Decenas de intelectuales, ex funcionarios y empresarios mostraron su "preocupación" por las medidas de algunos países que han "restringido indefinidamente libertades y derechos básicos" con el confinamiento de la población.
Madrid, 23 abr (EFE).- Unas 150 personas entre ex mandatarios conservadores, intelectuales, empresarios, economistas y escritores iberoamericanos reclaman en un manifiesto que los estragos de la pandemia de COVID-19 no se conviertan en un "pretexto" para instaurar el autoritarismo.
Encabeza la lista el escritor hispanoperuano Mario Vargas Llosa, premio Nobel de literatura y presidente de la Fundación Internacional para la Libertad (FIL), que divulgó el documento.
También figuran ex gobernantes como el español Jose María Aznar, el argentino Mauricio Macri, el colombiano Álvaro Uribe o el mexicano Ernesto Zedillo, además de los ex mandatarios uruguayos Luis Alberto Lacalle y Julio María Sanguinetti (Uruguay), Alfredo Cristiani (El Salvador) y Federico Franco (Paraguay).
También lo apoyan los filósofos españoles Fernando Savater y Antonio Escohotado; el escritor chileno Jorge Edwards y el cubano Carlos Montaner, así como el historiador mexicano Enrique Krauze y la opositora venezolana María Corina Manchado.
El manifiesto, publicado en la página oficial de la (FIL), muestra "preocupación" por las medidas de algunos países que han "restringido indefinidamente libertades y derechos básicos" por medio del confinamiento de la población para contener la expansión de la enfermedad.
Estos imposibilita "trabajar y producir", lo que "hace pensar en un cambio de modelo alejado de la democracia liberal y la economía de mercado".
Ante la situación de excepción, aseguran los firmantes, algunos gobiernos "han identificado una oportunidad para arrogarse un poder desmedido" para suspender "el Estado de Derecho e incluso la democracia representativa y el sistema de justicia".
Citan expresamente a "las dictaduras de Venezuela, Cuba y Nicaragua", donde "la pandemia sirve de pretexto para aumentar la persecución política y la opresión", y también a México, pues allí "arrecia la presión contra la empresa privada y se utiliza el Grupo de Puebla (foro político de ideología izquierdista) para atacar a los gobiernos de signo distinto".
Sobre España y Argentina, el manifiesto subraya que dirigentes que tienen "un marcado sesgo ideológico pretenden utilizar las duras circunstancias para acaparar prerrogativas políticas y económicas que, en otro contexto, la ciudadanía rechazaría resueltamente".