La NASA informó que su sonda espacial OSIRIS-REx tocó por primera vez la superficie del asteroide "Bennu" con el propósito de recolectar muestras para enviarlas a la Tierra; si la nave logra su cometido, regresará al planeta en 2023.
Washington, Estados Unidos, 21 de octubre (RT).- La sonda espacial OSIRIS-REx de la NASA desplegó este martes su brazo robótico, parte del mecanismo de adquisición de pruebas TAGSAM, y por primera vez tocó brevemente la superficie del asteroide "Bennu" para recolectar muestras y enviarlas a la Tierra.
La NASA comunicó que los datos recolectados en tiempo real indicaron que el TAGSAM contactó con éxito con la superficie y disparó una ráfaga de gas nitrógeno. El propósito del gas era levantar polvo y guijarros desde la superficie de "Bennu", parte de lo cual debía ser captado por el cabezal de recolección de muestras del TAGSAM.
Los ingenieros de OSIRIS-REx confirmaron que poco después de que la nave espacial hiciera contacto con la superficie, encendió sus propulsores y se alejó de "Bennu" de manera segura.
The back-away burn is complete 🛑✅ I'm now moving to a safe distance away from Bennu. pic.twitter.com/bXk2ufSneS
— NASA's OSIRIS-REx (@OSIRISREx) October 20, 2020
El equipo de la sonda tardará aproximadamente una semana en confirmar cuántas muestras fueron recolectadas. Si el evento –denominado "Touch-And-Go"– logra obtener suficientes materiales, la nave espacial comenzará en marzo de 2021 su viaje de regreso a la Tierra, que tiene planeado finalizar en el 2023.
De lo contrario, la misión se preparará para otro intento de recolección de muestras en enero próximo, precisaron desde la NASA.
Preliminary data show that today's sample collection event went as planned 👍 More details to come once all the data from the event are downlinked to Earth. Thanks, everybody, for following along as we journey #ToBennuAndBack!
Next stop: Earth 2023! 🌍 pic.twitter.com/fP7xdOEeOs
— NASA's OSIRIS-REx (@OSIRISREx) October 20, 2020
El antiguo asteroide "Bennu" se encuentra actualmente a más de 321 millones de kilómetros de nuestro planeta.
Ofrece a los científicos una ventana al sistema solar primitivo, ya que se formó hace miles de millones de años y podría contener elementos que quizá ayudaron a sembrar la vida en la Tierra.
"Un pedazo de roca primordial, que ha sido testigo de toda la historia de nuestro sistema solar, puede estar ahora listo para regresar a casa para [aportar] generaciones de descubrimientos científicos, y no podemos esperar a ver qué viene después", declaró Thomas Zurbuchen, administrador asociado de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA.