La sobrina de Anaya, Belinda Henry, dijo que el celebrado escritor falleció el domingo en su casa en Albuquerque, Nuevo México, tras una larga enfermedad.
Por Russel Contreras
RIO RANCHO, Nuevo México, EU (AP) — Rudolfo Anaya, un autor que ayudó a iniciar el movimiento de literatura chicana en la década de 1970 con su novela Bless Me, Ultima (Bendíceme Última), que inspiró a toda una generación de autores latinos, falleció a los 82 años.
La sobrina de Anaya, Belinda Henry, dijo que el celebrado escritor falleció el domingo en su casa en Albuquerque, Nuevo México, tras una larga enfermedad.
La crítica literaria considera la novela de Anaya de 1972, desarrollada en la época de la Segunda Guerra Mundial sobre un chico mexico-estadounidense y su relación con una vieja curandera, como una influencia para otros escritores latinos por sus imágenes y referencias culturales raras para la época.
En una entrevista de 2013 en C-SPAN, Anaya dijo que la idea de la novela surgió después de que tuvo una visión de una mujer en la entrada de un cuarto en el que estaba escribiendo.
“Ella dijo ‘nunca estará bien a menos que me pongas en ella’”, dijo Anaya. “Yo le pregunté ‘¿quién eres? Y ella dijo “Ultima’. Y así fue”.
La publicación del libro coincidió con el creciente y vibrante movimiento Chicano que favorecía el orgullo cultural por encima de la asimilación. También llegó en un momento en el que los estudiantes universitarios méxico-estadounidenses demandaban más literatura de autores latinos.
De los círculos de activistas a los centros comunitarios, la novela fue compartida junto con ... and the Earth Did Not Devour Him (Y no se lo tragó la tierra) de Tomas Rivera y la poesía de Lorna Dee Cervantes.
“Me sentí completamente transportado la primera vez que tomé Bless Me, Ultima”, dijo el novelista y poeta Rigoberto González, quien tuvo a Anaya como mentor. “De alguna manera era capaz de capturar el paisaje de nuestra comunidad y hacernos sentir orgullosos”.
Anaya escribió otras novelas, incluyendo una serie de misterio con el detective mexico-estadounidense Sonny Baca.
El autor aprovechó su fama para comenzar un programa de escritura creativa en la Universidad de Nuevo México y abrió un retiro en Jemez Spring, Nuevo México, para aspirantes a escritor latinos.
A pesar de la popularidad de Bless Me, Ultima en las universidades, la novela llegó a ser prohibida en algunas escuelas de Arizona tras una campaña de conservadores que consideraban que promovía la sublevación contra el gobierno federal. Los críticos literarios latinos dijeron que estas afirmaciones eran indignantes y respondieron con una campaña para hacer que la obra de Anaya y otros autores latinos llegara a las bibliotecas comunitarias cercanas a las escuelas donde fue prohibida.
Anaya llegó a recibir a un grupo de contrabandistas de libros encabezados por el novelista de Houston, Texas, Tony Díaz en su casa en Albuquerque en 2012. Donó algunos de sus propios libros y le dio su bendición a los activistas.
Bless Me, Ultima se convirtió en una película en 2013. El Centro Cultural Nacional Hispano en Albuquerque anunció en 2016 que estaba trabajando en una versión de ópera.
Nacido en el pueblo de Pastura, en el centro de Nuevo México, Anaya provenía de una familia hispana con raíces profundas en una región alguna vez colonizada por España. Tenía seis hermanos y fue el único hijo varón en asistir a la escuela primaria. Años después diría que los narradores orales hablantes de español de su juventud se mantuvieron como una influencia en su escritura hasta la edad adulta.
Anaya se graduó de la preparatoria de Albuquerque y comenzó sus estudios para ser contador pero los abandonó y consiguió un título en literatura de la Universidad de Nuevo México. Cuando estudiaba una maestría conoció y se casó con Patricia Lawless, una asesora de Lyons, Indiana.
“Ya tenía un par de borradores de Bless Me, Ultima”, dijo Anaya en una entrevista con Albuquerque Journal en 2010. “Y ella vio que había algo de importancia literaria y me impulsó para que siguiera, para que siguiera escribiendo”.
Lawless falleció en 2010.
En septiembre de 2016, Anaya recibió la Medalla Nacional de Humanidades del presidente Barack Obama. Débil y con una mala salud, Anaya accedió a viajar a Washington de último minuto y recibió su medalla en silla de ruedas.
La gobernadora de Nuevo México, Michelle Lujan Grisham, calificó a Anaya como uno de los más grandes artistas del estado y una figura trascendental en la literatura.
“A través de sus historias indelebles, Rudolfo Anaya, quizá mejor que cualquier otro autor, capturó realmente lo que significa ser un neomexicano, lo que significa nacer aquí, crecer aquí y vivir aquí”, dijo en un comunicado.