Los científicos, que han analizado los tratamientos de más de 600 pacientes con COVID-19, han constatado que aquellos que recibieron ciclosporina -un fármaco que se usa actualmente en pacientes trasplantados- tuvieron un 81 por ciento menos de probabilidad de fallecer que los pacientes que no recibieron este tratamiento.
Madrid, 15 de octubre (EFE).- Un equipo de investigadores españoles ha encontrado indicios en un estudio retrospectivo de que el fármaco ciclosporina podría reducir la mortalidad por COVID-19, aunque aún son necesarios ensayos clínicos para demostrar estos resultados.
En concreto, los científicos, que han analizado los tratamientos de más de 600 pacientes con COVID-19, han constatado que aquellos que recibieron ciclosporina -un fármaco que se usa actualmente en pacientes trasplantados- tuvieron un 81 por ciento menos de probabilidad de fallecer que los pacientes que no recibieron este tratamiento.
Los resultados de esta observación se publican en la revista E Clinical Medicine del grupo The Lancet y el estudio está liderado por el Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, junto con la Universidad Europea.
El uso de #ciclosporina en pacientes hospitalizados por #COVID19 muestra resultados prometedores, según el estudio que lideramos junto a @UEuropea y que publica @EClinicalMed de @TheLancet https://t.co/WL35ee9XPJ pic.twitter.com/in5uz8jsz3
— Hospital Quirónsalud Madrid (@QS_Madrid) October 15, 2020
Para llegar a sus conclusiones, se analizaron los tratamientos de más de 600 pacientes con COVID-19 ingresados en el hospital desde el 10 de marzo hasta el 15 de abril.
"En nuestra serie los pacientes que recibieron ciclosporina tuvieron un 81 por ciento menos de probabilidad de fallecer que los pacientes que no recibieron este tratamiento", explica en una nota Daniel Carnevali, jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid y profesor de la citada universidad.
Este experto recuerda que la enfermedad por coronavirus aún no tiene un tratamiento estándar.
Durante la primera etapa de la pandemia, explica, "utilizamos terapias sobre las que teníamos una razonable esperanza de que tuvieran efecto, pero sin ensayos clínicos que los avalaran: se utilizaron antimaláricos como la hidroxicloroquina, antivirales como el Lopinavir-ritonavir; antibióticos; corticoides y fármacos que actúan en la fase inflamatoria de la enfermedad como el tozilizumab y la ciclosporina".
"El hallazgo más sorprendente de nuestro estudio es que los pacientes que recibieron ciclosporina tuvieron una supervivencia mayor respecto a los que no la habían tomado", subraya este investigador, quien no obstante recalca que "los resultados hay que tomarlos con precauciones".
En este sentido, argumenta: nuestro estudio es retrospectivo, no es un estudio randomizado doble ciego que comparara fármaco a fármaco.
"Lo que sí hemos comprobado es que los pacientes que han recibido ciclosporina no son esencialmente diferentes al resto de pacientes, sufrían unas comorbilidades similares y, sin embargo, su resultado clínico ha sido mejor".
Y concluye: "hemos encontrado indicios de que la ciclosporina podría ser un fármaco prometedor. Para confirmar esta hipótesis sería necesario un ensayo clínico en el que se pudiera aleatorizar entre pacientes que tomaran ciclosporina o placebo".