Aunque algunos países ya han comenzado a vacunar contra la COVID-19 a su población, aún queda una mayoría rezagada, en parte por los inconvenientes en la producción y distribución de los fármacos. Considerando que hay más vacunas potenciales por aprobarse y que la tasa de contagios comienza a bajar en algunos lugares, ¿cuánto tardarán en llegar las vacunas a todo el mundo?
Por Matilde Cañelles López
Investigadora Científica. Ciencia, Tecnología y Sociedad, Instituto de Filosofía (IFS-CSIC)
María Mercedes Jiménez Sarmiento
Científica del CSIC. Bioquímica de Sistemas de la división bacteriana. Comunicadora científica, Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas (CIB - CSIC)
Y Nuria Eugenia Campillo
Científico Titular. Medicinal Chemistry, Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas (CIB - CSIC)
Madrid, 8 de febrero (The Conversation).- Luego de un año luchando contra el coronavirus SARS-CoV-2, y a pesar del desarrollo de vacunas en un tiempo récord, nos vemos ahora en un momento complicado. Han aparecido nuevas variantes del virus que se contagian más eficazmente y, para complicar más las cosas, las empresas productoras de vacunas están teniendo dificultades para responder a la demanda mundial. ¿Tan grave es la situación? ¿Cuánto durará? Vamos a tratar de arrojar luz sobre estas cuestiones.
¿CUÁNTAS VACUNAS SE ESTÁN ADMINISTRANDO Y DÓNDE?
Actualmente se están administrando en el mundo cinco vacunas, tres de ellas (Pfizer, Moderna, AstraZeneca) aprobadas por organismos independientes, y las otras dos producidas por organismos estatales de Rusia y China, y administradas en otros países, pero sin una evaluación externa.
Muchos países desarrollados han comenzado ya las vacunaciones. Pero son los países de la Unión Europea, que compraron las vacunas en bloque, los que se encuentran más rezagados. Se debe a que tanto Pfizer como Moderna han retrasado sus entregas, y AstraZeneca ha anunciado que entregará menos de las esperadas. En cuanto a China y Rusia, además de estar vacunando a su población, también están distribuyendo su vacuna fuera y dentro de la Unión Europea (como se ve en la tabla 1).
¿SON TODAS LAS VACUNAS QUE SE ESTÁN ADMINISTRANDO IGUAL DE EFICACES?
En los ensayos clínicos se deduce la eficacia de la vacuna con base en la cantidad de eventos de contagios que surgen cuando se inocula a decenas de miles de personas con un placebo o con la vacuna. La eficacia se define como el porcentaje de protección frente a la enfermedad en el grupo vacunado con respecto al grupo placebo. Así, la vacuna de Pfizer ha demostrado una eficacia media de un 95 por ciento (94 por ciento en personas de más de 65 años, que constituyeron cerca del 40 por ciento de los participantes). Esto significa que el 95 por ciento de los casos de COVID-19 han sucedido en el grupo placebo. La vacuna de Moderna ha mostrado una eficacia del 94.1 por ciento, muy similar a la de Pfizer, aunque en este caso sólo un 25 por ciento de los participantes eran mayores de 65 años.
Las vacunas rusa y china (Sputnik V y CoronaVac) han mostrado una eficacia de 91.6 por ciento y 79 por ciento, respectivamente. La eficacia de la vacuna de AstraZeneca es más complicada de calcular, ya que utilizaron diferentes dosis en los ensayos clínicos e incluyeron muy pocas personas mayores de 65 años. La Agencia del Medicamento Europea la ha aprobado, valorando su eficacia en un 60 por ciento y destacando que existen escasos datos en mayores de 65 años.
¿QUÉ PAÍSES VAN MÁS AVANZADOS EN EL PROCESO DE VACUNACIÓN?
Los países más avanzados en la vacunación son Israel (casi un 60 por ciento de la población), Emiratos Árabes Unidos (casi un 35 por ciento), Reino Unido (un 15 por ciento), Bahrain y EU (ambos rondando el 10 por ciento). Con porcentajes por debajo de la mitad de los de EU van los países europeos y el resto del mundo (siguiente gráfico). Quedan entre los más rezagados países como Brasil e India, con alta transmisión del virus y gran parte de la población en pésimas condiciones sociosanitarias.
La pandemia y el desarrollo de las vacunas ha fomentado el auge de un “nacionalismo” cuya consecuencia inmediata es un porcentaje más alto de población vacunada en países con mayor poder adquisitivo. Esto aumenta más aun la desigualdad. Para paliar estos efectos se ha desarrollado la iniciativa COVAX de la Organización Mundial de la Salud, cuyo objetivo es distribuir 2 mil millones de dosis antes del fin de 2021 (mil 300 millones de ellas a 92 países de ingresos bajos).
¿ESTÁN SIENDO CAPACES LAS FARMACÉUTICAS DE RESPONDER A LA DEMANDA?
El desarrollo de las cinco vacunas que se están administrando actualmente se produjo en un tiempo récord. Todos nos preguntábamos cuál sería el siguiente cuello de botella, si la producción de la vacuna o la logística de su distribución e inoculación.
Pues bien, de momento parece que el problema es la producción. Las últimas noticias que nos han llegado al respecto han sido desalentadoras. El proyecto de vacuna que estaba desarrollando el prestigioso Instituto Pasteur de París en colaboración con la farmacéutica Merck ha sido abandonado por malos resultados en ensayos clínicos. La empresa está tratando de adaptar la vacuna a la administración oral para aumentar la eficacia. Esto deja a Europa a expensas de las farmacéuticas Pfizer, Moderna y AstraZeneca, que están retrasando sus entregas de vacunas por problemas de producción.
Esto era, en parte, esperable. Estamos hablando de vacunar a toda la población mundial en tiempo récord, algo que no se había hecho nunca. Es normal que lleve un tiempo habilitar centros de producción y distribución en todos los continentes para que las vacunas lleguen a todos los rincones.
En este aspecto, las empresas que abandonan sus proyectos (como Sanofi, en Europa) están poniendo sus instalaciones a disposición de las empresas que han sido más exitosas. De este modo podría aumentarse la producción para responder a la demanda, aunque seguiría habiendo altibajos. Recordemos, sin ir más lejos, lo que ocurrió con el material sanitario al comienzo de la pandemia.
¿QUÉ VACUNAS SE APROBARÁN EN LOS PRÓXIMOS MESES Y DE QUÉ TIPO SON?
Afortunadamente, la carrera por desarrollar vacunas eficaces y seguras no se ha detenido. A fecha de hoy hay cerca de 240 candidatas en desarrollo. La tabla 2 recoge las vacunas que están en Fase 3 y Fase 2/3. Algunas de ellas podrían ser mas eficaces, más fáciles de conservar o más baratas.
Las que están mas avanzadas, a punto de solicitar la aprobación de las agencias reguladoras americana y europea, son las de Novavax y la de Johnson & Johnson (J&J) en EU, y en China la de CanSino Biologics.
La vacuna de Novavax es más tradicional que las ya aprobadas. Consiste en una forma estabilizada de la proteína S del coronavirus. Una de sus ventajas es la temperatura de conservación (2 a 8 ºC), lo que facilita su distribución y almacenamiento al no necesitar congelación (como requieren las vacunas de ARNm). Ha demostrado una eficacia del 89.3 por ciento en Reino Unido, donde la prevalencia de la variante británica era del 50 por ciento. Esto demuestra que funciona contra esa variante del virus. Otro aspecto importante es que las vacunas de proteínas podrán incluir en cada dosis todas las variantes del virus, mientras que las vacunas de ARNm necesitarán la administración de dosis separadas para cada variante.
La vacuna de J&J es de adenovirus, similar a la de AstraZeneca. Al igual que la de Novavax, se puede conservar durante dos años refrigerada. J&J ya ha utilizado este tipo de plataforma para el desarrollo de la vacuna contra el Ébola, aprobada en la Comisión Europea. La de COVID-19 ha demostrado una eficacia combinada de un 66 por ciento (un 72 por ciento en EU y un 57 por ciento en Sudáfrica, en presencia de la variante sudafricana). Además, tiene la ventaja de necesitar una sola dosis.
En España tenemos varias vacunas en desarrollo, tres en el CSIC, una de las cuales, creada por el laboratorio del Dr. Mariano Esteban ya ha superado los estudios preclínicos (en animales) y comenzará en breve los ensayos clínicos. Muy prometedora es también la vacuna que desarrolla el laboratorio del Dr. Luis Enjuanes, basada en el virus completo, que generará una protección muy robusta y es probable que impida la transmisión del virus.
Pero los ensayos clínicos de esta segunda tanda de vacunas empiezan a tener problemas, según explica el Dr Halperin, director del Centro Canadiense de Vacunación de la Universidad de Dalhousie (Canadá) en un artículo en Nature. ¿Y por qué? Al existir ya vacunas contra la COVID-19, el número de voluntarios está disminuyendo. Cuando se participa en un ensayo clínico, se desconoce si la dosis recibida es tratamiento o es placebo e incluso algunos voluntarios abandonan los estudios. Esto puede suponer un retraso no deseable. Necesitamos cuantas más, mejor.
En cualquier caso, todo apunta a que, pese a que no todo ha sido tan de color de rosa como pensábamos tras la aprobación de las primeras vacunas, tampoco tenemos un negro horizonte ante nosotros. Llegarán muchas más dosis de las vacunas existentes y habrá nuevas vacunas que funcionarán para las variantes del virus. En cuestión de unos pocos meses tendremos vacunados a nuestros mayores y a la población más vulnerable, con lo que descenderán drásticamente las muertes. Y entretanto, con cuidado: higiene, distancia, aire libre y mascarilla.