Warhol utilizó cámaras a lo largo de toda su carrera, con una gran variedad de estilos y conceptos, de pequeños bodegones a retratos de celebridades, tomas en fotomatones y exploraciones más experimentales.
Nueva York, 19 de enero (EFE).- Aunque menos conocida, la fotografía fue una parte esencial del proceso creativo de Andy Warhol y a ella está dedicada una nueva exposición en Nueva York, que repasa veinte años de imágenes creadas por el icónico artista estadounidense.
La muestra, que puede verse hasta el 15 de febrero en la galería Jack Shainman del barrio de Chelsea, recoge multitud de fotos desconocidas o que apenas han sido expuestas en público.
El catálogo de Warhol ofrece, no hay duda, mucho donde elegir: a su muerte había dejado un tesoro de casi 130 mil imágenes hechas con su querida cámara Minox.
Esa ingente cantidad de fotos representa únicamente la producción del artista en sus últimos diez años de vida, pues no fue hasta 1977 que empezó a usar ese aparato de 35mm, un regalo de su marchante suizo Thomas Ammann.
La Minox se convirtió de inmediato en el instrumento favorito de Warhol, que no iba a ningún sitio sin ella, como antes había hecho con su Polaroid, a la que a finales de los 60 se refería cariñosamente como su "cita".
Ambas cámaras están representadas en la muestra, que recopila imágenes tomadas entre 1967 y 1987, año en que falleció de manera inesperada el polifacético creador, justo cuando pensaba apostar a fondo por la fotografía.
Warhol sólo pudo ver en vida una exposición de su catálogo fotográfico, la que se abrió en enero de 1987 en la galería Robert Miller.
Su fascinación por la foto, sin embargo, venía de lejos, inspirada en un primer momento por los retratos comerciales de famosos como Marilyn Monroe, Elvis Presley y Marlon Brando, así como por la fotografía periodística de sucesos y desastres.
Warhol utilizó cámaras a lo largo de toda su carrera, con una gran variedad de estilos y conceptos, de pequeños bodegones a retratos de celebridades, tomas en fotomatones y exploraciones más experimentales.
Entre ellas destacan sus oscuras series de fotografías cosidas unas a otras en paneles de cuatro, seis o nueve imágenes idénticas, muchas expuestas actualmente en colecciones permanentes de museos, pero con varias a exhibición en esta nueva muestra.