American Beauty fue una obra maestra, pero las posteriores acusaciones sexuales de Spacey no le han hecho mucha justicia.
Ciudad de México, 6 de diciembre (AsMéxico).– El debate sobre si hemos de separar la obra del autor siempre ha estado candente. Cuando nos enteramos de que nuestros artistas preferidos han hecho locuras que preferimos no saber, siempre se nos queda un deje amargo cuando seguimos escuchándoles. Y lo mismo pasa con el cine. No hay más que pensar en el nombre manchado de Woody Allen.
Esta vez el turno es para Kevin Spacey. El actor fue protagonista de una de las mejores críticas hacia el sueño americano: American Beauty (1999) de Sam Mendes logró llevarse cuatro Premios Oscar (incluyendo mejor película, director y actor) y hoy en día se considera una obra maestra. O eso creíamos.
Según ha declarado Allan Ball, guionista que también se hizo con el Óscar, que Kevin Spacey participara ha tenido impacto negativo por las acusaciones sexuales en las que se ha visto involucrado. El actor ha recibido múltiples denuncias de acoso y abuso sexual y el hecho de que en la película estuviera obsesionado con una chica de 17 años solo empeora las cosas.
"Me entristece mucho que lo que ocurrió con Kevin haya dejado de algún modo su marca en ella", Cuenta Alan Ball a The Independent durante la promoción de Uncle Frank. "Especialmente cuando el personaje que interpretó en la película es alguien con deseo sexual por una chica de 17 años. Me pregunto si la película se hubiese podido hacer ahora".
Con Kevin Spacey como el rostro principal, seguramente no sería posible. Sin embargo, justo es señalar que la película ha logrado envejecer dignamente. Verla 20 años después de su estreno sigue invitando a la reflexión y despertando un cúmulo de emociones.