Las elecciones del 20 de octubre fueron anuladas después de que una auditoria de la Organización de Estados Americanos (OEA) concluyera que hubo una “manipulación dolosa” de los resultados en favor de Morales, quien buscaba un cuarto mandato. El supuesto fraude electoral desató fuertes protestas de opositores y partidarios que derivaron en la muerte de 35 personas.
Por Carlos Valdez
LA PAZ (AP) — La Asamblea Legislativa de Bolivia conformó un nuevo Tribunal Supremo Electoral (TSE) que convocará a nuevas elecciones presidenciales en abril del próximo año, tras la anulación de los pasados comicios por denuncias de fraude que provocaron la renuncia del entonces Presidente Evo Morales.
Los seis vocales elegidos por méritos y trayectoria profesional fueron seleccionados tras un acuerdo político alcanzado la noche del jueves y que incluyó al Movimiento al Socialismo (MAS), el partido de Morales que controla la mayoría en las dos cámaras. Las autoridades asumirán en las siguientes horas y su primera tarea será definir un calendario electoral y fijar fecha para los comicios, dijo la presidenta del Senado, Eva Copa.
Las elecciones del 20 de octubre fueron anuladas después de que una auditoria de la Organización de Estados Americanos (OEA) concluyera que hubo una “manipulación dolosa” de los resultados en favor de Morales, quien buscaba un cuarto mandato. El supuesto fraude electoral desató fuertes protestas de opositores y partidarios que derivaron en la muerte de 35 personas.
Morales se vio obligado a renunciar el 10 de noviembre y se asiló inicialmente en México, desde donde viajó a la Argentina que le otorgó refugio.
Los vocales del anterior TSE afrontan un proceso penal por fraude electoral.
Morales no podrá participar en los nuevos comicios al haber agotado los dos períodos que le correspondían constitucionalmente. El político, ahora refugiado en Argentina, es jefe de campaña de su partido Movimiento al Socialismo (MAS), que aún no ha elegido a su futuro candidato.
Se anticipaban pugnas en el debate legislativo debido a la dura confrontación entre el MAS que controla la mayoría en las dos cámaras y las bancadas minoritarias, entre ellas Unidad Demócrata (UD) de la Presidenta interina Jeanine Áñez.
Las pugnas han sido más bien al interior del MAS, que ha quedado dividido. La caída del primer Presidente indígena no solo dejo fracturado a su partido, sino que también abrió un nuevo escenario político en el que la oposición parece tener una mejor oportunidad luego de estar relegada durante casi 14 años del Gobierno de Morales.
Áñez asumió el Gobierno interino con la misión de organizar elecciones “limpias, justas y transparentes” y su mandato concluirá una vez que se elija al nuevo Presidente.
Una vez conocido el calendario electoral, los partidos presentarán a sus candidatos y lanzarán a una campaña en la que el gran ausente será Morales.