La Coronavac es desarrollada y experimentada en Brasil por la farmacéutica china Sinovac, en asociación con el Instituto Butantan, una institución científica vinculada al estado de Sao Paulo, el más rico y poblado del país. El director del Instituto Butantan confirmó que el primer lote con insumos para fabricar 1.2 millones de vacunas llegará a más tardar el 27 de noviembre y el 6 de enero está prevista la entrega del último de los lotes restantes.
Sao Paulo, 9 de noviembre (EFE).- El Instituto Butantan, uno de los principales centros de investigación médica en Brasil, producirá anualmente hasta 100 millones de dosis de vacunas contra la COVID-19 con las reformas que ya comenzaron a efectuarse en su planta en Sao Paulo, informó este lunes el Gobernador paulista, Joao Doria.
"Será la primera fábrica de la vacuna (contra el nuevo coronavirus) en todo el continente americano " y este "es un día histórico para Sao Paulo y para Brasil", aseguró el Gobernador durante una rueda de prensa en la que se explicaron los detalles del proyecto.
La vacuna que producirá el Instituto Butantan será la china, conocida como Coronavac, desarrollada por el laboratorio Sinovac, y los trabajos que permitirán que la planta fabrique en masa este antídoto estarán listos en septiembre de 2021.
En las próximas semanas llegará al centro Butantan, desde China, la materia prima para iniciar la producción de 40 millones de dosis, que, mientras terminan las reformas, podrá avanzar en otras fábricas del instituto ya en funcionamiento, indicaron las autoridades.
El director del Instituto Butantan, Dimas Covas, confirmó que el primer lote con insumos para fabricar 1.2 millones de vacunas llegará a más tardar el 27 de noviembre y el 6 de enero está prevista la entrega del último de los lotes restantes.
Otras 6 millones de dosis de la Coronavac llegarán listas desde el país asiático. El primer lote de 120 mil vacunas arribará a Sao Paulo el 20 de noviembre y, el segundo, el 30 de diciembre.
La Coronavac es desarrollada y experimentada en Brasil por la farmacéutica china Sinovac, en asociación con el Instituto Butantan, una institución científica vinculada al estado de Sao Paulo, el más rico y poblado del país.
El acuerdo suscrito entre Sinovac y Sao Paulo prevé la transferencia de tecnología de la vacuna, que podrá ser fabricada por el Instituto Butantan cuando esté registrada en Brasil.
No obstante, la producción en masa de la Coronavac y la vacunación de la población dependen del resultado final de los estudios clínicos del antídoto, el cual está en la tercera fase de las pruebas, con la que esperan comprobar su eficacia.
Según el director del instituto, los resultados finales, aunque son esperados para diciembre, "pueden conocerse en cualquier momento".
LA FÁBRICA
La nueva planta del Butantan tendrá unos 10 mil metros cuadrados y se edificará sobre instalaciones existentes del instituto que comenzaron a ser adecuadas el 2 de noviembre.
Además de producir dosis de la vacuna contra la COVID, tendrá capacidad para crear otros antídotos fabricados por este centro científico.
"La fábrica tiene aspectos innovadores. Es una planta multipropósito: va a producir vacunas para COVID pero podrá producir otras vacunas y en ese aspecto es muy avanzada", señaló Covas durante la presentación del proyecto.
Las obras durarán unos 10 meses y su costo será de unos 160 millones de reales (unos 30 millones de dólares) y hasta el momento se ha recaudado el 81 por ciento de este monto con donaciones de empresas privadas.
En septiembre del próximo año, cuando sean entregadas las obras, la planta entrará en proceso de certificación de buenas prácticas -que no debe demorar más de un par de meses- y cuando lo reciba podrá iniciar la producción de la vacuna.
La planta "atenderá las necesidades de Brasil y de países vecinos de América del Sur", aseguró el gobernador Doria.
OTROS ESTUDIOS
El gigante latinoamericano fue elegido para experimentar varias de las vacunas en desarrollo en el mundo debido a la elevada incidencia de la enfermedad en el país, la alta circulación del virus, su vasta experiencia en programas de vacunación masiva y la gran diversidad genética de su población, entre otros factores.
Además de la vacuna china, Brasil también adelanta estudios con la empresa AstraZeneca y la Universidad de Oxford, de la que el Ministerio de Salud de Brasil adquirió 100 millones de dosis para poder iniciar la campaña de inmunización cuando la medicina esté registrada.
Asimismo, actualmente se experimentan en la potencia suramericana la formulada por la multinacional Johnson & Johnson y la del consorcio BioNTech (Alemania) y Wyeth/Pfizer (Estados Unidos).
Brasil es el segundo país con más muertes en el mundo por COVID después de Estados Unidos, con más de 162 mil 300 fallecidos, y el tercero con mayor número de contagios después de Estados Unidos e India, con unos 5.66 millones de casos confirmados.