Palabras verdaderas es un documental que muestra entrevistas en su mayoría a los habitantes más longevos de Ayapa, en el estado de Tabasco. Ellos abren las puertas de sus hogares ante la cámara para narrar cómo fue que dejaron de hablar el zoque ayapaneco, lengua en extinción, y por qué decidieron no enseñársela a sus hijos.
El documental tuvo su estreno mundial dentro de la plataforma del festival DocMx y estará disponible en su página bajo renta hasta el 25 de octubre.
Ciudad de México, 20 de octubre (SinEmbargo).– Un reportaje en un periódico alertaba de la extinción de la lengua zoque en la comunidad de Ayapa, en el estado de Tabasco, debido a que los últimos dos hablantes estaban enojados y no se dirigían la palabra. Toda una historia que atrajo las miradas. Sin embargo, el problema era más complejo que ese falso cuento. El documental Palabras verdaderas, de Denisse Quintero que ahora disfruta de estreno mundial en DocsMX, explora en estas causas.
"Palabras verdaderas es un intento de hacer una especie de retrato colectivo de la comunidad de Ayapa, a partir del relato de los testimonios de sus habitantes, especialmente de sus habitantes de la tercera edad, pasando por lo que ellos recuerdan como sus orígenes, las vivencias que han tenido y que en algún momento apuntan a todos lo factores que se han conjugado para que ellos hayan sufrido el desplazamiento lingüístico del zoque ayapaneco, y cómo en nuestros días están tratando de hacer esfuerzos por recuperarlo", explica en entrevista para SinEmbargo, Denisse Quintero.
La pelea entre los dos únicos hablantes incluso recuerda la premisa de la cinta Sueño en otro idioma (Ernesto Contreras, 2017). Al igual que muchos más, Quintero se sintió atraída por la historia que narraba el artículo en el periódico. Inmediatamente supo que tenía que viajar allá para ver qué era lo que sucedía. Sin conocer la comunidad ni haber pisado el estado sureño, Denisse viajó para saber más.
"Al legar al pueblo nos dimos cuenta que no era así, que esta noticia que circulaba por todo el mundo era muy falsa. Lo que sí era cierto es que lengua que ellos hablan, el zoque yapaneco está en muy alto grado de extinción. Las personas que los hablan son de la tercera edad, gente que lo dejó de hablar en su adultez y que ahora está tratando de transmitirla".
Palabras verdaderas es un trabajo que entrevista en su mayoría a los habitantes más longevos de Ayapa. Ellos abren las puertas de sus hogares ante la cámara para narrar cómo fue que dejaron de hablar el zoque ayapaneco y por qué decidieron no enseñársela a sus hijos.
Las generaciones más grandes sufrieron discriminación hasta con las comunidades de sus alrededores debido a su lengua, ellos deseaban que a sus hijos no les sucediera lo mismo, por ello, decidieron no continuar compartiéndosela. Su identidad era un obstáculo para ellos, incluso en una vergüenza. Aunque para muchos esa perspectiva ha ido cambiando con el tiempo.
"A veces de pronto tenemos como muy romantizadas a las comunidades indígenas pensando que ellos tienen toda la sabiduría y que lo valoran, y muchas veces no es así precisamente por estos procesos tan duros que han sufrido, pues muchos han desplazado ese valor que tenía su cultura, su lengua, y lo ven como muchas personas que no son hablantes de lenguas indígenas, que no pertenecen a comunidades indígenas, que los ven como una caso más que tiene que pasar, como toda en la vida que tiene su ciclo y que puede revolucionar o que puede morir, pues así hay algunos de ellos que también ven a la lengua como un proceso del pasado y otros que no. Esa diversidad me enseñó que muchas veces nosotros estamos también teniendo pretensiones de que sí se rescaten y se hagan cosas por estas lenguas, y a veces ellos no quieren y tiene sus motivos para no querer porque están condiciones que sufrieron y que fueron las cuales los obligaron a abandonar su lengua siguen existiendo".
"Hay una especie de culpabilización especialmente a los últimos hablantes de no mantener la lengua incluso en esta narrativa de dos hombres que no se hablaban era ‘gracias a que no se hablan se va a perder la lengua'. La verdad es que no es así, las pérdidas de una lengua son mutltifactoriales y muchos factores son externos".
El peligro de extinción no es lo único que batalla esta comunidad. Al introducirse en ella, Denisse Quintero descubrió que esta lucha por su identidad también se ve amenazada por el desplazamiento que ha provocado la industrialización en la zona y que está cabando con sus cultivos de cacao.
"Para mí fue importante escuchar sus preocupaciones a cerca del ambiente, de esta idea de que el progreso para los viejos no es un progreso real, no representa un bienestar aunque para los jóvenes ahora sí lo representa porque son oportunidades de trabajo. Es reflexionar en cómo podemos alcanzar un mejor equilibrio entre ese bienestar, o esa mejoría económica para algunas generaciones y mantener esos ecosistemas que finalmente los han mantenido vivos a todos desde siempre".
NUEVAS GENERACIONES INTERESADAS
Además de investigadores, antropólogos, estudiantes, funcionarios con programas especiales, entre otros más, que han visitado la comunidad en busca de conocer sobre su lengua y su rescate, son los mismos habitantes que también ahora desean conservarla lo más que se pueda.
Son los adultos quienes hacen esta unión entre las nuevas y viejas generaciones de Ayapa quienes preparan clases para enseñar algunas palabras de la lengua. Conjuntar la sabiduría con las formas de enseñanza.
"Yo creo que sí hay muchas personas interesadas en compartir lo que saben, poco o mucho, quienes dominan la lengua no domina tal vez el proceso de enseñanza en los niños. Quienes no la dominan tanto, como los maestros, con más experiencia con los niños, tratan de hacer equipo y se esfuerzan".
El festival de documentales DocsMX, que estará disponible hasta 25 de octubre, es el escenario del estreno mundial de este documental. Entrando a la página docs-enlinea.com se puede disfrutar de esta cinta bajo renta en el horario que el espectador lo desee.
"Me gustaría que reflexionáramos acerca de nuestra relación con las comunidades indígenas en general, no sólo con la comunidad de Ayapa. Esta cosa de pretender saber qué está bien para ellos, qué es lo que deberían hacer, de lamentarnos cuando se está perdiendo una lengua cuando nosotros contribuimos a esa pérdida. Me gustaría que buscáramos la manera de escuchar a estas comunidades, qué es lo que ellos piensas y necesitan, y no lo que nosotros tenemos idealizados de ellos".