LA OPINIÓN

Fidel y Candice, pareja de migrantes que fueron deportados a México desde EU, narran su historia

18/10/2020 - 8:59 pm

En Puebla, Fidel trabaja en el predio agrícola de sus padres donde siembra productos para la subsistencia de la familia. Ella es freelancer en negocios para varias compañías de Estados Unidos, Australia y Londres.

Por Araceli Martínez Ortega

Ciudad de México, 18 de octubre (LaOpinión).- Cuando a Candice @Laguerita70, una estadounidense nacida en el estado de Utah, le presentaron a Fidel, un migrante mexicano, nunca imaginó que por ese hombre dejaría todo para irse a vivir con él a México cuando fue deportado.

“México me ha desafiado en maneras que nunca imaginé, pero no me arrepiento de estar en este país con mi esposo y nuestros dos hijos. Hice lo que es mejor para la familia; y mis hijos están creciendo felices junto a sus padres”.

Por razones de seguridad, Candice @laguerita70 pidió no publicar sus nombres reales ni el lugar donde viven en México.

La historia que cambió su vida, comenzó en 2007, cuando a Candice @laguerita70, la invitó una amiga a salir con ella y su novio. El novio invitó a un amigo quien resultó ser Fidel.

“Me gustó mucho desde que lo vi. Tenía una bella sonrisa y era extremadamente guapo. Me impresionó con sus botas, su sombrero vaquero y su camioneta grande de color rojo”.

En esa salida, Candice @laguerita70 de 18 años; y Fidel de 26 años, terminaron tomados de la mano.

“Fidel se ganaba la vida como framer – en la construcción -. Esos primeros años fueron muy duros porque él trabajaba 6 días a la semana, 12 horas cada día”. Foto: Cortesía @laguerita70 vía LaOpinión
Cuando se juntó con Candice @laguerita70, dice que él puso todo su empeño en que ella fuera a la universidad. “Quería que estuviera lo mejor preparada porque si yo moría, ella tendría una manera de sacar adelante a los hijos sin mi”. Foto: Cortesía @laguerita70 vía LaOpinión

“A partir de ahí, comenzamos a mandarnos textos en español. Yo había aprendido un poquito de español antes de conocerlo a través de escuchar conversaciones. Y cada noche usaba la aplicación gratuita Duolingo para comunicarme con él”.

Antes de cumplir un año de novios, descubrió que estaba embarazada y aterrorizada, pensando cómo darle la noticia a Fidel. “Tuve que buscar en Google cómo decirle que íbamos a hacer padres”.

Poco antes de que su hijo Diego naciera en 2009, se fueron a vivir juntos.

“Fidel se ganaba la vida como framer – en la construcción -. Esos primeros años fueron muy duros porque él trabajaba 6 días a la semana, 12 horas cada día”.

Pero ella también trabajaba y estudiaba. “Él tenía mucho interés en que yo me preparara”.

Así fue como se graduó de la universidad en la carrera de Justicia Criminal y Servicios Humanos, y luego hizo una maestría en Administración de Negocios.

“Trabajábamos mucho, pero éramos muy felices”.

SIN PAPELES

Candice @Laguerita70 siempre supo que Fidel era indocumentado, y que había llegado a los 17 años de Puebla, México a Utah.

“Pero yo no podía decirle a Fidel, ‘no tienes documentos, ya no te amo’. Eso era una locura. Tú no escoges a quien amar”.

La falta de documentos fue una sombra constante sobre la pareja.

“Todo el tiempo estaba preocupada de que lo fueran a detener cuando iba al trabajo”, dice.

Cuenta que los abogados le dijeron que casarse con él en ese momento no le ayudaba a evitar la detención ni la deportación, pero como esposa sí le abría el acceso a toda su información oficial. Foto: Cortesía @laguerita70 vía LaOpinión
La falta de documentos fue una sombra constante sobre la pareja. Foto: Cortesía @laguerita70 vía LaOpinión

La pesadilla se hizo realidad en mayo de 2016, al final del periodo del presidente Barack Obama. “Fue un mal día”, así lo describe Fidel.

Él y un compañero de trabajo salían de una casa a bordo de una camioneta. Acababan de recoger unas herramientas de ese lugar, cuando un oficial de la policía local los paró y les pidió su identificación. Fidel no manejaba el vehículo.

“Mi esposo no les pudo dar ninguna identificación. El policía se lo llevó detenido, y contactó al Servicio de Migración y Aduanas (ICE)”, recuerda Candice @laguerita70.

Fue horrible, dice, cuando se enteró del arresto.

“Fue como si todo el aire del universo me lo hubieran arrebatado. No sabía qué hacer. La policía dijo que lo detuvieron porque pensaba que estaban robando las herramientas”.

Antes de que lo transfirieran a las instalaciones del ICE, Candice @laguerita70 y Fidel se casaron. “Cuando nos declararon marido y mujer no pudimos abrazarnos. Fue muy triste. La celebración del matrimonio fue a través de una pared de cristal”, dice Candice @laguerita70, conteniéndose para no llorar.

Cuenta que los abogados le dijeron que casarse con él en ese momento no le ayudaba a evitar la detención ni la deportación, pero como esposa sí le abría el acceso a toda su información oficial.

“Nos casamos en mayo de 2016”, dice.

¿POR QUÉ NO SE CASARON?

Antes del arresto, Candice @laguerita70 dice que pensaron en casarse, pero no lo hicieron porque los abogados de migración que consultaron, les advirtieron que se complicaría el caso porque él había entrado de manera indocumentada al país.

 Fidel estuvo bajo custodia de migración por casi un año en Utah, mientras que su esposa, desgastada emocionalmente, agotaba todos los recursos para evitar su expulsión a México.

Sin embargo, no pudo evitarlo. A los 36 años de edad, el 1 de agosto de 2017, Fidel fue deportado.

Cinco días después, el 5 de agosto, Candice @laguerita70 llegó a México, llevando a su hijo para visitar a su esposo por dos semanas.

Pero cuando iban a tomar el vuelo de regreso en el Aeropuerto de la ciudad de México y miró a su hijo llorando desconsoladamente al despedirse de su padre, ella tomó la decisión de mudarse a México. “Nunca más quería ver a mi hijo con esa profunda mirada de tristeza”, dice.

En diciembre de 2017, Candice @laguerita70 y su hijo dejaron su vida en Estados Unidos, y se mudaron a México a vivir con Fidel a un pequeño pueblo en el estado de Puebla, México.

Solo faltaban 3 días para que su hijo Diego cumpliera 7 años de edad.

“Mi familia en Utah me apoyó porque conocen a Fidel, lo quieren mucho, y saben que él siempre va a cuidar de nosotros”.

Fidel con sus hijos Diego y Dominic. (Cortesía Candice @laguerita70)
La vida en México
Candice @laguerita70 reconoce que los primeros años fueron difíciles sobre todo porque llegó a un pueblo donde no tienen los servicios que hay en una gran ciudad como Salt Lake City donde vivían.

“Al principio no teníamos una lavadora, y tenía que lavar a mano. Era mucho trabajo y estaba cansada. Fidel me pregunta seguido, cómo te sientes, ‘muy bien, le respondía’, y era verdad”.

Lo más importante, explica, es que al estar juntos, sin el miedo continuo a ser separados por migración, su relación de pareja se fortaleció. “No teníamos ya esa nube negra sobre nosotros”.

En Puebla, Fidel trabaja en el predio agrícola de sus padres donde siembra productos para la subsistencia de la familia. Ella es freelancer en negocios para varias compañías de Estados Unidos, Australia y Londres.

“Vivimos sin lujos, pero nunca hemos peleado por dinero”.

En mayo, en plena pandemia de COVID-19, a sugerencia de una sobrina decidió comenzar a contar su experiencia en México en TikTok para conectarse con más gente que ha enfrentado la separación familiar.

“Fue un boom – un éxito – en TikTok, y como los 16 segundos permitidos por esta aplicación no me alcanzaban, decidí abrir mi canal en YouTube, Candice @laguerita70”.

AMENAZAS DE MUERTE 

Con la exposición pública de su experiencia a través de las redes sociales, Candice @laguerita70, dice que llegaron las amenazas de muerte.

“He recibido correos electrónicos con amenazas de muerte de gente que se firma como Trump 2020 o del Ku Kux Klan, que me dicen que si alguna vez regreso a Estados Unidos, me van a matar a mi y a mi hijos”.

También ha recibido comentarios negativos de la comunidad hispana, que la tachan de ser una mala madre por negarle un futuro brillante a sus hijos al ir a vivir a México. Pero también, aclara que por cada comentario negativo que recibe, hay muchos más positivos de “mi familia en TikTok y YouTube“

“El futuro de mis hijos no está en riesgo. Nosotros le estamos pagando educación privada online a mi hijo Diego para que continúe con el mismo plan estudios que tenía en Estados Unidos”.

Lo más importante, explica, es que al estar juntos, sin el miedo continuo a ser separados por migración, su relación de pareja se fortaleció. “No teníamos ya esa nube negra sobre nosotros”. Foto: Cortesía @laguerita70 vía LaOpinión
Candice @laguerita70 dice que su esposo le dio la opción de vivir en la ciudad de Puebla o en la frontera, pero ella escogió vivir en el pequeño pueblo donde él nació y creció. Foto: Cortesía @laguerita70 vía LaOpinión

Explica que cuando se mudaron a México, lo inscribieron en una escuela pública en Puebla, pero lo sacaron porque no entendía el español y le estaba costando mucho.

“Pero no fue porque las escuelas fueras malas. Para nuestra sorpresa, nos dimos cuenta que el plan de estudios aquí es más avanzado”.

Candice @laguerita70 está convencida de que en México hay muy buenas oportunidades educativas y grandes universidades.

“El México que dejó mi esposo a los 17 años, no es el mismo de hoy en día. Ahora todos los niños en su pueblo van a la escuela”.

A esta madre, lo que más gusto le da, es que sus hijos están creciendo al aire libre, en el campo, como ella vivió su infancia. “Cuando Diego termina sus clases online, sale a jugar. Tiene bastantes amigos. Su español ha mejorado mucho y está feliz”.

Candice @laguerita70 dice que su esposo le dio la opción de vivir en la ciudad de Puebla o en la frontera, pero ella escogió vivir en el pequeño pueblo donde él nació y creció.

“Aquí todos somos como una gran familia. La gente se ayuda. Se cuidan el uno al otro. Te saludan todo el tiempo. Ya tengo mis comadres que me invitan a sus casas a comer”.

En 2019, Candice @laguerita70 dio a luz en México a su segundo hijo al que llamó Dominic. “Lo tuve aquí porque quería que mi esposo estuviera presente en el parto como lo estuvo con su primer hijo”.

Es difícil para ella aconsejar a las familias cuyos esposos han sido deportados. “Yo no puedo condenar lo que cada quien decida. En mi caso, yo decidí que no quería tener una familia separada”.

Sobre el tema de la migración indocumentada, aunque no es seguidora de Trump, piensa que es un problema más grande; y que resolverlo, va más allá de un solo presidente.

A casi tres años de vivir en México, dice que se siente muy bien porque puede pasar más tiempo con su familia. “La familia de mi esposo son muy buenas personas, acogedores y genuinos. Y a mi esposo, lo amo porque es un hombre increíblemente trabajador, un padre increíble y me ama incondicionalmente”.

LOS SUEÑOS DE FIDEL 

El sueño de Fidel en México es construir su casa con sus propias manos para su esposa y sus dos hijos.

“Ya estamos viendo un terreno”, dice Fidel.

Cuando lo detuvieron, pensó que nunca más iba a volver a ver a su esposa y a su hijo.

“Ella me decía cuando estaba detenido que no me preocupara, que si me deportaban, iba a venir conmigo a México. Yo pensaba que me lo decía para que no estuviera triste”.

Cuando fueron a verlo a México, tras su deportación, pensó que era solo una visita y que nunca más iban a volver.

“Todavía cuando me dijo que se iban a venir a vivir para acá conmigo, tuve mucho miedo de que a mi esposa no le fuera a gustar la vida en México porque no iba a tener las comodidades a las que estaba acostumbrada”.

Pero a Candice @laguerita70 le gustó y se acomodó a la vida sencilla de su pueblo. “Cuando pasó el tiempo y ella seguía aquí conmigo, dije, ya no se fue”.

Y cuando le dijo que estaban esperando un segundo hijo, Fidel se convenció de que Candice @laguerita70, de verdad lo amaba. “Me enamoré más de ella”.

Ahora dice que otro de sus sueños, es aprender a leer y escribir en español y terminar la primaria. “No tuve oportunidad de educarme ni aquí ni allá. Éramos 9 hermanos. Yo me fui a Estados Unidos a trabajar para ayudar a la familia, y me gustaba mucho mi trabajo de framer”.

Cuando se juntó con Candice @laguerita70, dice que él puso todo su empeño en que ella fuera a la universidad. “Quería que estuviera lo mejor preparada porque si yo moría, ella tendría una manera de sacar adelante a los hijos sin mi”.

A sus 40 años de edad, al lado de su esposa y sus dos hijos, dice que no podía estar más satisfecho.

“Nunca pensé casarme con una gringa, pero ella me ha demostrado ser una gran mujer. Yo la veo motivada y contenta. Por mi parte, cada día que pasa, la amo más”.

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