Cerca de un millón de trabajadores mexicanos retiraron dinero de sus Afore por falta de empleo, durante los primeros cuatro meses de 2020. La cantidad promedio que recibió cada trabajador va de cuatro a cinco mil pesos y conforme a la ley vigente, no podrán retirar más en los próximos cinco años.
Ciudad de México, 14 de junio (SinEmbargo).-“Estamos hasta sin para comer”, dijo Adolfo. «Somos del estado de León [en Guanajuato]. Toda la familia tenemos una maquila de calzado, pero le trabajamos a un patrón. Cuando pasó esto de la contingencia, pues ora sí que nos dejó sin trabajo a toda la familia. Ahorita estamos batallando mucho económicamente”, lamentó el señor de 46 años.
Adolfo lleva un mes esperando. En abril solicitó retirar dinero de su Afore por desempleo y al día de hoy, ni el banco que lleva su cuenta (Banorte) ni el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) le han autorizado el apoyo. Adolfo no sabe cuál es el problema de fondo, pero dice que hace un lustro, cuando retiró dinero por primera vez, le fue más sencillo completar el proceso de solicitud.
“Tengo poco. Son como 35 mil pesos en total lo que llevo ahorrado para mi vejez. Supuestamente me darán el 11 por ciento de lo que tengo; unos 3 mil pesos. No es mucho, pero estamos en una situación muy desesperante porque ahorita las empresas están todas cerradas y no hay para cuándo. Incluso hemos vendido nuestra maquinaria porque pues no, no tenemos para ir sobreviviendo”.
Al igual que Adolfo, millones de mexicanos atraviesan por una crisis económica que demanda soluciones extraordinarias. En abril, 2.1 millones de trabajadores formales y 10.3 millones de asalariados en situación de informalidad laboral reportaron estar desempleados o en suspensión temporal, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi).
Mientras que la tasa de desempleo aumentó 10 por ciento entre el primer cuatrimestre de 2019 y de 2020, la cantidad de retiros de dinero de las Afore por situación de desempleo creció 31 por ciento en el periodo, indican cifras del Inegi y de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar).
Sólo en abril hubo 267 mil 610 trabajadores que retiraron dinero por estar desempleados; y en total en los primeros cuatro meses de 2020, la Consar registró 933 mil 800 retiros parciales por desempleo que fueron equiparables a un monto de 5 mil 129 millones de pesos.
Para la Consar, «estos retiros todavía no reflejan los efectos de la COVID-19”, ya que corresponden a trámites que iniciaron entre mediados de febrero y de marzo, mientras que el paro de actividades no esenciales por cuestiones de emergencia sanitaria comenzó a mitad del tercer mes del año. Además, la dependencia indicó que «este tipo de retiros puede venir de mucho tiempo atrás» y que no necesariamente refleja el desempleo actual en el país, «ya que puede haber personas que cambiaron de régimen, que hacen retiros de su cuenta cada 5 años”.
Por lo anterior, el órgano gubernamental prevé que los efectos del coronavirus se vean reflejados en las cifras oficiales a partir de junio o de julio.
Aunque la Comisión recomienda no hacer retiros de las Afore porque “éstos sí tienen impacto en el número de semanas cotizadas del trabajador”, la institución reconoce que «ante una emergencia, la prioridad es el presente y será decisión del trabajador”.
Ricardo, un asesor de pensiones del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ya vivió en carne propia el proceso y dijo a SinEmbargo que lo importante, más que no retirar, es tratar de recuperar el dinero y hacer aportaciones voluntarias para garantizar el futuro.
“Hace tres años hice un retiro y me quitaron semanas cotizadas. Para efectos de mi inversión –soy del régimen del 73– sí me puede afectar si pienso hacer un proyecto. Tengo 52 años; para cuando cumpla 57-58 años, yo ya tengo que empezar a ver qué es lo que tengo que hacer para mejorar mi pensión. Entonces allí es donde yo pudiera devolver ese dinero, tal cual, sin intereses. Si a mí me dieron, no sé, 10 mil pesos hace tres años, los puedo devolver antes de que cumpla los 60 y me devuelvan mis semanas cotizadas. Ahora, si soy una persona que no tengo para invertirle a mi pensión, lo recomendable es sacar mi dinero, porque voy a obtener una pensión mínima por parte del Seguro Social”, explicó Ricardo.
POCO DINERO PARA HOY Y MAÑANA
De acuerdo con la Consar, “aproximadamente el 75 por ciento de los trabajadores que tienen sus ahorros en el SAR son trabajadores que ganan entre uno y tres salarios mínimos”.
Sus cifras también indican que al cierre de abril de 2020 hubo 66 millones 730 mil 382 trabajadores registrados en una Afore pública o privada y que, asimismo, hubo registro de 3 billones 933 mil 380 millones de pesos en las subcuentas de Retiro, Cesantía en edad avanzada y Vejez (RCV) de los trabajadores, que sirve de base para el cálculo de los recursos extraíbles por desempleo. Ello implica que la cuenta promedio de un mexicano económicamente activo tiene un saldo promedio de 58 mil 944 pesos para enfrentar la vejez.
Cuando una persona solicita un retiro parcial de recursos por desempleo, recibe una cantidad de dinero proporcional al saldo de su cuenta de RCV, según dos sistemas de cálculo de los que dependen las Afore.
En el caso de aquellas ligadas al IMSS, la ley permite retirar el 11.5 por ciento del saldo de ahorro de las subcuentas; y en el caso del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), hasta el 10 por ciento. Empero y en ambos casos, también existe la posibilidad de retirar el equivalente a tres veces el salario base de cotización del asegurado. Sin embargo, las leyes del IMSS y del ISSSTE indican que en todo caso, el monto extraíble será el que resulte menor entre los cálculos por porcentaje y por salario base.
Tomando en cuenta que el salario base promedio de cotización es de 10 mil pesos y que el saldo promedio de las subcuentas oscila entre 45 y 60 mil pesos, los retiros individuales por desempleo son de cuatro a seis mil pesos, ya que por lo general, resulta menor el monto extraíble según el porcentaje de 10 u 11.5 por ciento, que sobre el salario de cotización, explicó la Consar a SinEmbargo.
Además del dinero que una persona puede retirar por estar desempleada, existe la posibilidad de echar mano a las aportaciones voluntarias. La Comisión refirió al respecto que “las aportaciones voluntarias que haya hecho el trabajador se pueden retirar a partir de los dos o seis meses, dependiendo en la Afore en la que se encuentre”, ya que en éste caso «no hay descuento de semanas, dado que es el dinero que el trabajador hizo por voluntad”.
Asimismo, Consar manifestó que por motivo de la pandemia, «pidió mediante un acuerdo a las Afore que los retiros se paguen en una sola exhibición”; es decir, que «sólo ante ésta emergencia no se pague en mensualidades como lo establece la normatividad”.
EL PROCESO DE RETIRO
Los retiros de dinero de las Afore por motivo de desempleo sumaron 12 mil 497 millones de pesos en 2019. En el primer cuatrimestre de este año, los retiros fueron equivalentes al 41 por ciento de dicho monto y, en los meses que están por venir, se espera que las solicitudes y los retiros por desempleo vayan en aumento, siguiendo la tendencia de los últimos tres años.
Para poder hacer un retiro por desempleo hay que cumplir varios requisitos. Entre ellos destaca lo establecido en el Artículo 191 de la Ley del IMSS y en las disposiciones reglamentarias del Artículo 97 de la Ley del ISSSTE, que establecen que el trabajador puede solicitar un retiro por desempleo después de 46 días de haber dejado de cotizar o de haber sido dado de baja y que, además, el trámite sólo puede ser realizado una vez cada cinco años.
De acuerdo con Adolfo y Ricardo, quienes ya han pasado por el proceso de solicitud de retiro, existen varios inconvenientes más allá de los candados de ley.
Adolfo tuvo que actualizar sus datos y registrarse electrónicamente ante el SAR. Sin embargo, dijo que a pesar de haber cumplido con los requisitos básicos, de haber atendido a una cita presencial y de tener su registro, no tuvo una respuesta positiva ya que su solicitud, aunque no ha pasado ni ha sido desechada, está en un limbo electrónico que no le permite acceder a tres mil pesos.
“Cada vez que llamo me dicen ‘te voy a trasladar a otra persona’ y horas de espera después me cuelgan”. Para el usuario de Banorte hay excusas interminables y la espera continúa. Su próxima cita será el 24 de julio y no sabe a dónde acudir para sacar adelante la economía de su familia que, debido a la emergencia sanitaria por COVID-19, se quedó sin una fuente de ingreso.
Al igual que Adolfo, Ricardo mencionó que existen inconvenientes dependiendo de la Afore.
El asesor de pensiones del IMSS comentó que las autoridades “están tratando de ayudar a la gente para que retire sus recursos, pero hay ciertos candados: que la visita a la sucursal; que la actualización de los datos; que no dan citas hasta dentro de dos o tres meses porque las Afore están saturadas por lo mismo de que no están atendiendo en horario abierto”.
Debido a la pandemia de coronavirus, el Diputado morenista Mario Delgado Carrillo lanzó una iniciativa para que cada trabajador pueda acceder a 13 mil 308 pesos de su Afore –provenientes de las subcuentas RCV y de vivienda– sin haber cumplido con los 46 días de ley sin empleo o sin alta ante el SAR, y sin que haya descuento de semanas de cotización.
«Sobre las propuestas de algunos Diputados, incluyendo la de Mario Delgado, la Consar ha mencionado que sería contraproducente porque los ahorros son de largo plazo y para un fin, que es la pensión”. Dado que por ley y por cada retiro son reducidas semanas de cotización, con la extracción de recursos de las Afore y sin la garantía de reposición del dinero, aunque “ayudas hoy, en el futuro el tema de las pensiones bajas será mayor”, explicó la dependencia a SinEmbargo.
En un escenario regular, el promedio de la gente que cotiza con salarios de 10 mil pesos mensuales, si cumple con todas sus semanas de cotización, tendrá una pensión equiparable a la tercera parte de su ingreso medio (no más de 3 mil pesos por mes). Pero si hay retiros cada cinco años, sin aportaciones voluntarias o reposición del saldo regular, el ingreso para la vejez podría caer hasta la quinta parte (o menos) del salario promedio del trabajador; y en un escenario así, los niveles de pobreza entre la población de la tercera edad irían al alza en los próximos años.