspectivas para este año son ahora ligeramente menos favorables que hace tres meses para otros dos de los grandes países de la zona euro, Francia e Italia, que tendrán una expansión de su actividad, respectivamente, del 5.7 por ciento y del 4.1 por ciento, una y dos décimas menos.
En Latinoamérica, como en África, el repunte actual de la epidemia y el ritmo lento de vacunación, así como lo limitado del estímulo económico, harán que la recuperación económica no sea tan rápida como en otras regiones, sobre todo si se compara con Asia.