La empresa desarrolladora considera que el mundo, en medio del coronavirus, «necesitará cada vez más automatización para mantener a las personas seguras».
Ciudad de México, 25 de enero (RT).- La empresa desarrolladora de Sofía, el robot humanoide que fue presentado en el 2016 y que ganó gran popularidad por sus declaraciones radicales sobre destruir a la humanidad, pretende producir en masa varios de sus modelos para finales de este año, informa Reuters.
La estadounidense Hanson Robotics, con sede en Hong Kong (China), indicó que cuatro de sus modelos de robots, incluida Sofía, comenzarán a salir de las fábricas en el primer semestre de este año, justo cuando los investigadores predicen que la pandemia abrirá nuevas oportunidades para la industria robótica.
El mundo en el marco de la COVID-19 «necesitará cada vez más automatización para mantener a las personas seguras», prevé David Hanson, director ejecutivo de dicha empresa. Hanson cree que las soluciones robóticas para la pandemia no se limitan a la atención médica, sino que también podrían implementarse en sectores como el comercio minorista y las aerolíneas. Este año la empresa lanzará el robot «Grace», desarrollado exclusivamente para el sector de la salud.
We were visited by @Reuters last week and they got the scoop about our plans to produce service robots at scale for various industries this year. Thanks @HennessyReports! https://t.co/m7NEBPeFNN
— Hanson Robotics (@hansonrobotics) January 26, 2021
VENTA DE «MILES» DE ROBOTS EN EL 2021
Sofía y otros modelos de Hanson Robotics son «únicos por ser tan parecidos a los humanos», señaló. «Eso puede ser muy útil en estos tiempos en los que las personas se sienten terriblemente solas y socialmente aisladas», agregó el empresario, quien pretende vender «miles» de robots este año.
El profesor de robótica social en la Universidad Politécnica de Hong Kong, Johan Hoorn, quien tomó parte en el desarrollo de Sofía, dijo que, aunque esta tecnología todavía se encuentra en sus etapas iniciales, la pandemia de coronavirus podría acelerar la llegada de los robots al mercado, «porque la gente empieza a darse cuenta de que no hay otra opción».