Al examinar con microendoscopia los cerebros de los animales antes, durante y después de consumir el etanol, descubrieron que la ingestión compulsiva de alcohol estaba vinculada con la relación neuronal entre dos regiones cerebrales: el córtex prefrontal medio y la sustancia gris periacueductal. Al incentivar o suprimir esa conexión, lograron alterar la actitud de los roedores hacia la bebida.
Ciudad de México, 23 de noviembre (RT).– Un grupo de científicos estadounidenses descubrió en ratones un circuito cerebral que controla el consumo de alcohol y puede ser utilizado para predecir la probabilidad del desarrollo de la adicción a la bebida, según un estudio publicado el 22 de noviembre en la revista Science.
Para evaluar el nivel de adicción de los roedores al alcohol, los investigadores les dieron a ingerir una solución al 15 por ciento de etanol. Con el tiempo, empezaron a añadir a la bebida un sabor amargo para asociar su consumo a una consecuencia negativa.
Los investigadores dividieron entonces a los ratones en tres grupos según cuánto y cómo bebían: poco, mucho o compulsivamente. Estos últimos seguían mostrando el mismo comportamiento descontrolado pese a su mal sabor.
Al examinar con microendoscopia los cerebros de los animales antes, durante y después de consumir el etanol, descubrieron que la ingestión compulsiva de alcohol estaba vinculada con la relación neuronal entre dos regiones cerebrales: el córtex prefrontal medio y la sustancia gris periacueductal. Al incentivar o suprimir esa conexión, lograron alterar la actitud de los roedores hacia la bebida.
"Ahora podemos mirar dentro del cerebro y encontrar patrones de actividad que predigan si los ratones se convertirán en bebedores compulsivos en el futuro antes de que se desarrolle la compulsión", cita un comunicado del Instituto Salk de Estudios Biológicos a la profesora Kay Tye, que lideró el estudio.
"No sabemos si este circuito cerebral es específico para el alcohol o si el mismo circuito está involucrado en múltiples comportamientos compulsivos diferentes, como los relacionados con otras sustancias de abuso o recompensas naturales, por lo que es algo que debemos investigar", agregó.
Asimismo, señaló que espera que este trabajo represente un "estudio histórico".
"Cierra la brecha entre el análisis de circuitos [cerebrales] y las investigaciones del alcohol y la adicción, y proporciona una primera visión de cómo se desarrollan las representaciones del consumo compulsivo de alcohol a lo largo del tiempo en el cerebro", destacó la investigadora.