A través de un comunicado, el ejército de Irak dio a conocer que el impacto de los cohetes no causó pérdidas significativas en la base aérea de Ain al-Asad, la misma a la que Irán lanzó una ronda de misiles en enero de 2020, en represalia por la muerte del general iraní Qassim Soleimani.
Por Samya Kullab
BAGDAD (AP).— Al menos 10 cohetes impactaron el miércoles contra una base militar iraquí en el oeste de Irak, donde hay alojadas tropas de la coalición que lidera Estados Unidos, según dijo un portavoz de la coalición.
Los cohetes impactaron a las 7:20 de la mañana contra la base aérea de Ain al-Asad, en Anbar, dijo el coronel portavoz Wayne Marotto. En un primer momento no estaba claro si había víctimas.
El ejército iraquí publicó un comunicado más tarde indicando que el ataque no había causado pérdidas significativas y que las fuerzas de seguridad habían encontrado la plataforma de lanzamiento empleada para los misiles. Se localizó en la zona de Al-Baghdadi en Anbar, según una fuente militar iraquí que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizada a informar a la prensa.
Era el primer ataque desde que Estados Unidos atacó la semana pasada objetivos de una milicia vinculada a Irán en la frontera entre Siria e Irak. La sucesión de ofensivas avivó el temor a que se repita la escalada de represalias registrada el año pasado, y que terminó con un ataque estadounidense que mató al general iraní Qassim Soleimani junto al aeropuerto de Bagdad.
La base afectada fue la misma a la que Irán lanzó una ronda de misiles en enero del año pasado, en represalia por la muerte de Soleimani. Docenas de militares estadounidenses resultaron sufrieron conmociones cerebrales en ese ataque.
El ataque del miércoles se produjo dos días antes de la visita del Papa Francisco a Irak, un viaje muy esperado que incluiría Bagdad, el sur de Irak y la ciudad norteña de Irbil.
El bombardeo estadounidense en la frontera respondía a una serie de ataques con cohetes contra la presencia estadounidense, incluido uno que mató a un contratista filipino de la coalición fuera del aeropuerto en la ciudad de Irbil, en el norte de Irak.
Después de ese ataque, el Pentágono indicó que el ataque era una “respuesta militar proporcionada” realizado tras consultas con socios de la coalición.
Las fuerzas de seguridad iraquíes lideran una investigación sobre el ataque del miércoles, dijo Marotto.
Las tropas estadounidenses en Irak redujeron de forma considerable su presencia en el país el año pasado, durante el mandato de Donald Trump. Las fuerzas se retiraron de varias bases iraquíes en el país y se concentraron principalmente en Ain al-Asad y Bagdad.
La fortificada Zona Verde de Bagdad, donde se encuentra la embajada estadounidense, sufrió ataques frecuentes con cohetes durante el mandato de Trump para frustración del Gobierno estadounidense que amenazó con cerrar la Embajada y con tomar represalias.