Genaro García Luna, el encargado de diseñar y conducir la estrategia de Calderón Hinojosa supuestamente “contra los cárteles mexicanos”, cumple un año preso en Estados Unidos por los cargos de “conspiración del narcotráfico y declaraciones falsas”.
Ciudad de México, 8 de diciembre (SinEmbargo).– “El Maldito” o “El Chango” (“El Gorila”), así le apodaban de pequeño a Genaro García Luna cuando vivía en la colonia Romero Rubio de la Ciudad de México. Un hombre vengativo y “sin escrúpulos” para deshacerse de quien le estorbara, cuyos nexos con la delincuencia se remontan desde su adolescencia; tenía las manos manchadas y el “gerenciamiento del delito estaba en su naturaleza”.
Así es como el llamado “super policía”, ahora detenido en Estados Unidos, es descrito y retratado por los escritores y periodistas Francisco Cruz Jiménez y Olga Wornat, en sus libros El señor de la Muerte y Felipe, el oscuro, respectivamente.
Martha Bárcena Coqui, Embajadora de México ante los Estados Unidos, solicitó el pasado 6 de diciembre la extradición de Genaro García Luna, quien fuera titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012).
Sin embargo, la extradición será un proceso largo, advirtió el Canciller Marcelo Ebrard Casaubon: “no es un proceso corto y veremos lo que resuelve el o los jueces que conozcan el caso. [...] “Es una solicitud de extradición fundada en lo que ha resuelto el ministerio público de la Fiscalía General de la República”, dijo hoy en la conferencia matutina del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
García Luna, el encargado de diseñar y conducir la estrategia de Calderón Hinojosa supuestamente “contra los cárteles mexicanos”, cumple un año preso en Estados Unidos por los cargos de “conspiración del narcotráfico y declaraciones falsas”. La Fiscalía estadounidense lo señala de favorecer al Cártel de Sinaloa, una de las organizaciones criminales más sanguinarias. Se cree que cuidó los intereses de Joaquín Archivaldo “El Chapo” Guzmán Loera, de Ismael “El Mayo” Zambada y de Héctor Beltrán Leyva.
¿QUIÉN ES GENARO GARCÍA LUNA?
Genaro García empezó a subir los escaños en el poder debido a sus habilidades de manipulación para el espionaje y porque sabía cómo esparcir rumores, así como utilizar la información que obtenía para su beneficio, según concluye el libro El señor de la muerte.
Con el acta de nacimiento de García Luna, el periodista encontró que la familia salió huyendo de Michoacán en los años sesenta y por un año estuvieron escondidos en la misma casa en la que viven ahora. Oficialmente, el exfuncionario nació en la Ciudad de México en 1968, según refleja el acta de nacimiento, pero algunos testimonios sostienen que nació en Michoacán y fue registrado en la capital. A los 11 o 12 años, un grupo de exagentes del Servicio Secreto lo reclutó y lo hicieron “informante, oreja y/o madrina”. Él iba a las colonias e identificaba a víctimas que serían asaltadas.
Estudió Ingeniería Mecánica de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y se graduó como parte de la generación 1986-1993.
Sus inicios se remontan al Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) donde trabajó entre los años 1989 y 1998; ahí se desempeñó como investigador de la Subdirección de Asuntos Extranjeros, jefe del Departamento de Investigación Técnica de la Dirección de Servicios Técnicos, Secretario Técnico del Subcomité para la Prevención del Tráfico de Armas, Explosivos y Municiones; coordinador de la Unidad de Investigación de Terrorismo y subdirector de la Dirección de Protección, bajo las órdenes del Almirante Wilfrido Robledo Madrid, a quien señalan como el padrino y protector de García Luna.
El periodista Francisco Cruz expone que al estar en el Cisen, García Luna tuvo acceso a todas las fichas de criminales.
“Tenía guerrilleros, líderes sociales, periodistas. Hizo una hermandad con Luis Cárdenas Palomino, buscado en Estados Unidos, con Ramón Pequeño. No es casualidad que tuviera acercamientos con el narco, ahí tenía los expedientes secretos”, relató el escritor a Alejandro Páez Varela y a Álvaro Delgado Gómez en una entrevista realizada en el programa “Los Periodistas”.
Entre los años 1998 a 2000 fue Coordinador General de Inteligencia para la Prevención de la extinta Policía Federal Preventiva.
Cruz Jiménez ha descrito al exmando policial como un hombre cínico, frío, calculador, pero también como alguien muy metódico “como suelen ser los que tienen varias personalidades”.
SECRETARIO DE SEGURIDAD
El 1 de septiembre de 2001, el entonces Presidente Vicente Fox anunció la creación de la Agencia Federal de Investigación (AFI) y le confió la dirección de esa corporación a Genaro García Luna.
“A partir de entonces comienza a desarrollar un poder que ejerció con absoluta impunidad durante 12 años de panismo”, destacó la periodista y escritora argentina Olga Wornat en el libro “Felipe, el oscuro”.
En el año 2001, el entonces Secretario de Seguridad Pública, Alejandro Gertz Manero, quien es hoy titular de la Fiscalía General de la República (FGR), denunció a García Luna por un presunto desvío de más de 42 millones de pesos cuando éste estaba en la PFP.
Marcos Castillejos Escobar, polémico abogado penalista, conocido por defender a personajes como Mario Bezares y a los hijos de Marta Sahagún de Fox, fue el defensor de García Luna. La denuncia en su contra no prosperó. En tanto, el abogado y allegado a García Luna, fue asesinado en julio del año 2008.
En el año 2006, el Presidente Felipe Calderón Hinojosa lo designó como titular de la Secretaría de Seguridad Pública, que controlaba la fuerza Policial Federal.
“Es un personaje que supo esconder una meteórica y corrupta carrera: de soplón de la policía a espía de Carlos Salinas de Gortari, de funcionario estrella de Fox a titiritero de la guerra de Calderón”, según describe Cruz Jiménez.
Exagentes de inteligencia contaron a Francisco Cruz que García Luna quería ser el “símil” en México de John Edgar Hoover, el director del FBI que chantajeó a presidentes estadounidenses para permanecer en el cargo.
Varios políticos, de acuerdo con el periodista, le tenían miedo a García Luna porque tenía archivos de más de medio millón de policías, con sus perfiles psicológicos”
Un jefe de la DEA relató a Wornat que el extitular de la SSP era una persona prepotente y violenta; el agente estadounidense estaba convencido que García Luna fue el responsable de las filtraciones de varios operativos.
“Durante el tiempo que trabajé en México tuvimos fugas de información de operaciones importantes. Cuando llegábamos al lugar, alguien había dado el «pitazo», y era García Luna, porque estaba al tanto de nuestras operaciones, intervenía nuestros teléfonos y los que trabajaban con él eran delincuentes. Una noche casi sucede un desastre. Estábamos en Cancún, detrás de un pesado del PRI que estaba prófugo y trabajaba para Amado Carrillo. Desconfiábamos de los mexicanos y, para evitar un fracaso, decidimos no entregarles toda la información. Cuando llegamos a la casa donde estaba, el tipo se había escapado; comenzó una balacera, y de pronto aparece desde la oscuridad García Luna. Nunca pudo explicar qué hacía ahí. En ese momento estaba en el Cisen y tenía su gente en Cancún, que nos seguía todo el tiempo. García Luna le avisó al personaje que escapara, estoy seguro. Fue muy difícil trabajar con él, sentíamos que teníamos el enemigo adentro permanentemente”, relató el agente, según consigna Wolf en su texto.
El polémico exfuncionario se rodeó a lo largo de su trayectoria de diversas figuras en los sectores policíaco, político y empresarial que, igual que él, también han sido blanco de acusaciones y señalamientos.
Una buena parte del primer círculo que acompañó a Genaro García Luna en su carrera –desde que él era titular de la AFI hasta que se convirtió en Secretario de Seguridad Pública federal– fueron incluso detenidos y abatidos en hechos presuntamente vinculados al crimen organizado durante los primeros años de la llamada “guerra contra el narco”. Hay, además, hombres y mujeres cercanos al ex funcionario detenido en EU que también viven con señalamientos por diversas irregularidades en sus funciones públicas.
Wolf detalla que García Luna, protegido por Vicente Fox y Felipe Calderón, se convirtió en amo y señor del Mal.
“Para lograrlo se rodeó de sus primigenios compinches del viejo Cisen, los tipos pesados con los que aprendió y ejerció sus primeras tropelías. [...]A García Luna, como a algunos protagonistas de historias decimonónicas, lo condenaba su pasado. Tenía las manos manchadas y el gerenciamiento del delito estaba en su naturaleza. Sin embargo, continuó 12 años sin que los nubarrones que flotaban sobre su cabeza y los de su tropa se transformaran en un viento negro”.
Las acusaciones por presuntos nexos, mismas que solo quedaban en denuncias e investigaciones periodísticas, se agravaron cuando salieron los testimonios de capos detenidos como “La Barbie” o “El Mayo” Zambada, así como los testimonios del propio Vicentillo, hijo del “Mayo” Zambada, recogidas por la periodista Anabel Hernández, en su más reciente libro El Traidor.
Sin embargo, fue hasta el juicio al capo Joaquín “El Chapo” Guzmán, celebrado a fines de 2018 e inicios de 2019 en Nueva York, cuando se presume que se obtuvieron mayores elementos y el ojo en las acusaciones contra el super policía. Durante ese juicio el jurado escuchó al exmiembro del Cártel de Sinaloa, Jesús Zambada, testificar que entregó personalmente por lo menos seis millones de dólares a García Luna en pagos clandestinos a nombre de su hermano mayor, el jefe del cártel, Ismael “El Mayo” Zambada.
Guadalupe Correa-Cabrera, profesora asociada en la Universidad de George Mason, recordó que García Luna no solo cooperó con las autoridades mexicanas, sino que él también con las autoridades estadounidenses.
“Durante el periodo de Felipe Calderón hubo dos instancias que estuvieron más cercanas a las agencias estadounidenses como ninguna otra: La Marina y la Secretaría de Seguridad Pública. García Luna tenía una gran cercanía con la DEA, una gran cooperación y buena relación con los Estados Unidos”, añadió.
García Luna está en espera de la siguiente audiencia en la que se determinará si va a juicio en Estados Unidos; sin embargo, en días pasados, la Fiscalía General de la República (FGR) confirmó que también tiene una investigación en su contra, que cooperará con las autoridades federales de Estados Unidos; además, la FGR ya solicitó la extradición.