A poco tiempo de la celebración de los premios Óscar, los pronósticos y quinielas destacan a la película española Dolor y gloria como una de las grandes apuestas en la categoría de Mejor Película Internacional. El director Pedro Almodóvar y el protagonista Antonio Banderas fueron invitados a los Premios de los Gobernadores, donde se entregan los galardones honoríficos de la Academia de Hollywood.
Los Ángeles (E.U.), 28 de octubre (EFE).- Quedan más de tres meses para los Óscar, pero en Hollywood la paciencia no se aprecia mucho. Suenan posibles nominados, vuelan los pronósticos y en todas las quinielas aparece la cinta española Dolor y gloria como una de las grandes aspirantes en la categoría de Mejor Película Internacional.
Todo eso ayuda a explicar que Pedro Almodóvar y Antonio Banderas fueran invitados por la Academia de Hollywood a los Premios de los Gobernadores, que se celebraron en Los Ángeles (E.U.).
Sobre el papel, esta gala, más íntima y menos mediática que los Óscar (no se retransmite por televisión en directo), sirve para entregar los galardones honoríficos de la Academia, que esta vez fueron para David Lynch, Wes Studi, Lina Wertmüller y Geena Davis.
Pero en los círculos de Hollywood, esta ceremonia significa otra cosa: el comienzo no oficial de la temporada de premios.
Así, la lista de estrellas que pasó hoy por la alfombra roja de los Premios de los Gobernadores resulta parecida a la de potenciales nominados a las estatuillas de este año: Quentin Tarantino, Leonardo DiCaprio, Jennifer López, Renée Zellweger, Greta Gerwig, Eddie Murphy, Charlize Theron, Jordan Peele, Scarlett Johansson, Robert Pattinson...
... y Almodóvar y Banderas, que aspiran con Dolor y gloria a ser candidatos a Mejor Cinta Internacional pero que podrían dar la sorpresa y colarse en otras categorías como Mejor Actor (difícil pero no imposible para el malagueño) o Mejor Guión Original (apartado en el que ya ganó el manchego por Hable con ella).
"Una de las razones de estar aquí es para hacerme visible porque tienes que ser visible estos meses", confesó Almodóvar a Efe sobre la alfombra roja.
"Pero son 93 películas (seleccionadas por cada país) las que compiten para estar entre las cinco nominadas. Entonces, por lo que leo, sé que la nuestra está muy destacada (...). Todo lo que recibimos es hiperbólico y estamos encantados, pero es un misterio lo de las nominaciones", dijo con cautela.
Dolor y gloria ha tenido un prometedor recorrido en E.U., donde las cintas extranjeras no suelen tener una acogida notable.
Pasó por el Festival de Cine de Nueva York, cuenta con el apoyo en distribución de Sony Pictures Classics y tuvo un gran estreno: solo se vio en cuatro cines en su primera semana, pero logró 160 mil dólares en total (40 mil dólares por cine es un muy buen registro para un lanzamiento limitado en solo unos pocos mercados).
Y ahora llega el turno de engrasar la promoción en Los Ángeles, donde se juega, en gran parte, la suerte de los Óscar y donde Almodóvar y Banderas participaron en tres proyecciones con coloquio, una de ellas en la Academia.
"A mí siempre me sorprende que mis películas se entiendan tan bien en E.U. En este caso, es una película en la que metí parte de mi biografía (...). Y es muy grato de pronto ver que la gente se emociona y ve a su madre, no a la mía. Cuando ocurre eso, es maravilloso y muy halagador", dijo.
Curiosamente, justo después de despedirse de Efe, Almodóvar se encontró en la alfombra roja con Bong Joon Ho, el maestro surcoreano que con Parasite supera levemente en las apuestas a Dolor y gloria en la carrera al Óscar.
Los dos directores se saludaron de manera muy afectuosa y cariñosa.
Por su parte, Banderas, toda una figura hispana en Hollywood, dio a Efe su receta para apaciguar la euforia prematura.
"Con mucha prudencia, creo que es como hay que recibir estas cosas", afirmó.
"Mi vida está llena de quinielas en direcciones distintas y después algunas se cumplen y otras no. Por lo tanto, hay que hacer el trabajo que hay que hacer, que es presentar nuestra película y promoverla (...), fajarse con eso, porque merece la pena, y después serán los votantes los que dirán si entramos en las ternas o no. Punto", añadió.
El actor, que fue hoy junto al compositor Alberto Iglesias y el productor Agustín Almodóvar otro de los embajadores ilustres de Dolor y gloria, aseguró que el recibimiento en E.U., está siendo "espectacular"
Y describió también sus ilusionantes sensaciones tras promocionar la película en Los Ángeles de cara a los premios.
"Sabemos que hay muchos miembros de la Academia apoyando la película muy fuertemente. El sábado tuvimos el pase precisamente en la Academia y la película fue recibida con una ovación cerrada. Y después, en el coloquio, pues se va viendo el interés que la película muestra", cerró.