Esta deficiencia hormonal se relaciona con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, como son el síndrome metabólico, hipertensión, diabetes, hiperlipidemia, entre otras, aumentando además la morbilidad y mortalidad cardiovascular.
Madrid, 6 de julio (Europa Press).- El déficit de vitamina D puede estar asociado a mayores tasas de infarto, hipertensión arterial e, incluso, de mortalidad, según ha informado el especialista en Ginecología y Obstetricia, José Luis Neyro, quien ha comentado que se ha observado que el 35 por ciento de los pacientes con síndrome metabólico, el 90 por ciento de los pacientes con diabetes (y es grave en 1 de cada 3), así como el 88 por ciento de los pacientes obesos tienen déficit de vitamina D.
En este contexto, esta deficiencia hormonal se relaciona con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, como son el síndrome metabólico, hipertensión, diabetes, hiperlipidemia, entre otras, aumentando además la morbilidad y mortalidad cardiovascular.
"La hormona D es en realidad un nutriente umbral que es necesario mantener en unos determinados niveles debido a que tiene numerosos efectos protectores en el aparato cardiovascular. La evidencia científica muestra una asociación clínica entre bajas concentraciones de vitamina D con la intolerancia a la glucosa, desarrollo de síndrome metabólico y diabetes tipo 2", ha dicho el experto.
En pacientes con sobrepeso u obesidad la elevada incidencia del déficit de vitamina D se puede deber a distintos factores, entre los que cabe destacar una ingesta inadecuada a través de la dieta y una menor actividad al aire libre, hecho que reduce la exposición solar y, por tanto, la síntesis cutánea.
Adicionalmente, en estos pacientes se produce el "secuestro" de vitamina D en el tejido adiposo, reduciendo los niveles plasmáticos, a lo cual contribuye también una absorción intestinal alterada. Los niveles deficientes de 25-OH vitamina D pueden contribuir a empeorar el pronóstico de los pacientes con factores de riesgo cardiovascular, ya que diversos estudios los han asociado a un mayor riesgo de eventos cardiovasculares, incremento de la presión arterial, aterosclerosis, infarto de miocardio o mortalidad por cualquier causa.
En pacientes con diabetes tipo 2 se ha demostrado la asociación directa entre bajos niveles de 25-OH vitamina D y un peor control glucémico, que puede deberse a su efecto sobre los niveles de la hormona paratiroidea, que provocan una mayor resistencia a la insulina. Además, la síntesis y la secreción de insulina en el páncreas también se ve afectada por los niveles deficitarios de esta vitamina