Los televisores fueron entregados durante la gestión del priista en el año 2015, cuando el Gobierno federal decidió entregar televisiones a personas que no contaban con recursos para adquirir un aparato capaz de captar las señales digitales que fueron accesibles después del apagón analógico que hubo un año después, en 2016.
Ciudad de México, 1 de diciembre (SinEmbargo).-- Las pantallas que el Gobierno de Enrique Peña Nieto regaló bajo el lema de "Mover a México" son vendidas en distintos sitios de Internet en precios que oscilan de los 500 hasta los mil 500 pesos.
En sitios como "Mercado Libre" o "Segunda Mano" se pueden observar los televisores son ofrecidos en reventa en distintas condiciones.
Las pantallas fueron entregadas durante la gestión del priista en el año 2015, cuando el Gobierno federal decidió entregar televisiones a personas que no contaban con recursos para adquirir un aparato capaz de captar las señales digitales que fueron accesibles después del apagón analógico que hubo un año después, en 2016.
Alrededor de 10 millones de televisores fueron entregados por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) derivado de los programas sociales de la entonces Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).
AFICIONADO ROMPE SU PANTALLA TRAS DERROTA DE TIGRES
El pasado 23 de noviembre, la errota inesperada de Rayados a manos de La Franja no cayó para nada bien entre los aficionados norteños, y un ejemplo de ello es este aficionado que, frustrado por la derrota, descompuso de un botellazo la smart tv por donde vio el partido.
Un breve video que se viralizó en redes sociales muestra cómo el joven fanático, invadido por el enojo, toma una cerveza de vidrio y la arroja contra la pantalla ocasionando que el display se apague instantáneamente.
Desconsolado y con una sonrisa de incredulidad, toma otra cerveza y se aleja del televisor, moviendo la cabeza.
A la chingada la pantalla del buen fin 🤣🤣🤣 pinches rayados 🙃 pic.twitter.com/9lB12Y2Quy
— Karla Treviño 💕 (@karlatrevino_27) November 23, 2020
Ante el hecho, los demás jóvenes que se encontraban en la reunión para ver el juego se quedan atónitos ante la reacción del aficionado rayado y, con asombro, se cubren la boca con las manos.