Durante la juventud, estudiar puede reducir la posibilidad de tener demencia en un 8 por ciento, en la etapa de mediana edad, perder audición puede aumentarla un 9 por ciento, la hipertensión en un 2 por ciento y la obesidad en un 1 por ciento.
MADRID, 16 de junio (EUROPAPRESS).- El ejercicio terapéutico pautado por un fisioterapeuta y con su supervisión durante el envejecimiento disminuye el riesgo de padecer procesos degenerativos como la demencia, según ha informado el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM).
Además, los fisioterapeutas inciden en los beneficios del ejercicio para potenciar otros aspectos del cuerpo como el equilibrio y la fuerza para evitar caídas, así como para mejorar el estado de ánimo, la movilidad o la independencia.
"Hacer ejercicio con tu fisioterapeuta además es un buen recurso para reducir el dolor y la posibilidad de padecer enfermedades cardiovasculares, entre una larga lista de beneficios nada despreciables que pude proporcionarnos", añade la secretaria general del CPFCM, Montserrat Ruiz-Olivares.
Sin embargo, destacan que la demencia no es una consecuencia inevitable del envejecimiento pues, según reflejan diferentes estudios, si bien el 65 por ciento de las causas que la producen son aquellas en las que no interviene la propia persona como la edad, el sexo, o la genética; en el 35 por ciento restante sí influyen algunos comportamientos o hábitos de vida durante la juventud, la etapa de mediana edad y el envejecimiento.
Así, mientras que, durante la juventud, estudiar puede reducir la posibilidad de tener demencia en un 8 por ciento, en la etapa de mediana edad, perder audición puede aumentarla un 9 por ciento, la hipertensión en un 2 por ciento y la obesidad en un 1 por ciento. En la franja de edad avanzada, fumar puede aumentar estas posibilidades en un 5 por ciento, la depresión en un 4 por ciento, la inactividad física en un 3 por ciento, la soledad social en un 2 por ciento y la diabetes en un 1 por ciento.
"Estos datos nos recuerdan la necesidad de llevar a cabo rutinas saludables durante todas las etapas de la vida, así como la importancia de hacer de la actividad física como una parte más de nuestro día a día que, en un futuro, puede prevenir complicaciones como la demencia", apunta Ruiz-Olivares.