Los investigadores señalaron que la influencia de la Iglesia Católica occidental sobre las estructuras de matrimonio y familia durante la Edad Media moldeó la evolución cultural de las creencias y comportamientos que ahora son comunes entre los europeos occidentales y sus descendientes culturales.
Washington, 7 de noviembre (EFE).- Las sociedades influenciadas desde la Edad Media por la Iglesia Católica tienden a ser más individualistas, menos conformistas, "occidentales, educadas, industrializadas, ricas y democráticas", según un estudio que publica este jueves la revista Science.
Jonathan Schulz, del departamento de Economía de la Universidad George Mason, de Virginia, y sus colegas analizaron las variaciones psicológicas, que describieron como sustanciales, alrededor del mundo y la peculiaridad de muchas poblaciones "occidentales".
"Ubicados a menudo en los extremos de la distribución global, los europeos occidentales y sus descendientes en América del Norte y Australia tienden a ser más individualistas, independientes, con mentalidad analítica y mas propensos a confiar en los extraños", señaló el estudio.
Los investigadores señalaron que la influencia de la Iglesia Católica occidental sobre las estructuras de matrimonio y familia durante la Edad Media moldeó la evolución cultural de las creencias y comportamientos que ahora son comunes entre los europeos occidentales y sus descendientes culturales.
Joseph Henrich, decano de Biología de la Evolución Humana en la Universidad de Harvard y uno de los autores del estudio, describió en una rueda de prensa a esas poblaciones como "occidentales, educadas, industrializadas, ricas y democráticas".
Las iniciales de estos adjetivos en inglés forman el acrónimo "WEIRD", palabra que se traduce como "raro" o "extraño".
"Se ha argumentado que la Iglesia occidental en Europa, la rama del cristianismo que eventualmente evolucionó en la Iglesia romana, había transformado la sociedad humana desde la base al desmantelar las instituciones fundamentadas en el parentesco, los clanes y familias extendidas de Europa, y dejando a gran parte de europa con familias nucleares monógamas", añadió.
Según Henrich, desde una perspectiva antropológica, la familia nuclear monógama -la unidad formada por padre, madre e hijos- "es tremendamente rara afuera de Europa".
Empleando más de dos docenas de patrones psicológicos, datos antropológicos e históricos y el impacto de la religión sobre las personas, los investigadores confirmaron dos hipótesis.
La primera es que las poblaciones que actualmente o históricamente giran en torno a instituciones basadas en el parentesco más extendido mostrarán "mayor conformidad, obediencia, rigidez, lealtad al grupo, nepotismo y adhesión a las tradiciones, y menos individualismo, independencia y menos cooperación y equidad hacia los extraños", añadió Henrich.
"Las poblaciones con una exposición más larga a la Iglesia Católica, occidental y medieval, muestran instituciones menos apegadas a las relaciones de parentesco y cuanto más larga haya sido la influencia de la Iglesia, habrá más individualismo, menos conformidad y obediencia, y más cooperación y confianza con los extraños".
Entre las variables psicológicas y de comportamiento analizadas por estos científicos se cuentan el individualismo, la creatividad, el pensamiento analítico, el nepotismo, las donaciones de sangre, los préstamos entre la familia y los amigos, la conformidad y apego con las tradiciones, y la obediencia.
En un comentario sobre la investigación publicado en la misma revista, Michele Gelfand, del departamento de Psicología en la Universidad de Maryland (EU), señaló que "el programa de matrimonio y familia que la Iglesia Católica occidental lanzó durante la EdadMedia (a partir del año 506) puede explicar, en parte, la psicología característicamente individualista y no conformista de las sociedades WEIRD, en tiempos modernos".
Ese programa, de acuerdo Gelfand, "alteró radicalmente la institución del matrimonio al prohibir nupcias dentro de las familias extendidas (primos y primas) y al requerir, a menudo, que las parejas recién casadas establecieran hogares separados".