Las advertencias inundan Internet, no desde ayer sino desde hace años. Muchos conocen a alguien que cayó en la trampa, pero el fraude no se ha detenido: la oferta de trabajo para “empacar productos desde casa” sigue acumulando víctimas. Ahora, con la crisis de empleo y pobreza provocada por la pandemia, la población es más vulnerable a este falso empleo.
Ciudad de México, 27 de agosto (SinEmbargo).- Adela es trabajadora doméstica en la capital del país. En la pandemia de COVID-19, varios de sus empleadores dejaron de pagarle y la crisis en el hogar empezó a agudizarse. Un día en la calle una persona le dio un volante que perfectamente pudo haber tirado como muchos otros, pero leyó: “trabaja desde casa”.
El empleo era para empacar, etiquetar, armar o sellas productos y promociones por 3 mil pesos semanales. El volante tenía unas letras grandes que decían “URGENTÍSIMO” y que el producto lo hacían llegar hasta el domicilio. La última parte del volante tenía una petición: “no lo tires daselo a quien lo necesite” [sic].
Adela acudió a la dirección indicada, en el Centro Histórico. Llegó y un licenciado la recibió. Le pidió sus documentos personales y un pago de 200 pesos para hacerle unas credenciales. Le contó que el paso siguiente sería un curso para luego iniciar una capacitación de cinco días y, si resultaba seleccionada, ya pasaría al trabajo.
Llegó al taller y se quedó a pesar de que había 60 personas en un cuarto cerrado en plena pandemia. Ese día no llevó sus lentes, pidió al organizador que la pasaran adelante para ver mejor pero el hombre lo tomó como una “falta de actitud” y le pidió que se retirara del lugar.
Para Adela fue una desgracia, sintió que dejó escapar una gran oportunidad solo por pedir que la pasaran más adelante. Sin embargo, esa petición la salvó de caer en uno de los fraudes más populares en la Ciudad de México.
Miles de personas han sido víctimas de empresas que ofrecen empleo para empacar productos desde casa. Se ofrecen horarios flexibles y grandes ganancias, pero nunca se llega a ese punto porque la estafa ocurre en el periodo de “selección”.
Siempre es el mismo modus operandi: te presentas a una oficina en la que entregas tu documentación oficial y 200 pesos para unas credenciales que necesitas para acceder a los cursos que vienen.
La próxima cita es en otro edificio en donde se tomará un curso de casi cinco horas de duración. El contenido no es sobre cómo empacar, sino motivacional; incluso quienes lo imparten rompen en llanto al contar los retos que han enfrentado en su vida.
El paso siguiente es la capacitación de una semana de cinco horas diarias, acompañado de un persistente “casi lo logras, no te detengas”. En esos días pueden ocurrir dos cosas: la primera es decirle a la gente que por el momento no hay qué productos empacar, la otra es decir que hay un último reto.
Ambas cosas son para llegar al tema de los perfumes. Esto es, los nuevos empleadores piden a la gente que compren unos perfumes, cerca de 10 que tienen un costo de 700 pesos y luego venderlos y recuperar la ganancia.
En este punto, mucha gente ya se endeudó para pagar a la empresa los perfumes, sin poder venderlos. Quienes se endeudaron y lograron pagar, regresan a sus casas ya solo para esperar la llamada que les diga cuándo llegarán sus productos para empezar a trabajar, pero eso nunca ocurre.
Si se quiere reclamar a la empresa hay otra sorpresa: cambian de dirección de manera constante y no hay a quién ni dónde quejarse. Las víctimas casi perfectas son estudiantes, amas de casa, y personas de la tercera edad, pero ahora con pandemia, el margen se expande a toda la población.
Las quejas en Internet son siempre iguales y sobresalen tres empresas: Centro Maquilero Unión, Diamond Craft y Manufacturas Vianey, de las cuales no hay mayor información más que datos de fraude.
¿CÓMO IDENTIFICARLOS?
La Secretaría de Gobernación señala que este tipo de empleos, que van desde estos que ofrecen empacar desde casa hasta la trata de personas, utilizan como señuelo el engaño. Promocionan propuestas atractivas y enfocadas al tipo de personas que desean enganchar, en este caso, ofertas laborales falsas que ofrecen sueldos competentes, horarios flexibles, prestaciones superiores a las marcadas por la ley y ambientes confortables en los cuales puedes cumplir tus proyectos de vida.
"Los tratantes estudian los deseos y carencias de las personas que pretenden reclutar (es importante mencionar que cuando hablamos de carencias, no solo nos referimos a aquellas de índole económica, también podemos destacar las afectivas como el cariño, y las de reconocimiento como la fama, etc.), una vez identificadas las aspiraciones de las personas, las persuaden por medio de discursos y acciones que forman un vínculo de confianza entre víctima y el tratante", menciona la portal de la Segob. Este último punto, nos remite, por ejemplo, a los cursos motivacionales obligatorios que denuncian los estafados.
¿Cómo identificar las de trabajo fraudulentas? La Secretaría brinda los siguientes puntos:
–Suelen ser difundidas por medio de propaganda con textos atractivos en lugares públicos.
–Las empresas que ofrecen estos empleos suelen ser falsas, sin un domicilio ni datos de contacto confiables. Es necesario buscar el nombre en Internet porque arrastran miles de quejas. Hay otras empresas que se hacen pasar como viables y ofrecen tarjetas de presentación; lo que se recomienda en este caso es llamar a los números que ofrecen para verificar que sí coinciden y buscar el nombre de los reclutadores en Internet, porque puede tratarse de un robo de identidad.
–Cuando quien pide el empleo es menor de edad, los reclutadores piden "mucha discreción" al decir que para el puesto es necesario ser mayor de edad y que seguramente sus familiares no le permitirán acceder al trabajo. Esta táctica da pie a que los familiares del menor no tengan conocimiento de lo que ocurre.
–Las citas suelen ser en ocasiones en lugares poco transitados u oficinas rentadas. Especifican que únicamente debe acudir la persona interesada-
–El reclutador dará siempre pocos detalles del empleo.
Para el caso de estos empleos, si usted está interesado en alguno con estas características o conoce a alguien que está ya en el proceso, puede buscar en Internet las experiencias, ya que hay de hace 10 años y del mes pasado, todas con las mismas características.