El pensador murió el pasado 17 de enero y ya ha sido incinerado en una ceremonia privada, pero la noticia no había trascendido hasta hoy, siguiendo así su propia voluntad de difundir la información tres días después.
Severino, nacido el 26 de febrero de 1929, era considerado uno de los grandes filósofos e intelectuales en vida y centró sus tesis en el tema de la verdad del ser, la muerte, la eternidad y Dios.
Roma, 21 de enero (EFE).- El filósofo italiano Emanuele Severino, uno de los intelectuales más reconocidos a nivel internacional, falleció en su ciudad natal, Brescia (norte), a los 90 años de edad, informan hoy los medios locales.
El pensador murió el pasado 17 de enero y ya ha sido incinerado en una ceremonia privada, pero la noticia no ha trascendido hasta hoy, siguiendo así su propia voluntad de difundirla tres días después, de acuerdo a las mismas fuentes.
Severino, nacido el 26 de febrero de 1929, era considerado uno de los grandes filósofos e intelectuales en vida y centró sus tesis en el tema de la verdad del ser, la muerte, la eternidad y Dios.
Licenciado en Filosofía en 1948 en la Universidad de Pavia con una tesis sobre Martin Heidegger y la metafísica, muchos de sus trabajos también abordaron la historia del pensamiento occidental desde el punto de vista religioso, científico y filosófico.
Sus posiciones ateas, que excluyen conceptos como el Más Allá o la salvación, colisionaron con la Iglesia católica.
Severino ejercía como docente de Filosofía Teórica desde 1954 en la Universidad Católica de Milán (norte) pero su puesto empezó a peligrar tras la publicación en 1962 de Studi di filosofia della prassi, en cuyas páginas sostenía que la fe era una contradicción.
Su posición en la Universidad se complicó aún más con la llegada de sus dos siguientes textos, Ritornare a Permanide (1964) y Poscritto (1965), en los que apunta que el cristianismo es "parte de la alienación esencial" de Occidente.
El Santo Oficio del Vaticano, ahora conocido como Congregación para la Doctrina de la Fe, estudió detenidamente sus textos y en 1970 decidió apartarle como docente al verlos "incompatibles" con la doctrina católica.
"Critica desde la raíz la concepción de la trascendencia de Dios y los principios fundamentales del cristianismo como tal vez nunca hayan hecho el ateísmo y la herejía", escribió entonces el consultor del Santo Oficio, Cornelio Fabro.
Tras salir de Milán, Severino ejerció como profesor de Filosofía Teórica entre 1970 y 2001 en la Universidad de Venecia, donde quedó como profesor emérito.
Entre las decenas de libros que escribió, traducidos a varios idiomas como el español, el inglés y el portugués, están Il declino del capitalismo (1993), La filosofía dai Greci al nostro tempo (1996), Dall'Islam a Prometeo (2003) o Nascere, e altri problemi della coscienza religiosa (2005), entre otras grandes colecciones.
Su trayectoria le granjeó numerosos reconocimientos como el Premio internacional Friedrich Nietzsche, el título de Caballero de la Gran Cruz y la Medalla de Oro de la República italiana por su contribución a la cultura.
Estaba casado desde 1951 con la profesora Violetta Mascialino, con quien tuvo dos hijos, Federico y Anna.