Desde la era preindustrial, la absorción y la emisión del CO2 proveniente de la actividad antropogénica se ha intensificado a escala global. En pocas palabras, el océano se está acidificando debido a que está absorbiendo cantidades inmensas de CO2 del ambiente provocando que el pH disminuya. Se dice que las cifras actuales son las más elevadas de los últimos 800 mil años, el agua se ha vuelto 30 por ciento más ácida. Estas altas concentraciones de CO2 alteran la estabilidad del océano y la vida dentro del mismo afectando desde los organismos más pequeños hasta animales de mayor tamaño.
Según la NOAA (Ocean Acidification Program), la acidificación de los océanos cambia las costas, liberando el exceso de nutrientes que pueden crear floraciones de algas, aumentando la temperatura y la salinidad del mar. Los iones de carbonato son menos abundantes en condiciones ácidas, lo cual afecta directamente a los corales y animales como los moluscos y crustáceos, que necesitan de estos iones para que sus conchas y estructuras estén fuertes. Existe una comprensión limitada de los efectos actuales de la acidificación oceánica sobre la vida marina, pero cada vez es más notorio. Lo que actualmente se sabe gracias al trabajo de campo es que ya se han visto afectaciones en animales invertebrados calcificadores.
La acidificación del Océano Pacífico a lo largo de la costa oeste de Estados Unidos ha aumentado más rápido de lo previsto, lo cual resultó en que la química del carbonato cambiara.
El pasado mes de enero, se reportó un estudio que fue publicado en el journal de Science of the Total Environment en el que se habla del caso de cangrejos Metacarcinus magister del Océano Pacífico. Sus caparazones estaban destruidos y sus órganos sensoriales dañados debido al cambio en el pH de la zona. Esta acidificación está afectando a estos cangrejos en sus etapas más tempranas del desarrollo, debilitando sus cuerpos y órganos mecanorreceptores que alentan sus movimientos y su capacidad para encontrar comida, retrasando así su tasa de maduración.
"Encontramos impactos de disolución en las larvas de cangrejo que no se esperaban que ocurrieran hasta mucho más tarde en este siglo", dijo Richard Feely, coautor del estudio y científico principal de NOAA.
Se cree que durante los próximos cien años, la acidificación estará ahora concentrada en la superficie, en donde se encuentran la mayoría de los organismos calcificadores y corales tropicales. Esto generará un gran desbalance en la cadena trófica y en la vida de muchos animales.
Algunas de las recomendaciones de la NOAA para reducir nuestras emisiones son las siguientes:
-Optar por transporte público, coches con bajas emisiones, caminar o usar bicicleta.
-Elegir electrodomésticos e iluminación energéticamente eficientes y apoyar fuentes de energía limpia
-Reducir el uso de fertilizantes, mejorar el tratamiento de aguas residuales y escorrentía.
-Apoyar al comercio local, hacer composta y reducir el consumo de carne y lácteos.
Nuestras elecciones alimentarias y hábitos definitivamente ayudarían a que esta problemática no escale, la vida en el mar nos necesita. Únete al Semanario Vegano para recibir recetas, recomendaciones de productos, información de nutrición y más a tu correo electrónico de manera gratuita.
“Una dieta vegana es probablemente la mejor forma de reducir tu impacto en el planeta Tierra, no solo los gases de efecto invernadero, sino la acidificación global, la eutrofización, el uso de suelo y agua.”
– Joseph Poore, investigador de Ciencias Ambientales, Universidad de Oxford (2018).