Las grabaciones revelaron que los cantos de los campaneros blancos emiten tres veces la presión sonora de los gritos de los guardabosques gritones, lo cual es una amplitud acústica récord. Si te paras al lado de un campanero macho mientras hace su llamado, puedes experimentar daños auditivos porque el sonido es muy intenso.
Por Becky Ferreira; traducido por Daniela Silva
Ciudad de México, 23 de octubre (VICE).– El campanero blanco, que vive en las montañas de la selva tropical del norte del Amazonas, es el ave más ruidosa que se ha registrado en la historia, según un estudio publicado el pasado lunes en Current Biology.
Los pájaros campaneros machos emiten cantos que llegan al menos nueve decibeles más alto que los del segundo pájaro más ruidoso, el guardabosques gritón, que también vive en el Amazonas. Son tan escandalosos que según el estudio los investigadores no pueden entender "por qué las hembras soportan voluntariamente estos cantos a tan corta distancia".
"Los cantos son más que ruidosos", dijo en una llamada telefónica el coautor del estudio Jeff Podos, quien trabaja en la Universidad de Massachusetts Amherst. "No sabemos si las hembras pueden apreciarlos porque son tan ruidosos, que si no dañan sus sistemas auditivos en un sentido médico, podrían incapacitarlas al menos temporalmente para apreciar sonidos".
Mario Cohn-Haft, biólogo del Instituto Nacional de Pesquisas da Amazônia en Brasil, el otro autor del estudio, fue quien notó el increíble sonido de los pájaros machos. Esta especie vive en lo alto de las inaccesibles copas de los árboles de las montañas de la selva tropical, pero Cohn-Haft pudo obtener un espécimen para disección.
"Cuando vio cómo se veía este pájaro por dentro, se sorprendió mucho", dijo Podos sobre el descubrimiento de Cohn-Haft. “Notó, sobre todo, que tiene la musculatura abdominal bien desarrollada y costillas gruesas, mucho más que otras aves. Eso es bastante curioso".
Intrigado por el hallazgo de Cohn-Haft, Podos se unió a su colega para hacer otra expedición que les permitiera observar a los campaneros blancos durante la temporada de apareamiento, cuando los machos emiten estos ruidosos cantos. El equipo llevó sofisticados equipos de grabación para garantizar que pudieran capturar adecuadamente la presión sonora de los llamados, que es una medición más objetiva que los decibelios.
Las grabaciones revelaron que los cantos de los campaneros blancos emiten tres veces la presión sonora de los gritos de los guardabosques gritones, lo cual es una amplitud acústica récord y "ridícula", dijo Podos. Si te paras al lado de un campanero macho mientras hace su llamado, puedes experimentar daños auditivos porque el sonido es muy intenso.
La anatomía única del ave, que se desarrolló como resultado de su dieta basada en frutas, puede ser la clave de sus llamados ensordecedores. El campanero blanco engulle frutas grandes enteras y luego simplemente se sienta a masticarlas hasta que regurgita las semillas. Esta estrategia de alimentación requiere un pico grande y músculos digestivos resistentes, que son rasgos que también pueden prestarse para producir los extraños llamados.
"Sus picos son muy anchos y los abren en ángulos tremendos", dijo Podos. "Probablemente primero evolucionaron para poder comer fruta, pero luego resultó ser una adaptación secundaria que les ayuda, creo, a ser muy ruidosos, porque si pueden abrirlos así, emiten este efecto acústico que de lo contrario no serían capaces de emitir".
Al campanero blanco macho le cuelga de la cabeza un hilo similar a una trenza, llamado roseta, un rasgo masculino destinado a atraer a las hembras. Presumiblemente, los fuertes llamados también pretenderían mostrar la aptitud de los machos como pareja, pero parecen asustar a las hembras en lugar de atraerlas.
Sin embargo, la estrategia sexual detrás de un canto tan fuerte, suponiendo que haya una, es mucho más difícil de explicar. Podos y Cohn-Haft no pudieron observar si los machos con los cantos más ruidosos eran más exitosos en el apareamiento, aunque esperan investigar esto más a fondo en futuras expediciones.
Hasta ese momento, Podos y Cohn-Haft esperan aprender más sobre los extraños cantos regresando al sitio de la montaña para instalar grabadoras automáticas. Este enfoque podría ayudar a resolver algunas de las nuevas preguntas planteadas por su estudio; incluso, si los machos se comunican entre sí mediante estos llamados ruidosos o si son solo para el beneficio de las hembras.
"Hay muchas incógnitas sobre las aves amazónicas", dijo Podos. "Me encantaría volver tan pronto como podamos".