La producción cuenta con siete canciones en las que están incluidas "Buyaka", su fuerte crítica a la explotación de las mujeres en los videos; la divertida "Rompe rodillas" y el remix de "Rebota" con Nicky Jam, Farruko, Becky G y Sech y un homenaje a los inicios del género.
Por Alicia Civita
Miami, 28 de mayo (EFE).- Hasta hace dos años Jean Carlos Santiago era la preocupación de sus padres como el más pequeño de la familia. Hoy es Guaynaa, uno de los cantantes urbanos más populares del momento gracias a lo que describió, en una entrevista con Efe, como una combinación de "mucha suerte y el descubrimiento de la meditación".
La receta de su éxito no está completa sin su pasión por combinar el reggaetón Old school con las ganas de hacer reír. Tampoco sin la madurez con la que visualiza su carrera hacia el futuro o el cuidado que le puso a su primer disco, que sale al mercado este viernes.
Con el nombre "BRB", las iniciales de "Be right back" ("Ya vengo"), la producción cuenta con siete canciones en las que están incluidas "Buyaka", su fuerte crítica a la explotación de las mujeres en los videos; la divertida "Rompe rodillas" y el remix de "Rebota" con Nicky Jam, Farruko, Becky G y Sech y un homenaje a los inicios del género.
"Hay una segunda parte que saldrá más adelante, en la que incluyo otros sonidos que son urbanos, pero no solo reguetón como 'BRB'. Quise primero darle a la gente lo que está acostumbrada a recibir de mí, lo que es lógico, para después llevármelos de viaje por mi mundo interior", explicó.
El disco, un verdadero "acto de seducción para los amantes del perreo", también incluye "Mera", su nuevo sencillo; "El bibí" con Rafa Pabón, "Chicharrón" con Cauty y "Full Moon" con Yandel.
"Es un disco para bailar, disfrutar y olvidarse un poco de lo que está pasando. Es meterse por un rato en la energía que caracteriza mis presentaciones", indicó.
Los que han seguido a Guaynaa desde que explotó en la escena urbana puertorriqueña en 2017 con su "María Freestyle", un tema rap en el que expresó su frustración por lo que pasó en su isla tras el paso del huracán María, saben que detrás de sus letras picantes y la exhuberancia de su música, hay un hombre de sustancia.
"En la vida hay que agarrarse de las oportunidades que aparecen. Yo siempre había cantado y rapeado, pero no me planteaba esta carrera. Me tocó ser el 'mamarra', el que hace reggaetón viejo y me lo estoy disfrutando, pero no es lo único que tengo para ofrecer", aseguró.
UN REGUETONERO ZEN
Después de completar la propuesta de "BRB" con otro disco al que aún no ha dado nombre, sueña con presentarle a sus fans música inspirada en la meditación zen, que practica regularmente, y que se caracteriza por enfocarse con los sonidos de la naturaleza para conseguir el "satori", el despertar y la iluminación de la mente.
"Es un sistema japonés que me ha ayudado mucho. Lo hago siempre que puedo y me calma", contó.
Durante la entrevista, que se hizo a través de una videollamada, Guaynaa recordó los dramas familiares por su pobre desempeño escolar: "Llamaban a mis papás y les decía que no me faltaba inteligencia", rememoró. El problema era que no se quedaba quieto.
Es fácil imaginarlo de pequeño fracasando en cumplir las órdenes de que se mantuviera tranquilo. A los 27 años sigue en constante movimiento: cambia de posición, se estira, mira a los lados. Detrás de la cámara de su celular, su madre se ríe recordando lo preocupada que estaba por él hasta hace poco.
"Yo cambiaba de intereses todo el tiempo. Ya hasta los vecinos preguntaban y qué va a pasar con la vida de este muchacho", admitió entre risas. Fue jockey en la ciudad estadounidense de Boston y hasta estudió ingeniería petroquímica en Puerto Rico.
La búsqueda del zen lo ha ayudado a tranquilizarse en el presente y reconoció que lo ha preparado para el confinamiento obligado por el coronavirus.
UNA ABUELITA INDIGNADA
"Me ha sorprendido cómo logré canalizar mi energía hacia mi entorno en estos días. Estoy muy enfocado a cuidarme más. Leer cosas que me ayuden, hacer ejercicio, comer a mis horas y tener una buena dieta, ayudar a mi familia y a unos vecinos mayores que tenemos y que necesitan que estemos pendientes de ellos", manifestó.
Esos vecinos le recuerdan a los que más le ha faltado en el encierro. "Extraño mucho a mis abuelitos maternos", quienes ya fallecieron, dijo.
Se imagina a menudo que los dos están en el "mundo espiritual en una batalla" sobre sus canciones. "Mi abuela estaría indignada. Ella era la reina de la vergüenza", bromeó.
Sin embargo, insiste en que su intención es todo lo contrario.
De hecho, el propósito de Guaynaa es "que la gente se ría y la pase bien. Por eso se hace un esfuerzo grande para decir cosas atrevidas, pero sin faltar el respeto o usar malas palabras".