El nuevo acuerdo, que reemplazó este miércoles al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) vigente desde 1994, incluye varios cambios importantes en un flujo comercial entre los tres países que asciende a un valor de unos 1.2 billones de dólares.
Washington, 1 de julio (EFE).- El Presidente estadounidense, Donald Trump, confirmó este miércoles la visita a la Casa Blanca el próximo 8 de julio de su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, para celebrar la "histórica" entrada en vigor del nuevo tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
"Para marcar este logro histórico, espero dar la bienvenida al Presidente Andrés Manuel Lopez Obrador de México a la Casa Blanca para continuar nuestro importante diálogo en comercio, salud y otros temas centrales para nuestra seguridad y prosperidad regional", dijo Trump en un comunicado.
Además, subrayó "el aprecio de EU de los esfuerzos" de sus "socios en México y Canadá para asegurar que Norteamérica refuerza sus lazos económicos mientras trabaja en combatir la pandemia del coronavirus".
"El T-MEC es el mayor, más justo y más equilibrado acuerdo comercial jamás negociado y contiene provisiones innovadoras para ayudar a crecer la economía y apoyar empleos estadounidenses", agregó Trump.
La fecha de la visita ya había sido confirmada por la cancillería mexicana, que precisó que asimismo habría un encuentro trilateral el 9 de julio, algo que la nota de la Casa Blanca no menciona.
El nuevo acuerdo, que reemplazó este miércoles al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) vigente desde 1994, incluye varios cambios importantes en un flujo comercial entre los tres países que asciende a un valor de unos 1.2 billones de dólares.
Este pacto llevará a los tres países a modernizar su relación comercial al incluir temas como la facilitación del comercio electrónico y el almacenamiento de datos, pero también elevará los costes en el sector automotriz de Norteamérica.
Los tres países firmantes del TLCAN rubricaron el T-MEC en noviembre de 2018, pero el proceso de ratificación se alargó más de un año en Estados Unidos debido a las dudas sobre las garantías de aplicación de los estándares medioambientales y laborales, y no ha sido hasta hoy, en medio de la pandemia del coronavirus, que ha arrancado oficialmente.