Desde este sábado 9 de mayo, Juaritos Literario te invita a visitar, a través de YouTube, los sitios protagónicos de la Toma de Ciudad Juárez, acontecida del 8 al 11 de mayo de 1911. A través de crónicas, novelas, obras de teatro, fotografías y versos, distintas voces mostrarán el espacio referido y describirán el texto literario que se ocupa de dicho lugar.
La idea del recorrido consiste en redescubrir un acontecimiento desdeñado por la historiografía nacional y valorar la trascendencia de la región juarense en el desarrollo de la historia mexicana para fortalecer la identidad de dicha región.
Por Amalia Rodríguez
Ciudad Juárez, Chihuahua, 9 de mayo (JuaritosLiterario).- "Cartografía literaria de Ciudad Juárez" tiene como propósito principal vincular los espacios de ficción que retratan a la frontera con su equivalente real. Quienes participamos en este proyecto colectivo partimos de la idea de que el vínculo entre la identidad de una región con las letras que se ocupan de su propia cultura resulta vital.
Es decir, buscamos enlazar al transeúnte, habitante o visitante con los textos que, justo como ellos, han ocupado o recorrido nuestras calles. ¿Cómo difundir todas aquellas obras, en apariencia lejanas a un público no especializado, que retratan a nuestra frontera, para después proyectar esa referencia en el trazado urbano real? ¿Cuál es la manera más factible de hacer partícipe a la comunidad del patrimonio literario (intangible) y arquitectónico (intangible) que le pertenece?
Las rutas literarias cristalizan, a través de las historias que comparten los asistentes y el recorrido que siguen sus pies al caminarlas, la relación entre las letras y el territorio fronterizo. Nuestros circuitos se encaminan a domeñar el espacio citadino, dominarlo, y finalmente apropiárnoslo. La investigación, desde la filología, averigua qué ocurre cuando pensamos y describimos en términos espaciales y locales la tradición literaria que da cuenta de los procesos históricos de Ciudad Juárez. Proceder así, saliendo a las calles, es tomar en serio la unidad de acción, tiempo y lugar.
Durante los cuatro años en que hemos puesto en marcha la iniciativa, las rutas literarias (ocho hasta el momento), con cierta incidencia en el turismo cultural, representan un acontecimiento en vivo, que requiere la presencia física, anímica e intelectual de un grupo de personas reunido para platicar, explorar y descubrir un área específica de la localidad. Así, la emoción que permea las páginas de diversos libros se vuelve el aliciente a cada paso y en cada parada, en circuitos de dos a tres kilómetros.
No obstante, desde hace cuatro o cinco semanas la forma de actuar de todas y todos ha cambiado sustancialmente. Ahora requerimos aprovechar las herramientas tecnológicas que estos días han sacado a flote a la comunidad, ya sea para cuestiones laborales, educativas o culturales. De esta manera, y con el fin de ahondar en uno de los hechos históricos más importantes que cimbraron a nuestra frontera, diseñamos y adaptamos a las circunstancias actuales Huellas de la toma, una ruta literaria virtual en la que recorreremos, de manera remota a través de nuestro canal en YouTube, los escenarios de batalla de la Toma de Ciudad Juárez, acontecida entre el 8 y el 11 de mayo de 1911. “En el espacio leemos el tiempo”, sentenciaba el lema del fundador de la geografía humana, Friedrich Ratzel.
El recorrido virtual llevará a los espectadores por medio de cápsulas videográficas a los sitios retratados por la literatura como sitios protagónicos de la contienda. Diez videos, almacenados en streaming y publicados periódicamente desde hoy, 9 de mayo, mostrarán el espacio referido y describirán el texto literario que se ocupa de dicho lugar.
Distintas voces (gracias a la participación de estudiantes de la maestría en Estudios Literarios de la UACJ), a través de crónicas, novelas, obras de teatro, fotografías y versos, contarán frente a la cámara lo que sucedió durante los tres días de una breve pero determinante batalla que culminó con la renuncia de Porfirio Díaz al poder.
Conservamos múltiples perspectivas, posiciones y bandos sobre la toma o rendición de la plaza. La idea consiste en redescubrir y posicionar en su justo lugar un acontecimiento desdeñado por la historiografía nacional; identificar y valorar la trascendencia de nuestra región en el desarrollo de la historia mexicana fortalece la unión y la identidad de nuestra comunidad.
Huellas en la Toma comienza en el lugar que hoy sirve como resguardo oficial de las memorias de aquella estrepitosa época, el Museo de la Revolución en la Frontera. Ahí, presentaremos a Abraham González, figura capital un tanto olvidada, protagonista de la novela Materia de sombras (2001), cuyo autor es uno de los mayores responsables de rescatar del polvo la trascendencia de la batalla de Ciudad Juárez.
El historiador Pedro Siller publicó, además, en coautoría con Miguel Ángel Berumen, curador del MUREF, 1911: La batalla de Ciudad Juárez (2003), una exhaustiva investigación en dos volúmenes que ha servido como punta de lanza para ahondar en un episodio clave y desencadenante, y en la que nos hemos basado para el diseño del presente proyecto. Las Historias desconocidas de la revolución mexicana en El Paso y Ciudad Juárez 1893-1923 (2005), del historiador David Dorado Romo, y Ciudad Juárez: versiones de una toma, 1911 (2011), del crítico literario José Manuel García completan nuestras fuentes documentales.
Luego, en el Callejón Manuel Doblado interpretaremos distintas piezas musicales de inicios del siglo pasado que aparecen en A Texas-Mexican cancionero (1976), editado por Américo Paredes. En esta misma línea, pero más cercanos al puente internacional Santa Fe, tocará el turno a la poesía de Miguel Ángel Chávez, Violentta Schmidt y Míkel Deltoya, inspirada en estampas revolucionarias. De ahí, nos trasladaremos a lo alto de la Presidencia Municipal para escuchar una de las voces extranjeras, y de mayor preparación en materia militar, que intervinieron en el movimiento armado: A toast to Rebellion (1936) de Guiseppe Garibaldi. Junto a la Acequia Madre, sobre la calle Internacional, hablaremos sobre la enigmática figura de quien inició la insurgencia; será él mismo quien nos compartirá sus visiones espiritistas en las páginas de Madero, el otro (1986), novela histórica del Ignacio Solares.
Después, en el antiguo Edificio Río Bravo, locación del mediometraje documental Las luces de la batalla (2003) de Ángel Estrada, subrayaremos la importancia del fotoperiodismo a través de Jimmy Hare y Esther Eva Strauss. El Monumento a Benito Juárez, por su parte, fungirá como epicentro de distintas obras dramáticas de Edeberto “Pilo” Galindo y Guadalupe de la Mora que retoman el episodio de la batalla, la victoria insurgente, la caída de Díaz, la ruptura en las tropas defensoras y el papel de las mujeres. Las Memorias de Pancho Villa (1940) de Martín Luis Guzmán se abordarán en la antigua Garita de Metales para delinear la personalidad de una de las leyendas revolucionarias que se forjaron en estas tierras: el Centauro del Norte. Casi para terminar, en la plaza de la Misión de Guadalupe, a un costado del símbolo móvil de la revuelta, una locomotora, se desentrañará la trama de la primera novela revolucionaria en recurrir a temas homoeróticos: Vereda del norte (1937) de José Urbano Escobar.
Finalmente, cerraremos la ruta con la vida y obra de Nellie Campobello en un espacio acorde a sus andanzas en esta frontera, el Piano Bar Mr. Fog, ubicado justo a un lado del hotel en el que Nellie interpretó a Madame Zobeida, la adivinadora venida desde el lejano Egipto (en realidad, desde la Segunda del Rayo de Parral), para ganarse la vida, y sobrada fama, en estas calles.
Huellas en la Toma, al igual que el resto de nuestras rutas literarias, ya sea en formato presencial o virtual, busca, además de promover la lectura como una práctica ciudadana, redefinir y mejorar la imagen que tenemos de nuestra ciudad e historia. Pues, aunque los tiempos cambien y con ellos las formas de relación, la búsqueda y arraigo de una identidad colectiva resultan, quizá ahora más que nunca imprescindibles, para fortalecernos y continuar con el desarrollo de una sociedad habitable.