De acuerdo con la carta realizada por personal de salud de 90 países, las inversiones "deben reducir la contaminación del aire y las emisiones causantes del calentamiento climático global, que dañan la salud humana, y crear mayor capacidad de resiliencia ante futuras pandemias y al mismo tiempo crear empleos sostenibles".
Madrid, 26 may (EFE).– Más de 40 millones de médicos, enfermeras y profesionales de la salud de 200 organizaciones pertenecientes a 90 países enviaron hoy una carta al G-20 para instar a los gobernantes a poner la salud pública y el cambio climático en el centro de los programas de recuperación e inversiones de la COVID-19.
Es necesario "priorizar inversiones en salud pública, aire limpio, agua limpia y un clima estable en los paquetes de recuperación económica que se analizan actualmente", aseguran los firmantes de la misiva, englobados en la #HealRecovery, "muchos de ellos en primera línea de la pandemia COVID-19".
La misiva la promueven y apoyan las organizaciones Global Climate and Health Alliance, Every Breath Matters y la Organización Mundial de la Salud (OMS), "al servicio de la comunidad médica y sanitaria mundial".
Es la mayor movilización sanitaria mundial desde la firma en 2015 del Acuerdo de París sobre Cambio Climático, y entre otras organizaciones firmantes están: la World Medical Association; International Council of Nurses; Commonwealth Nurses and Midwives Federation; World Organization of Family Doctors o la World Federation of Public Health Associations.
Los líderes mundiales "deben aprender de los errores cometidos durante esta pandemia", dicen, y, por ello, subrayan que los nuevos planes deben ir encaminados a hacer "un mundo más fuerte, saludable y resiliente frente a nuevas crisis".
"No se trata simplemente de salud, se trata de garantizar que los paquetes de recuperación que se implementen aborden los problemas climáticos con posibles grandes impactos en la salud humana y planetaria", señalan.
Esas inversiones "deben reducir la contaminación del aire y las emisiones causantes del calentamiento climático global, que dañan la salud humana, y crear mayor capacidad de resiliencia ante futuras pandemias y al mismo tiempo crear empleos sostenibles".
"Es fundamental que los gobernantes escuchen e involucren en la elaboración de los planes de recuperación a médicos y científicos. Las decisiones de estímulos económicos deben tener en cuenta las evaluaciones médicas y científicas y cómo impactarán en la salud pública a corto y largo plazo", agrega la carta.
Esta pandemia "ha puesto a los médicos, enfermeras y personal sanitario ante situaciones de angustia frente a la muerte, a la enfermedad y afecciones mentales que no se han vivido en décadas".
La escala de esta pandemia "podría haber sido mitigada parcialmente con adecuadas inversiones en preparación para pandemias, salud pública y administración ambiental".
Según indican, durante las próximas reuniones del G7, del Consejo Europeo, del FMI, del Banco Mundial y del G20, los gobernantes "tienen la oportunidad de poner conjuntamente la salud pública en el centro de todos los esfuerzos de recuperación".
"Dependerá de cómo y dónde destinen los trillones de dólares que están preparando para inyectar a la economía mundial".
Tras enfatizar que "la economía sufre impactos cuando la salud humana se ve afectada", abogan por reducir la contaminación atmosférica, que "debilita los pulmones, el corazón y otros órganos, y los gases de efecto invernadero, causantes de sequías, calor extremo, inundaciones, incendios forestales y otras perturbaciones potencialmente mortales".
Y se muestran convencidos de que una "recuperación saludable" requiere inversiones en industrias, empleos, producción y cadenas de suministro de alimentos sostenibles e innovadoras.
Con estas medidas se fomentarían dietas saludables, energía renovable, el ejercicio físico, el uso de la bicicleta y de transportes sostenibles, una regeneración radical de árboles y la naturaleza y otros cambios que apuntalarán la salud humana, económica y planetaria en el futuro, concluyen los médicos, enfermeras y sanitarios.
Entre los firmantes están: el doctor Miguel R. Jorge, presidente de la World Medical Association; Annette Kennedy, presidenta del International Council of Nurses; Jeni Miller, directora ejecutiva de la Global Climate and Health Alliance, y María Neira, directora de Salud Pública, Medioambiente y Determinantes Sociales de la Salud en la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Asimismo, el profesor K Srinath Reddy, presidente de la Public Health Foundation de India; Mary Robinson, Chair of Elders, expresidenta de Irlanda y antigua Comisionada de Derechos Humanos en Naciones Unidas, y Fiona Armstrong, fundadora y directora ejecutiva de Climate and Health Alliance de Australia.