Somos lo peor que le ha pasado al planeta

14/06/2020 - 12:02 am
La elefante murió con dolor y una angustia insoportables. Foto: Mohan Krishnan, Facebook

Esta semana leyendo las noticias, me topé con una que particularmente apachurró mi corazón, se trataba de la noticia de la elefanta Hatinique, una elefanta embarazada que falleció después de que le dieron a comer una piña rellena de explosivos, la elefanta estuvo vagando por días gravemente herida, hasta que finalmente se metió a un río para sofocar su dolor hasta que colapsó y murió sin que hayan podido ayudarla.

El solo hecho de imaginármela asustada, herida, vagando, sin entender lo que le pasaba y más estando embarazada me resultó desolador, no pude dormir varios días pensando en la elefanta y su bebé.

En ese momento me rehusé leer la noticia a fondo por que realmente me afectó, no podía creer cómo somos capaces los seres humanos de hacer tales atrocidades, porque simplemente me parece inaudito que alguien pueda tener la sangre tan fría para darle de comer un explosivo a un animal.

Al leer más a fondo esta noticia me enteré que esta es una práctica común que se realiza en la India y supongo en varios lugares, se colocan explosivos en piñas o cocos para ahuyentar a los animales de los cultivos, y lo más triste es que es derivado de la devastación de sus propios hábitats que ellos se acercan a los asentamientos humanos a buscar comida.

Es muy doloroso que animales tengan que sufrir como Hatinique porque los humanos pareciera que no podemos coexistir con otras especies y la naturaleza, queremos todo para nosotros y esto está llevando al planeta a la situación en la que nos encontramos ahora: cambio climático, incendios, pandemias y demás.

Hablando de la devastación de hábitats, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) el 30 por ciento de la superficie terrestre la hemos destruido para cultivar forraje para la ganadería, la tala de bosques para crear pastos es una de las principales causas de la deforestación, en especial en Latinoamérica, donde el 70 por ciento de los bosques que han desaparecido en el Amazonas se han dedicado a pastizales. Nos estamos devorando al planeta.

Es realmente contradictorio pero nuestra avaricia de tenerlo todo sin respetar a la naturaleza es lo que llevará a nuestra propia especie a la extinción si no hacemos un cambio ahora.

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