“Las subvenciones son otra forma de callar a los intelectuales, las dádivas, el terciopelo del poder; yo creo que hay intelectual que sentían una especie de ternura por el poder, cuando estaban cerca de una persona poderosa, sentían una emoción especial, y eso, es simpatía torcida por el poder el peligrosa, hay que reprimirla”, apuntó el filósofo español.
Ciudad de México, 14 de septiembre (SinEmbargo).- Los intelectuales no deben mantener una relación con el poder, sino con los ciudadanos, aseguró el escritor y filósofo español, Fernando Savater.
Entrevistado por Álvaro Delgado y Alejandro Páez Varela, conductores del noticiero Los Periodistas en La Octava, el también profesor de Filosofía aseveró que si Platón no pudo hacer cambiar de parecer a los antiguos líderes griegos, menos lo hará un intelectual de esta época.
“Si Platón no lo logró, los demás todavía menos”, destacó.
Para el autor de Ética para Amador, la relación del intelectual no tiene que ser con el poder, sino con los ciudadanos.
“La relación del intelectual no tiene que ser con el poder, ni con los poderes. sino con los ciudadanos. El tú a tú del intelectual es con los ciudadano, hablarles de las instituciones, de los derechos y los deberes, las razones para obedecer y desobedecer”, aseveró.
Savater dijo que los intelectuales no deben referirse al poder ni buscar convertirse en consejeros de los políticos.
Por ello, llamó a los intelectuales a hablar con los ciudadanos, y a enseñarles la importancia de cambiar comportamientos, para mejorar la democracia.
“Lo que es útil es referirnos a los ciudadanos, indicarles posibilidades, no dedicarnos exclusivamente a crear una coraza de negaciones en el ciudadano, sino una pujanza de capacidades que tiene que desarrollar”, aseguró a Delgado y Páez Varela.
Nacido el 21 de junio de 1947, en San Sebastián, España. Savater destacó que los ciudadanos deben ser los encargados de perfeccionar la democracia, ya que lo que pase en este sistema político es obra y resultado de las acciones y elecciones de las personas.
“Democracia es un país en lo que la culpa de lo que ocurre es de los ciudadanos. Los ciudadanos nos parecemos a nuestros políticos. Nosotros tenemos entonces que perfeccionar esas elecciones, sustituirlos por personas más aptas, ofrecernos nosotros mismos”, añadió.
Por ello pidió a los intelectuales educar a la población.
En este sentido, reiteró que la educación es indispensable para evitar que la sociedad caiga en manos de personas que atententen contra la democracia.
“El intelectual tiene que educar, una democracia sin educación no puede funcionar. la educación es el primer paso para la libertad.
Cuestionado sobre si los intelectuales son obligados a callar mediante dádivas de poder, señaló que es indispensable que repriman esa simpatía, con el fin de mantener su independencia del poder político.
“Las subvenciones son otra forma de callar a los intelectuales, las dádivas, el terciopelo del poder; yo creo que hay intelectual que sentían una especie de ternura por el poder, cuando estaban cerca de una persona poderosa, sentían una emoción especial, y eso, es simpatía torcida por el poder el peligrosa, hay que reprimirla”, apuntó.
EL CONSEJO A AMLO
Durante la entrevista con Los periodistas, el filósofo español reveló que cuando conoció a Andrés Manuel López Obrador le pidió evitar caer en la tentación del caudillismo y convertirse en un líder para América Latina.
“Yo le insistía, cuando hablábamos, que yo creo que América Latina necesita líderes, pero no caudillos, y que entonces siempre le pedía que él buscase, porque tenía un carisma personal, ser líder, pero que nunca cayera en la tentación de ser caudillo”, recordó.
Tras asegurar que el actual mandatario mexicano le aseguró que así sería, Savater no dudó que a veces exista la “tentación” de caer en el caudillismo.
“Probablemente lo piensa [López Obrador], lo que pasa es que a veces hay una tentación de caudillismo, la tentación de ir más allá de simple liderazgo, pues es un peligro”, puntualizó.
LA CORRUPCIÓN
Pese a que Savater considera a la corrupción como un grave problema, aseguró que el principal inconveniente es que no haya castigo contra este tipo de comportamientos.
“La corrupción es un problema, pero el verdadero problema no es la corrupción, es la impunidad de la corrupción, eso es el problema, es decir, donde hay libertades, donde se mueven con garantías siempre habrá quien abuse, donde hay libertad hay abuso, el problema es que eso pase impunemente, que la gente se acostumbre a que los poderosos pueden ser corruptos” aseguró.
Incluso dijo que la impunidad desmoraliza a la gente y los hace pensar que es un estado natural en la sociedad.
“La impunidad es lo que me parece más grave, porque eso desmoraliza a la gente, y como se ha dicho, la ley es como una red que solo atrapa a los peces pequeños, pero a los peces grandes los deja escapar”, finalizó.