Las cifras de contagios y muertos no se detienen en el mundo, especialmente en Europa, donde países como España, Francia, Portugal y el Reino Unido han adoptado medidas extremas en forma de confinamientos, pero con pocos resultados.
Madrid/Paris/Londres, 1 de noviembre (SinEmbargo/EFE/AP).– No hay región en el mundo que esté padeciendo lo mismo. Los datos son claros: Europa perdió el control del coronavirus y las cifras que acumula la Universidad Johns Hopkins indican que en Asia se está domando la segunda ola; que en Latinoamérica y el Caribe están bajando los casos, y que África parece estar ausente de la tragedia mundial de salud. Sólo en Norteamérica crece los números de muertos y enfermos pero está muy lejos de los exponenciales del viejo continente.
Europa es el principal foco de difusión del coronavirus. España, Francia, Portugal y el Reino Unido han adoptado medidas extremas en forma de confinamientos, pero hay pocos resultados. Las cifras de contagios y muertos no se detienen. El Primer Ministro de Gran Bretaña, Boris Johnson, anunció el sábado un confinamiento nacional para Inglaterra de un mes de duración, desde el próximo jueves hasta el 2 de diciembre, a causa de los alarmantes datos de la pandemia.
También a última hora del sábado el Gobierno portugués anunció que, desde el martes y durante dos semanas, confinará al 70 por ciento de su población, pero no cerrará escuelas, establecimientos comerciales ni restaurantes. Y España está básicamente enclaustrado, lo mismo que Francia.
En España la noticia fueron los incidentes que se desarrollaron en varias ciudades del país durante la noche pasada. Unas sesenta personas fueron detenidas en esas protestas contra las restricciones adoptadas para frenar los contagios por coronavirus. Madrid fue uno de los lugares en los que las protestas degeneraron en disturbios y enfrentamientos violentos contra las fuerzas de seguridad.
Las protestas comenzaron ya el pasado viernes, coincidiendo con la entrada en vigor en la mayoría de las regiones españolas de las limitaciones destinadas a evitar los desplazamientos y las reuniones sociales con motivo del festivo de Todos los Santos, que afectan al 87 por ciento de la población, y continuaron el sábado, extendiéndose a más localidades. Según los datos del viernes del Ministerio de Sanidad, que no ofrece información durante el fin de semana, España acumula ya 1,185,678 de afectados por la COVID-19 y 35,878 fallecidos desde el inicio de la pandemia.
También el Presidente francés, Emmanuel Macron, declaró un confinamiento a nivel nacional para combatir el coronavirus que entró en vigor este viernes y permanecerá vigente "como mínimo hasta el 1 de diciembre", ha afirmado el presidente. "Tras haber consultado a los científicos y dialogado con las fuerzas políticas, económicas y sociales, he decidido que hay que volver a partir del viernes al confinamiento que paró el virus".
De esta manera, en Francia será necesaria una autorización para salir de casa por motivos justificados como ir al trabajo, comprar o ir al médico. "El teletrabajo estará de nuevo generalizado", ha señalado Macron. Todos los establecimientos que reciben público permanecerán cerrados, excepto los esenciales, y los colegios podrán seguir abiertos. Universidades y centros de enseñanza superior tendrán que ofrecer sus cursos de manera online. Por otro lado, los desplazamientos entre regiones dentro del país estarán prohibidos.
Alemania anunció que a partir del próximo lunes regresan las restricciones masivas para atajar la propagación de la segunda ola del coronavirus, con cierres con compensación económica de teatros a gimnasios, de cines a spas y ferias, pero con colegios y comercio abiertos. La canciller alemana, Angela Merkel, y los jefes de los ejecutivos de los 16 'Länder' llegaron a este acuerdo básico, que se prolongará por cuatro semanas desde esa fecha e incluye la reducción a diez personas de dos distintos domicilios las reuniones en espacios privados.
Bélgica se sitúa en una posición todavía más severa: vuelve a un confinamiento casi total durante más de un mes. A diferencia de otros países, los belgas sí han decidido mantener los colegios cerrados como mínimo hasta el 15 de noviembre. Además, también llegan restricciones respecto a las reuniones sociales: tan solo podrá recibirse a una sola persona en casa –en el caso de las personas solteras, podrán ampliar ese máximo a dos–. Por otro lado, los funerales no podrán contar con más de 15 asistentes y los lugares de culto, que permanecerán abiertos, no podrán tener grupos de más de cuatro personas.
Algo más moderado es el confinamiento de Austria, que a partir del próximo martes y durante un mes establece restricciones de movimiento y contactos privados, así como el cierre de hoteles y locales de gastronomía, ocio y culturales, entre otras medidas como la de un toque de queda a partir de las 20.00 horas locales para impedir los encuentros y fiestas privados nocturnos.
En otros países todavía no se han aplicado tales normas, pero será cuestión de días. Es el caso de Italia, que estudia ya un nuevo decreto con el que endurecerá las medidas restrictivas actuales para frenar el incremento de casos de coronavirus en los últimos días, que este viernes superaron por primera vez los 30 mil contagios en 24 horas.
"Vivimos horas de reflexión a nivel europeo: Bélgica, Francia y otros países han declarado un confinamiento", ha dicho hoy el Ministro de Asuntos Exteriores, Luigi Di Maio, quien sostiene que "tenemos que analizar si es necesario anticipar movimientos para evitar que la curva empeore. Se están realizando incesantes reuniones para el próximo decreto, que sin duda será más restrictivo".
Rusia registró hoy un nuevo récord de contagios diarios de coronavirus, tras alcanzar la cifra de 18.665 casos detectados en 85 regiones del país, con lo que mantiene la tendencia al alza de nuevas infecciones. Desde el inicio de la pandemia, en Rusia se han diagnosticado 1,636 millones de casos y han muerto 28.235 pacientes.
Pese al gran repunte de la epidemia en las últimas semanas, en las que casi se triplicado los contagios diarios, las autoridades de Rusia no planean la adopción de medidas drásticas como el confinamiento, un toque de queda o la paralización de sectores económicos. Se recomienda a los mayores de 65 años y enfermos crónicos permanecer en sus domicilios y salir a la calle solo en caso de absoluta necesidad. También es obligatorio el uso de mascarillas lugares públicos.