El trabajo que comenzó en abril pasado ya hizo posible que se mantengan las proyecciones y secciones. "Hemos estado analizando todos los escenarios posibles desde el inicio de la pandemia y hemos tenido que tomar una decisión prudente", según Martín.
Huelva (España), 15 de noviembre (EFE).– El director del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva (sur español), Manuel H. Martín, lamenta que el certamen, que proyectó el sábado las primeras películas de esta edición, se tenga que celebrar totalmente en línea, pero asegura que "mantiene intacta su esencia" pese a las restricciones debidas a la pandemia de la COVID-19.
En el certamen se presentó ayer la película Matar a Pinochet, una coproducción de España, Chile y Argentina que ahonda en la "herida abierta" que supuso la dictadura del general chileno entre su pueblo. Es el primer largometraje del director chileno Juan Ignacio Sabatini, que narra el episodio histórico del intento de asesinato del dictador ocurrido en 1986 por parte del Frente Patriótico Manuel Rodríguez.
El argentino Ezequiel Radusky presentó Planta permanente, que se adentra en una historia de supervivencia encarnada en la figura de dos mujeres compañeras de trabajo como limpiadoras en un edificio estatal.
En declaraciones a Efe, el director del certamen explica que, a pesar de las dificultades, el festival "va a llevar al público el mejor cine iberoamericano producido y rodado en el último año", en una 46 edición que "es más especial que nunca, ya que debido a la pandemia ha tenido que reinventarse al completo para seguir alcanzando su objetivo".
El trabajo que comenzó en abril pasado ya hizo posible que se mantengan las proyecciones y secciones. "Hemos estado analizando todos los escenarios posibles desde el inicio de la pandemia y hemos tenido que tomar una decisión prudente", según Martín.
"Todos somos amantes del cine en pantalla grande, y estoy convencido de que volveremos con más fuerza, no solo a los cines, sino también a los teatros, los conciertos, los eventos culturales en general", dice esperanzado.
Sin embargo, en las actuales circunstancias considera "muy positivo que el Festival se celebre y se pueda no solo llevar buen cine iberoamericano sino también multitud de actividades 'online' a casa de nuestro público".
También destaca "el enorme esfuerzo" de todo el equipo del festival por poder ofrecer y adaptar un certamen "en formato exclusivamente 'online' lleno de talento", y con "las ganas y el corazón de siempre".
Martín recuerda que esta muestra cinematográfica busca "la conexión emocional entre quienes hacen el cine y su público, un hecho que no va a perderse en esta edición".
Confía en que el festival, que se celebra hasta el 20 de noviembre, "sirva en esta 46 edición tan especial para llevar un poquito de esperanza a los hogares de los espectadores, ya que es allí a donde trasladamos nuestras salas de proyección, donde demostraremos que este año nuestro certamen es un corazón que late al ritmo de la cultura y el cine sin parar".