WASHINGTON, 3 de marzo (AP) — El Presidente Donald Trump confirmó el martes que tuvo una conversación telefónica con el líder del Talibán, convirtiéndose en el que sería el primer mandatario estadounidense en la historia en hablar directamente con el grupo extremista que albergó a Al Qaeda antes de los ataques del 11 de septiembre de 2001 y que es responsable de la muerte de miles de soldados estadounidenses en casi 19 años de conflicto armado en Afganistán.
“Tuvimos una muy buena charla con el líder del Talibán hoy, y ellos quieren que esto se acabe, y nosotros queremos que esto se acabe. Creo que todos tenemos un interés en común”, declaró el mandatario. “De hecho, tuvimos una muy buena conversación con el líder del Talibán”.
La llamada del martes, que según el Talibán duró 35 minutos, se dio días después de que Estados Unidos y el grupo firmaron un acuerdo sobre el retiro de tropas estadounidenses, permitiéndole a Trump avanzar en una importante promesa de campaña de sacar a Estados Unidos de lo que definió como “guerras sin fin” y allanando el camino para que el martes inicien las negociaciones dentro de Afganistán.
Trump insinuó que no era la primera vez que habla con el grupo vía telefónica. Cuestionado el martes sobre si era su primera conversación el líder del Talibán, el mandatario respondió: “No quiero decirlo”.
Previamente, el portavoz del Talibán Zabiullah Mujahid tuiteó que el Presidente había hablado telefónicamente con el mulá Abdul Ghani Baradar, cofundador del grupo y director de su rama política en Qatar.
“La relación que tengo con el mulá es muy buena”, dijo Trump. “Hoy tuvimos una muy buena y larga conversación y, saben, quieren ponerle fin a la violencia. También quieren ponerle fin a la violencia”.
El secretario de Estado Mike Pompeo atestiguó el acuerdo, que firmaron los principales negociadores de ambas partes el sábado pasado en Doha, Qatar. Según el pacto, los 13.000 soldados estadounidenses saldrán de Afganistán en cuestión de 14 meses en caso de que el Talibán cumpla con sus obligaciones con Estados Unidos. Esos compromisos están ligados al combate al terrorismo, evitar que Afganistán se convierta en refugio para terroristas, denunciar a grupos terroristas, cortar sus nexos previos con Al Qaeda y ayudar a combatir a la filial del grupo Estado Islámico.