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Unos son Los Salazar; otros, Los Garibay. Unieron fuerzas para ir a la guerra. “Reclaman” Mexicali...

06/03/2021 - 9:17 pm

El atentado ocurrido en el Valle de Mexicali, en el que dos personas fueron asesinadas, lesionaron a un niño de 6 años y privaron de la libertad a tres individuos, fue obra del grupo delictivo Los Salazar, célula criminal radicada en Sonora que ha buscado el apoyo de Los Garibay –otra organización delictiva– para pelear la plaza encabezada por Felipe Eduardo Barajas Lozano “El Omega”, quien ha controlado gran parte de las acciones criminales en el Valle.

Tijuana, Baja California (Zeta).– La “guerra” en la limítrofe de Mexicali, Baja California con el municipio de San Luis Río Colorado, Sonora, se torna más sanguinaria.

La madrugada del martes 23 de febrero, un comando irrumpió en dos domicilios ubicados en los ejidos Colima y Chiapas I en el Valle de Mexicali, donde asesinaron a dos personas, hirieron de bala a un niño de 6 años y privaron de la libertad a tres personas, de las que hasta el jueves 25 se desconocía su paradero.

Los ataques también se registraron en San Luis Río Colorado en un domicilio, depsuás escaparon hacia Sonoyta, Sonora, de donde se presume llegó el ataque.

Según el Vicefiscal regional, Pedro Mendívil, el atentado fue perpetrado por una veintena de personas armados que tripulaban 10 vehículos tipo pick-up de reciente modelo. Operativo que resulta atípico de la actividad criminal que se registra en Mexicali.

Aunque los primeros datos arrojaron que pudiera tratarse de sicarios integrantes de la célula delictiva encabezada por Felipe Eduardo Barajas Lozano “El Omega”, las indagatorias se dirigen más a un ataque perpetrado por el brazo armado de Los Salazar, cuya principal operación se registra en Sonora, pero que en el último año ha comenzado a dejar su huella sangrienta en el Valle de Mexicali.

Áreas de inteligencia gubernamental arrojan que Los Salazar no podrían actuar solos en este municipio, por lo que buscaron y concretaron una alianza con el diezmado grupo de Los Garibay, actualmente dirigido por Manuel Garibay Espinoza “Don Manuel” y Luis Alfredo Garibay Félix “El Wicho”, quienes les están abriendo las puertas de Baja California.

De 2020 a la fecha se ha notado un incremento sustancial en las cifras de homicidios en la capital del estado, sobre todo en su zona valle, donde varios de los asesinatos se le adjudican a la agrupación delictiva sonorense, debido a que intentan pelear la plaza actualmente dirigida por “El Omega” y por Jesús Alexander Sánchez Félix, conocido como “El Ruso”. Ambos lugartenientes allegados al ala de Ismael “El Mayo” Zambada García, los cuales entraron en un conflicto abierto con sicarios de Iván Archivaldo y Alfredo Guzmán Salazar, identificados como “Los Chapitos”.

Operativo. Foto: Especial vía Zeta.

EL ATENTADO

La madrugada del martes 23 de febrero, un comando conformado por entre ocho y 10 vehículos quitó la calma a las comunidades rurales cercanas a la limítrofe con el municipio de San Luis Río Colorado, Sonora.

El convoy irrumpió poco antes de la una de la mañana en un domicilio ubicado en el Ejido Chiapas I, donde estaba una familia.

Desde el exterior del inmueble comenzaron a disparar de forma indiscriminada, hasta ingresar y tomar el control del domicilio. Ahí fue asesinado Enrique Martínez y esposa, Araceli Muñoz , resultó herida.

Integrantes del grupo armado, quienes vestían de color beige con equipo táctico color negro y el rostro cubierto, se dirigieron hacia donde se encontraban los otros tres hermanos del hombre asesinado, de nombres Aarón, Alonso y Ángel,  a quienes obligaron a subir a los vehículos y desde ese momento se desconoce su paradero.

En la escena del crimen, los agresores dejaron una gorra negra y decenas de casquillos de calibre 7.62×39 y de 9 milímetros, los cuales fueron recabados por peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE).

Los agresores huyeron de la escena permitiendo que se emitieran los múltiples reportes de emergencia al 911 para informar lo ocurrido.

Sin importar que ya era de conocimiento de las corporaciones policíacas, el grupo se trasladó al Ejido Colima, colindante del Chiapas I, separados solamente por 5.5 kilómetros de carretera estatal, para irrumpir en otro domicilio donde replicaron la mecánica.

Desde el exterior comenzaron a disparar hasta ingresar a la casa, donde terminaron con la vida de José Fidencio y lesionaron a su hijo, para posteriormente retirarse de la escena.

Los agresores se trasladaron a San Luis Río Colorado por medio de las brechas que conectan ambos municipios y atacaron  Estación Riito, en el Valle de San Luis, donde rafaguearon una vivienda.

Foto: Especial vía Zeta.

Posteriormente, abordaron sus vehículos, se dirigieron hacia la zona del Golfo de Santa Clara, donde hurtaron automóviles a personas que transitaban y continuaron su fuga rumbo a Sonoyta, donde instalaron un retén y nuevamente robaron automóviles con violencia.

Al comando también se le vincula con otro asesinato cometido el mismo día en Avenida Obregón y Calle 2, según reportaron las autoridades municipales sanluisinas.

En total, las autoridades localizaron siete automóviles, dos Mitsubishi de reciente modelo, color azul; una Dodge Caravan 2012; una pick-up Ford Lobo modelo 2020; un automóvil Chevrolet Malibú año 2005; una camioneta Chevrolet Tahoe 2021 y un Honda Accord también de reciente modelo. Tres de estos autos contaban con huellas hemáticas, cargadores de fusiles de asalto y daños ocasionados por proyectiles de arma de fuego, lo que deja claro que en alguno de los incidentes sostuvieron un enfrentamiento.

Las personas que estarían relacionadas con estas agresiones huyeron a Sonoyta o Caborca, conocidos refugios de “Los Chapitos” en Sonora.

LA HIPÓTESIS

Todos los caminos apuntan a una intervención directa de los hermanos Guzmán Salazar en los valles de Mexicali y San Luis Río Colorado. Sin embargo, la hipótesis recabada y analizada por diversas fuentes de las mesas de Seguridad coinciden en que el ataque no pudieron cometerlo solos.

Por las distancias de su base y la falta de estructura criminal en Mexicali, una zona plana y de pocas rutas de escape, “Los Chapitos” requerirían el apoyo de células aliadas para perpetrar el ataque en contra de los que fueron identificados -aunque sin antecedentes penales- como operadores de Felipe Eduardo Barajas Lozano, lugarteniente de Jesús Alexander Sánchez Félix, líder de la plaza en la región.

Por ello, la principal línea de investigación es que “Los Chapitos” buscaron el apoyo de sus aliados, Los Salazar, encabezados por Crispín Salazar Zamorano; y de Los Garibay, una célula diezmada y con poco territorio para el tráfico y narcomenudeo, que tiene a Luis Alfredo Garibay Espinoza como principal representante en la localidad.

“El Wicho” Garibay ha sido detenido en dos ocasiones por la extinta Policía Estatal Preventiva (PEP), una de estas en 2012 en Tijuana, en posesión de un arma de fuego calibre .9 milímetros. Iba en compañía de Jorge Luis Mora López alias “El Chinto”, presuntamente asesinado por sicarios de “El Omega” a mediados del año pasado.

Reunión Fiscal General del Estado. Foto: Especial vía Zeta.

La mañana del martes 23 de febrero, el Vicefiscal Pedro Ariel Mendívil fue cuestionado en conferencia de prensa sobre ese crimen, aunque no dio muchos datos, salvo que por lo menos una decena de vehículos fueron vistos en la escena y que la principal línea de investigación arrojaba a que los agresores provenían de otra entidad.

Indagatorias realizadas por Zeta confirman que el grupo armado corresponde a Los Salazar, el cual requirió el apoyo de Los Garibay para trasladarse entre las brechas que conectan ambos municipios, pues representa grandes extensiones de tierra y de muy complicado acceso, que solo conocen la histórica familia criminal que opera en el Sur del Valle de Mexicali.

A sabiendas que “El Omega” tenía aproximadamente dos años cerrando el paso a grupos rivales y a vendedores independientes para unificar el territorio bajo su mando, Los Garibay buscaron respaldo del exterior.

De hecho, un testigo que obtuvieron las autoridades refiere que horas antes se observó presencia de personas armadas -sin vehículos- en el rancho de Los Garibay, ubicado en la misma zona donde se perpetró el crimen.

Con esta alianza, Los Salazar tendrían la capacidad de resguardarse y trasladarse libremente entre Sonora y Baja California, mientras Los Garibay recuperarían un refuerzo armado con el que ya no contaban.

“LOS CHAPITOS” Y LOS SALAZAR EN MEXICALI

Cada vez existe una intervención más activa de “Los Chapitos” y Los Salazar en Mexicali para perpetrar crímenes.

En noviembre de 2020, un grupo de 12 sicarios reclutados en un centro de rehabilitación de Mazatlán, Sinaloa, fueron detenidos por elementos de la Policía Municipal y Estatal en un domicilio de la colonia Independencia. Estaban armados y habían cometido por lo menos dos asesinatos en días previos a la detención, ambos en la Zona Oriente de la ciudad, uno de los puntos más importantes de narcomenudeo para “El Omega”.

Pese a ello, “Los Chapitos” no han podido instalarse en Mexicali, por lo que toda la atención de la Guardia Estatal de Seguridad e Investigación (GESI) se ha focalizado en la detención de operadores de “El Omega”.

De hecho, horas atrás de que se llevara a cabo el doble crimen en el Valle de Mexicali, elementos de la GESI detuvieron a José Fernando Aguirre Barrera “El Güero”, de 25 años de edad, en las inmediaciones del poblado Miguel Alemán, comunidad ubicada junto al puente que conecta Mexicali con Sonora.

El hoy imputado fue aprehendido en posesión de nueve armas de alto poder, 5.9 kilos de mariguana, 400 gramos de metanfetamina y cuatro chalecos antibalas que presuntamente pertenecían a Barajas Lozano.

La intervención tuvo lugar la tarde del lunes 22 de febrero y la madrugada del día siguiente se cometió el doble crimen.

Desde hace varias semanas, elementos de la GESI sostienen un operativo permanente en la limítrofe de Sonora con Mexicali, donde incluso abatieron a dos presuntos operadores de “Los Rusos”, tras la persecución de un vehículo Honda Civic que culminó en las brechas que unen Sonora y Mexicali.

De ese incidente, tanto autoridades bajacalifornianas como sonorenses no han emitido información oficial, pese a que se utilizaron armas oficiales fuera del estado sin una comisión específica.

2020 fue el año más violento de la historia de la capital del estado, al contabilizar 209 homicidios dolosos, la mayoría cometidos en la Zona Oriente y el Valle de Mexicali.

Desde este año se ha observado una intervención muy activa de matones de Los Salazar de este lado de la limítrofe, donde se le achacan varios homicidios, sobre todo los más violentos, como los ocurridos en septiembre pasado en la zona del poblado El Choropo. Según la evidencia recabada por la FGE, los cadáveres fueron arrojados desde una avioneta.

También se les relaciona con los homicidios de los hermanos expolicías sanluisinos, Marco Polo y Fernando Márquez Tamayo, acribillados en mayo y octubre en Mexicali, donde intentaban esconderse. En el crimen también perdió la vida un niño de 3 años, hijo de Marco Polo; de ese crimen tampoco hubo resultados.

Los últimos dos sucesos violentos que se le atribuyen a esta agrupación delictiva ocurrieron en febrero de 2021, cuando fueron localizados los cadáveres decapitados de dos personas, uno en el canal 4 de Abril y otro en el Ejido República Mexicana. Uno de ellos fue identificado como Juan Carlos Pérez. De acuerdo con información oficial proporcionada por el Servicio Médico Forense, ambos individuos fueron decapitados vivos.

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