Los autores observaron los genomas de cuatro mil 856 pacientes de China, Europa y Estados Unidos que habían tenido COVID-19 y encontraron variaciones en dos regiones del genoma que determinaban la gravedad de la enfermedad.
Ciudad de México, 27 de noviembre (RT).- Aunque todos los días aparecen más investigaciones sobre el nuevo coronavirus, los médicos aún no entienden por qué algunas personas infectadas experimentan síntomas leves o nulos mientras que otras se enferman críticamente. Un nuevo estudio, publicado en New England Journal of Medicine, arroja más luz sobre los factores de riesgo genéticos que hacen que las personas sean más o menos susceptibles a padecer un COVID-19 grave.
Investigadores del Centro Médico Beth Israel Deaconess de Boston (EU) decidieron investigar cómo la variación genética se asocia con la gravedad de la COVID-19. Para ello, utilizaron su propia base de datos de proteínas y metabolitos humanos, creada a lo largo de los últimos diez años.
"Los pacientes con COVID-19 muestran una amplia gama de manifestaciones clínicas y grados de gravedad, que van desde síntomas parecidos a los de la gripe hasta dificultad respiratoria aguda", señaló el autor principal del estudio, Robert E. Gerszten.
"Si bien las afecciones preexistentes, en particular, las enfermedades cardiovasculares y metabólicas, son factores de riesgo, no se comprenden bien las razones subyacentes por las que algunas personas desarrollan una enfermedad potencialmente mortal mientras que otras permanecen asintomáticas".
Our @NEJM letter is out! @targetvalidate genetics data used to identify associations of the ABO locus with CD209 (an entry receptor for SARS-CoV-2, https://t.co/gZysRIn6fT), with similar reports from others.
With @DunhamReal @MayaGhoussainihttps://t.co/UACnhiY4st
— Mohd Anisul Karim (@godmak) November 25, 2020
DOS REGIONES DETERMINANTES
Los autores observaron los genomas de cuatro mil 856 pacientes de China, Europa y Estados Unidos que habían tenido COVID-19 y encontraron variaciones en dos regiones del genoma que determinaban la gravedad de la enfermedad. Luego identificaron qué proteínas codificaban estas regiones y qué papel jugaban estas proteínas en el cuerpo en el contexto de una enfermedad.
Una de las dos regiones del genoma se asoció con el antígeno CD209, una proteína a través de la cual el virus SARS-CoV-2 infecta las células humanas.
"Los científicos están encontrando cada vez más puntos calientes del genoma asociados con la COVID-19, pero a menudo no está claro cómo afectan a los mecanismos de la enfermedad", destacó Gershten.
Usando su enorme base de datos de más de 100 terabytes, los científicos determinaron rápidamente que una proteína que se expresa con mayor fuerza en esa región es el correceptor del virus que causa COVID-19.
La segunda región del genoma identificada por los investigadores está asociada con la proteína CXCL16, una quimiocina inflamatoria que, según los científicos, desempeña un papel en la atracción de células inmunes (linfocitos) a los sitios de infección.
Los autores esperan que estos nuevos conocimientos contribuyan al desarrollo de nuevas y mejores intervenciones terapéuticas para los pacientes con COVID-19 grave.