El libro, publicado el martes, ha sido aclamado por muchos pero también criticado por reforzar “estereotipos mexicanos rancios” y por un lenguaje forzado que evidencia que es la obra de una forastera.
La historia sigue a la dueña de una librería en Acapulco, México, que pierde a gran parte de su familia a manos de un cártel de la droga y huye al norte con su hijo de 8 años.
Por Hillel Italie
Nueva York, 22 de enero (AP).- American Dirt de Jeanine Cummins, una de las novelas más esperadas y polémicas del año, es el nuevo libro seleccionado por Oprah Winfrey para su club de lectores.
El libro, publicado el martes, sigue a la dueña de una librería en Acapulco, México, que pierde a gran parte de su familia a manos de un cártel de la droga y huye al norte en un aterrador viaje con su hijo de 8 años. Ha sido aclamado por muchos pero también criticado por reforzar “estereotipos mexicanos rancios” y por un lenguaje forzado que evidencia que es la obra de una forastera.
Fue adquirida por Flatiron Books en 2018 con un contrato millonario y ha sido comentada en el mundo literario desde entonces. Ha aparecido en numerosas listas de libros que hay que leer en 2020, se posicionó entre los 20 más vendidos de Amazon.com previo a su publicación, y ha sido elogiada por escritores como John Grisham, Stephen King y las latinas estadounidenses Erika Sánchez y Sandra Cisneros.
Winfrey dijo a The Associated Press en una entrevista telefónica el viernes que le llamó la atención el comentario del novelista Don Winslow, quien comparó American Dirt con The Grapes of Wrath (Las uvas de la ira) de John Steinbeck
“Recuerdo que pensé, ‘Sí claro, más vale que sepas de qué estás hablando porque yo tengo una primera edición de Grapes of Wrath y está sobre un pedestal en mi sala'", dijo Winfrey. “Ahora, yo no diría que esto es ‘Grapes of Wrath’, pero sí voy a decir que... yo he sido periodista, he seguido las noticias, he visto historias todos los días, he visto a los niños en la frontera y se me encoge el corazón. Y nada ha logrado hacerme sentir el dolor y la desesperación de lo que significa estar a la fuga (como American Dirt). Ha cambiado el modo en que veo todo el asunto y yo ya era solidaria".
Cummins, quien también habló recientemente con la AP, dijo que la primera vez que pensó escribir el libro fue en 2013, inspirada por varias razones. Su esposo emigró de Irlanda y ella recordó los muchos años que le tomó conseguir su permiso de residencia, y la ansiedad, antes de que se casaran, ante el temor de que fuera deportado. También estaba conmovida por lo que consideraba una cobertura sensacionalista de la inmigración, y, más indirectamente, por su dolor por una tragedia de 1991, cuando dos primas suyas fueron violadas y obligadas a saltar de un puente a sus muertes.
“Tantas historias se centran en hombres violentos e historias machistas violentas sobre personas que cometen atrocidades”, dijo. “Mi esperanza era mostrar la narrativa en un nuevo marco, desde el punto de vista de las personas en el otro lado de la violencia”.
Cummins, que tiene antepasados irlandeses y puertorriqueños, dijo que pasó mucho tiempo en México y conoció a muchas personas a ambos lados de la frontera. Su novela ha planteado interrogantes, sin embargo, sobre si ella, que no es mexicana ni inmigrante, era apta para contar esta historia. La propia Cummins ha expresado sus dudas. En el epílogo del libro, escribió: “Deseaba que alguien un poco más moreno que yo lo hubiera escrito". Y entonces agregó que quizás ella podía servir como un puente. “Pensé, ‘si tú eres la persona que tiene la capacidad de ser un puente, ¿por qué no ser un puente?'”, escribió Cummins.
Cisneros ha calificado American Dirt como la “historia internacional de nuestros tiempos”, pero otros escritores de ascendencia mexicana lo han criticado. Myriam Gurba, cuya obra ha sido elogiada en O: The Oprah Magazine entre otras publicaciones, escribió en internet que Cummins refuerza “estereotipos mexicanos rancios, entre ellos el Latin lover, la madre acongojada, y el hombre inmaduro estoico". David Bowles, un escritor y traductor, denunció la “hipocresía petulante” del libro.
En los últimos días, el New York Times publicó reseñas contrastantes. El crítico del Times Parul Sehgal etiquetó a los personajes de la novela de “creaciones débiles”, criticó el lenguaje como forzado e incluso absurdo, y concluyó que el “da toda la impresión de ser la obra de un forastero”. La autora Lauren Groff, quien reseñó el libro para el New York Times Book Review, se encontró completamente sumergida, pero preguntándose si debía aceptar el encargo.
“Jamás podría hablar de la exactitud de la representación del libro de la cultura mexicana o los padecimientos de los migrantes; nunca he sido mexicana ni migrante”, escribió Groff, quien sin embargo siguió “pasando las páginas”.
“American Dirt está escrito para personas como yo", escribió Groff, “esos nativos de los Estados Unidos que están preocupados sobre lo que está sucediendo en nuestra frontera sur pero que nunca han sentido el temor y la desesperación de los migrantes en su propia piel. Esta novela está dirigida a personas que han amado a un hijo y que luchan con todo lo que tienen para ver que ese hijo pueda tener un buen futuro”.
Tras la publicación de su reseña, Groff tuiteó: “Luché como una bestia con esta reseña, la moralidad de haberla asumido, mi complicidad con la mirada del hombre blanco”. Señaló que la de Sehgal era “mejor y más inteligente”.
Como un punto de inflexión para decidir escribir el libro, Cummins, de 45 años, citó una conversación con Norma Iglesias-Prieto, una profesora de estudios chicanos en la Universidad Estatal de San Diego. Según Cummins, Iglesias-Prieto le dijo: “Necesitamos tantas voces como sea posible”. (Iglesias-Preto dijo recientemente al diario Los Angeles Times que “todo el mundo tiene derecho a escribir sobre un tema popular aun si no es parte de esa comunidad”).
Winfrey eligió American Dirt a fines del año pasado y, cuando se le preguntó sobre la controversia, antes de las reseñas del New York Times, dijo que no estaba al tanto de ella. Pero citó su propia respuesta visceral como señal de que Cummins había cumplido un papel vital para la ficción.
“Ella humaniza este problema”, dijo Winfrey, quien espera entrevistar a la escritora en algún lugar de la frontera entre Estados Unidos y México en un encuentro que se transmitiría el 6 de marzo por Apple TV Plus.
Desde 1996, Winfrey ha estado impulsando las ventas de libros, a veces por cientos de miles de ejemplares o más. Ha apoyado a autores debutantes como Ayana Mathis y elegido clásicos como “Anna Karenina” y “A Tale of Two Cities” (“Historia de dos ciudades”). La novela de Cummins, la tercera seleccionada por Winfrey en una sociedad con Apple que comenzó el año pasado, continúa un patrón de estrenos prominentes que incluyen “The Water Dancer” de Ta-Nehisi Coates y “Olive, Again” de Elizabeth Strout. Winfrey, no obstante, dijo que no sigue ningún patrón excepto que los libros la obliguen a hablarle a otros sobre ellos.
“No hay una estrategia. No hay un plan”, dijo. “Estoy abierta a todos los libros”.
Cummins es autora de tres obras previas: las novelas “The Crooked Branch” y “The Outside Boy”, y el libro de memorias “A Rip In Heaven", sobre los ataques y muertes de sus primas. Espera comenzar a escribir pronto una nueva novela que anticipa que estará relacionada a Puerto Rico.