Los países en desarrollo serán los grandes perjudicados en esta carrera por garantizar una cadena de suministro de la vacuna estable, especialmente para asegurarse el transporte, refrigeración, el almacenamiento y su puesta a disposición en zonas remotas.
Nueva York, 22 oct (EFE).– Gobiernos y farmacéuticas han comenzado una carrera para procurarse congeladores ultrafríos que permitan el almacenaje y distribución de una posible vacuna contra la COVID-19 y cuya escasez podría hacer inviable la llegada de la inmunización a zonas en desarrollo o remotas.
Esta semana, gobernadores de Estados Unidos representados por la Asociación Nacional de Gobernadores enviaron una carta al Presidente del país, Donald Trump, para solicitar políticas que aseguren el suministro de los materiales necesarios para garantizar la compra y distribución de millones de dosis de la vacuna contra la COVID-19 que podrían estar disponibles en los próximos meses.
En la misiva, los funcionarios, encabezados por Andrew Cuomo, Gobernador de Nueva York y presidente de la asociación, recordaban la escasez que hay de hielo seco y congeladores ultrafríos para el almacenamiento de las dosis.
La vacuna contra la COVID-19 que desarrolla la farmacéutica Pfizer, la que parece que estará disponible antes, deberá ser almacenada a temperaturas de -75 grados celsius, lo que complica la logística de la distribución masiva de estas inyecciones.
Por su lado, la vacuna de Moderna requeriría unas temperaturas de almacenaje de unos 20 grados bajo cero, similar a lo que se puede alcanzar en un congelador convencional.
No está claro cuáles son los inventarios de congeladores ultrafríos en Estados Unidos y, a falta de una normativa más clara, son los estados los que deberán abastecerse por su cuenta de estos elementos clave en el proceso de distribución de la vacuna.
La logística de producción y distribución de centenares de millones de dosis en todo el mundo no tendrá precedentes en la historia y requerirá un compromiso a nivel internacional.
Por el momento, farmacéuticas como Pfizer o Moderna han comenzado a tejer una red de proveedores y fabricantes en todo el mundo para garantizar que la vacuna esté disponible en gran parte del planeta en 2021.
"Todo el mundo va a buscar este material. Estamos hablando de congeladores de alta tecnología que no están disponibles fácilmente y que tienen una cadena de suministro muy limitada", explicaba el mes pasado en una entrevista con el Wall Street Journal, Brian Swift, jefe de farmacia de la red de hospitales Jefferson Health.
Los países en desarrollo serán los grandes perjudicados en esta carrera por garantizar una cadena de suministro de la vacuna estable, especialmente para asegurarse el transporte, el almacenamiento y su puesta a disposición en zonas remotas.