La tercera temporada de La Casa de las Flores, el melodrama de Manolo Caro, estrena este 23 de abril en Netflix trayendo consigo el adiós de una de las series mexicanas más vistas.
Esta nueva entrega cerrará el ciclo de todos sus personajes y traerá a nuevos interpretados por Ximena Sariñana y Christian Chávez que develarán secretos del pasado de Virginia de la Mora.
Ciudad de México, 22 de abril (SinEmbargo).– Una de las series mexicanas más exitosas de Netflix llega a su fin con su tercera temporada. La Casa de las Flores de Manolo Caro dice adiós a la plataforma después de haber regresado a la actuación a Verónica Castro, de enloquecernos con el hablar pausado de Paulina de la Mora, criticar los tiempos actuales desde la comedia y de presentarnos a "El Cacas".
Esta tercera temporada hace un viaje al pasado e incluirá en la travesía a nuevos y a conocidos personajes, pero en su juventud. Ximena Sariñana y Christian Chávez forman parte del elenco que revelará encuentros del pasado que ayudarán a comprender y a solucionar el presente.
Ximena Sariñana se convirtió en alguien totalmente opuesto a ella para meterse en los zapatos, 40 años atrás, de Carmelita –interpretada anteriormente por la actriz Verónica Langer–, amiga y vecina de Virginia de la Mora que desesperó a más de uno en la primera temporada y que ahora ayudará a entenderla mejor.
La también cantante entabló mucha empatía con su personaje al que describe como "controversial: unos la aman y otros la odian".
"Lo que me encanta de Carmelita es esta como ingenuidad con la que se mueve en relación a los demás personajes, porque realmente no puedes llegar a entender que este 'mochismo' de Carmelita es algo que lleva siendo toda la vida. Sobre todo al principio de su vida pues todavía más", declara Ximena Sariñana en entrevista con SinEmbargo.
La tercera temporada de la serie está llena de escenas retrospectivas situadas en el año de 1979 en México. Con ese contexto de fondo, el director Manolo Caro aprovecha para hacer una critica a la clase alta de aquella época.
"Manolo logra describir la sociedad desde entonces, las problemáticas que había, la doble moral, por supuesto, que es algo que se trata mucho en la serie, la exploración de la sexualidad. Fue muy interesante adentrarse a ese mundo", cuenta.
Siendo fan de la serie y estando ansiosa de trabajar con Caro, Ximena disfrutó mucho el rodaje de la serie, pero sobre todo a su personaje Carmelita. Este papel que da una visión de cómo pensaban gran parte de las mujeres de la clase alta de aquella época.
"A finales de los 70 toca y marca una parte e de México en donde todavía no existía esta visión de la mujer que es capaz de tomar sus propias decisiones, que es capaz de escoger lo que quiere hacer, que tiene muchas posibilidades como ahora, que hoy en día las mujeres cada vez más tenemos. Carmelita no es un prototipo de la mujer liberada y de la mujer independiente ni de la mujer feminista, pero es un claro retrato de que la misma y la propia sociedad empujaba a las mujeres hace", explicó.
"A mí me gusta mucho interpretar personajes porque tienes la posibilidad de explorar distintas realidades, y si siento que Carmelita representa eso, esa realidad de lo que la sociedad esperaba que fueran las mujeres", agregó.
LA DIVERSIDAD SEXUAL EN LA TV
Si en algo coinciden Ximena Sariñana y Christian Chávez, además de ser fans de la serie, es que el trabajo de Manolo Caro resulta como un salvavidas dentro de la televisión de entretenimiento en México al mostrar sin tapujos críticas hacia la doble moral, la discriminación a la diversidad sexual, los mecanismos judiciales, la clase alta, el clasismo, entre otros, presentados a través de una comedia negra.
Patricio Aguirre, interpretado por Christian Chávez, será un personaje clave en el presente de los De la Mora y del que ya hemos escuchado un poco al final de la segunda temporada porque fue quien apoyó económicamente a Virginia durante su quimioterapia.
"Pato", es el mejor amigo de Virginia durante su juventud. Es un joven que vive su homosexualidad de forma libre, a pesar que era mal vista por la clase alta. Aunque de hecho, en palabras del actor, es algo que aún sigue sucediendo junto con la doble moral.
El ex RBD comentó en entrevista con varios medios de comunicación que a pesar de que ya tenía muchas ganas de trabajar con Manolo Caro, aceptar a su personaje no fue tan fácil y lo enfrentó a todo un reto con lo que pensaba.
"Yo no había querido aceptar personajes gays desde que salí del closet porque estaba yo casado con esta idea de ‘¿por qué tengo yo que hacer personajes gays si soy gay, no?'". Sin embargo, afirma que cuando llegó el papel y habló con Caro pudo comprender mejor la época y su contexto.
"La verdad, como gay, nunca estuve involucrado en el mundo trans nunca fue algo que llamó mucho la atención, y que no entendía hasta cierto punto. De pronto también tenía mis ideas sobre las cosas. Al presentarme este personaje, Manolo, y meterme de forma total, al entender que era la esencia del personaje y cómo era que había evolucionado todo este movimiento y hablar de gente había estado presente en este movimiento y saber qué es lo que lleva a las personas, sobre todo a las personas trans, qué las lleva a vivir una vida así, muchas cosas que no entendía, cómo actor y ser humano me vino abrir los sentidos. Eso es algo que se agrace".
Chávez explica que después de la fama que obtuvo por RBD, Ahora buscaba papeles que representarán un reto y que estuvieran lejos de los proyectos de las grandes televisoras. Él quería más cine, streaming y teatro.
"Los personajes que hay en mí para la televisión ya los hice. Estoy un un momento de maduración como actor. Estoy buscando personajes que dejen algo, que digan algo y que como actor me reten a ser y una persona completamente distinta", explicó.
Parte de esta decisión se la debe a la calidad con que Netflix crea sus contenidos, pues detalla que a diferencia de la televisión, hay más trabajo de mesa, respeto e historias innovadoras con temas actuales.
"Cuando salí un poco de esta onda de televisa y la televisión abierta, estaba un poco cansado de las mismas historias, un poco cansado de los personajes hasta dónde podían llegar, qué tanto las historias pueden cambiar, qué tanto se arriesga la gente o no, y la televisión abierta no lo hace. Creo que las plataformas como Netflix lo hacen, y por eso ahorita son el número no porque se ha jugado con calidad".
Otro de los proyectos en lo que también trabajó para esta plataforma, Christian Chávez es para la serie de comedia Madre sólo hay dos, próxima a estrenarse y donde Ludwika Paleta y Paulina Goto son protagonistas.
"Me siento muy honrado de poder ser parte de esta serie. Yo había querido trabajar con Manolo desde hace tiempo porque me encanta lo que él hace, las cosas que hace en Netflix también siempre me han gustado y siempre me han llamado la atención, pero nunca se había dado la oportunidad para hacer un proyecto con Netflix, cuando llegó este proyecto fue maravilloso".