Morales aseguró que el Gobierno "de facto" de Yeanine Áñez no tiene ninguna autoridad ni moral para hablar de soberanía, pues en este momento, Bolivia está "gobernada por Estados Unidos".
Buenos Aires, 28 diciembre (EFE).- Evo Morales, expresó este sábado su rechazo a la petición de la Embajada de Estados Unidos en Argentina al Gobierno de Alberto Fernández, donde exigen que el ex Presidente boliviano "no abuse de su estatus", comparándola con los "tiempos del Plan Cóndor".
"La complicidad de Estados Unidos es tan evidente en el golpe de Estado en Bolivia que la Embajada norteamericana en Argentina habla por los golpistas y pide al Gobierno del Presidente Alberto Fernández que limite mi refugio político, como en tiempos del Plan Cóndor", escribió Morales en su cuenta de Twitter.
La complicidad de Estados Unidos es tan evidente en el golpe de Estado en #Bolivia que la embajada norteamericana en #Argentina habla por los golpistas y pide al gobierno del presidente @alferdez limite mi refugio político, como en tiempos del Plan Cóndor.
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) December 28, 2019
El ex mandatario hizo referencia a la operación impulsada por los servicios de Inteligencia de las dictaduras del Cono Sur para secuestrar, torturar y exterminar a sus opositores con el conocimiento de Estados Unidos en las décadas de los setenta y ochenta.
La queja de Morales, quien llegó a Buenos Aires hace dos semanas y se encuentra tramitando su condición de refugiado tras renunciar a la presidencia de su país el 10 de noviembre pasado, hablaba sobre una solicitud que hizo la Embajada estadounidense en Argentina este viernes.
"Sobre el tema de Evo Morales, hacemos un llamado a la Argentina para que sea un buen vecino al apoyar la democracia boliviana y llamamos a la administración de Alberto Fernández a trabajar para garantizar que Morales no abuse de su estatus en Argentina", explicaron a EFE fuentes diplomáticas.
Por su parte, Morales añadió en su Twitter: "El Gobierno de facto de (Yeanine) Áñez, (Luis) Camacho y (Carlos) Mesa no tiene ninguna autoridad ni moral para hablar de soberanía, cuando en este momento, Bolivia está gobernada por Estados Unidos. No respetan el derecho internacional que protege a todas las misiones diplomáticas acreditadas en el país".
Presionado por las Fuerzas Armadas, entre disturbios en las calles y acusaciones de fraude electoral por parte de la oposición, Morales dimitió de su cargo como Presidente de Bolivia tras la publicación de un informe de la Organización de Estados Americanos (OEA), en el que se advertía de "graves irregularidades" en los comicios del 20 de octubre último, por medio de los cuales fue declarado vencedor para un cuarto mandato consecutivo.
En este contexto, el político denunció un golpe de Estado para derrocarlo y viajó a México, donde permaneció asilado un mes; el 12 de diciembre, el ex mandatario llegó a Buenos Aires, donde pidió refugio y se reencontró con sus hijos, quienes viven en la capital argentina desde el mes pasado.
Aunque el político indígena sigue en espera respecto de su solicitud, el Gobierno de Fernández -que considera que Morales sufrió un "golpe de Estado" y es un perseguido político en su país- adelantó que le concederá el estado de refugiado, protegiéndolo de cualquier petición de extradición.
En entrevista con Efe el martes pasado, Morales confirmó que el domingo liderará en Buenos Aires una reunión con dirigentes de su partido, Movimiento al Socialismo, a pesar de la orden de arresto que existe en su contra emitida por el Gobierno de Bolivia.
Ese encuentro permitirá iniciar el proceso de selección de un candidato presidencial para los futuros comicios previstos en su país -aún sin fecha-, ya que el ex mandatario, elegido por su formación como jefe de campaña, no se presentará.
"Vamos a emitir una convocatoria al encuentro nacional, que será en Bolivia o Argentina, y de ahí saldrá el candidato" a los comicios anunciados por la Presidenta interina Jeanine Añez, a quien Morales acusa de encabezar un Gobierno "de facto".