Además de tomar AINE para afecciones crónicas como la artritis, la gente los toma "durante periodos más cortos de tiempo durante las infecciones, y en la inflamación aguda como la experimentada con COVID-19, y para los efectos secundarios de la vacunación".
Madrid, 25 de enero (EuropaPress).- Una nueva investigación en ratones publicada en la revista científica Journal of Virology ha mostrado que los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como la "Aspirina", el ibuprofeno y el naproxeno, reducen tanto la respuesta de los anticuerpos como la inflamatoria a la infección por el SARS-CoV-2.
"Los AINE son posiblemente los medicamentos antiinflamatorios más utilizados", explica el investigador principal, Craig B. Wilen, profesor adjunto de Medicina de Laboratorio e Inmunología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale (Estados Unidos).
Además de tomar AINE para afecciones crónicas como la artritis, la gente los toma "durante periodos más cortos de tiempo durante las infecciones, y en la inflamación aguda como la experimentada con COVID-19, y para los efectos secundarios de la vacunación, como el dolor, la fiebre y el malestar", argumenta Wilen.
Non-steroidal anti-inflammatory drugs dampen the cytokine and antibody response to SARS-CoV-2 infection | Journal of Virology https://t.co/VKsZIsmCAf
— Jorge Alegria MD (@Jorge_AlegriaMD) January 14, 2021
La investigación también sugiere que las consecuencias del uso de AINE durante la infección natural y la vacunación deberían evaluarse en humanos. "Es probable que estos datos existan, sobre todo en los ensayos clínicos de las vacunas, por lo que deberían aprovecharse para ver si producen respuestas de anticuerpos en las personas", apunta el científico.
Tomar AINE durante la COVID-19 podría ser perjudicial o beneficioso, dependiendo del momento de la administración, según esta investigación. El potente antiinflamatorio dexametasona (que no es un AINE) es perjudicial para los enfermos de COVID-19 cuando se toma al principio de la infección, pero es beneficioso cuando se administra durante las últimas fases de la COVID-19.
Del mismo modo, la actividad antiinflamatoria de los AINE podría ser perjudicial al principio de la infección por SARS-CoV-2, porque en esta fase la inflamación suele ser útil. Eso cambia en las fases posteriores del COVID-19, sobre todo si el paciente sufre una inflamación intensa conocida como tormenta de citoquinas. Una tormenta de citoquinas es una respuesta inmunitaria de compuestos inflamatorios que suele producirse en los pacientes con COVID-19 y que puede provocar complicaciones, la necesidad de acudir a la unidad de cuidados intensivos e incluso la muerte.
La reducción de los anticuerpos neutralizantes causada por los AINE podría ser benigna, o podría reducir la capacidad del sistema inmunitario para combatir la enfermedad durante las primeras fases de la infección. También podría reducir la magnitud y/o la duración de la protección de la infección natural o de la vacunación, detalla Wilen.