Una persona expuesta a este gas altamente tóxico puede experimentar dolores de cabeza, mareos, debilidad y vómitos, o incluso tener dificultades para respirar y desarrollar rigidez muscular en casos graves.
Ciudad de México, 25 de octubre (RT).– A los peligros del monóxido de carbono, cuya inhalación puede provocar desmayos e incluso la muerte en casos extremos, hay que sumarle uno nuevo, y es que los síntomas que provoca son muy similares a los característicos de la COVID-19, lo que comporta riesgos añadidos en tiempos de la pandemia.
El monóxido de carbono es un gas altamente tóxico, incoloro e inodoro que se produce por la deficiente combustión de sustancias como gas, gasolina, carbón o petróleo. Las chimeneas, las calderas y los calentadores de agua o calefactores, así como los aparatos domésticos a base de combustible, pueden producir el monóxido de carbono si no funcionan correctamente. Los vehículos con el motor encendido también lo expulsan.
Cuando se respira en niveles elevados, este gas puede causar síntomas como dolor de cabeza, malestar estomacal, mareos, debilidad, vómitos, dolor en el pecho y confusión, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EU (CDC). En casos graves, las personas pueden tener dificultades para respirar, rigidez muscular o entrar en coma. La mayoría de estos síntomas, sin embargo, puede también experimentarlos una persona infectada de gripe o de COVID-19.
La influenza y la COVID-19 "secuestran las células, principalmente en los pulmones, donde se reproducen, y ahí es donde a menudo se produce el daño principal" y de donde provienen los síntomas. Por el contrario, el monóxido de carbono intoxica a las personas al unirse a la hemoglobina, la proteína de los glóbulos rojos que transporta el oxígeno desde los pulmones hasta el cuerpo, explicó este viernes a CNN el médico de atención de emergencia Jeremy Brown.
Según Brown, es posible que los médicos de emergencias vean "más exposición al monóxido de carbono de lo habitual" en los próximos meses, dado que en el hemisferio norte pronto llegará el invierno, cuando la mayoría de las personas pasan mucho más tiempo en casa.
¿CÓMO DISTINGUIR LA INTOXICACIÓN POR MONÓXICO DE CARBONO DE LA COVID-19?
"Una de las formas en las que el monóxido de carbono se diferencia de la COVID-19 y de la influenza es que si uno sale y toma un poco de aire fresco, sus síntomas se disiparán lentamente" durante las siguientes horas si la exposición fue mínima, señaló Brown. El médico agrega que, si los síntomas reaparecen cuando el "enfermo" vuelve a casa, muy probablemente significa que lo que sufre realmente es una intoxicación.
Al mismo tiempo, el experto subrayó que si una persona, especialmente si pertenece a un grupo de alto riesgo, experimenta ni que sea síntomas leves, es necesario trasladarse a un entorno seguro y acudir al médico, que medirá su nivel de monóxido de carbono.
En caso de una exposición leve, al paciente se le suministrará una máscara de oxígeno y probablemente será dado de alta al cabo de unas horas. Si, por el contrario, el nivel de exposición ha sido elevado, el paciente será sometido a una terapia de oxígeno prolongado o incluso la colocarán en una cámara hiperbárica.
Si el cuerpo no ha resultado dañado por la falta de oxígeno el enfermo puede recuperarse totalmente. Pero en algunos casos, una exposición severa puede causar efectos cognitivos retardados y a largo plazo hasta un mes después del incidente.
¿CÓMO MINIMIZAR EL RIESGO DE INTOXICACIÓN?
Los niveles de monóxido de carbono superiores a entre 1 y 70 partes por millón ya pueden causar síntomas. De acuerdo con Brown, para saber si los síntomas se deben a la exposición a este gas lo mejor es instalar un detector de monóxido de carbono en las áreas de estar principales del hogar, y también en los dormitorios, para que el aparato nos despierte en caso de que los niveles del gas aumenten mientras dormimos.
El especialista también recordó sobre el peligro de los sistemas de ventilación bloqueados y recomendó revisar regularmente que los calentadores y aparatos domésticos en espacios reducidos funcionan bien. Además, no se debe calentar un vehículo dentro de un garaje, ni siquiera con la puerta abierta, ya que los vapores pueden filtrarse al hogar.