Este fin de semana patriota SinEmbargo MX trae una selección de películas independientes de directores mexicanos. Los films se estarán proyectando en diferentes puntos de la república bajo la Semana del Cine Mexicano Independiente. En los títulos de las películas puedes dar click para tener un contacto más directo con el staff de las películas.
Lluvia de Luna
Lisa es una joven que apenas está descubriendo las mieles de la juventud y su vida sexual, pero un accidente le arrebata la vida, dejando a su madre desconsolada.
Con un tono fantasioso a partir de ese momento, su madre consigue que el alma de su hija salga del limbo y ronde sobre la tierra, como cuando estaba viva.
El conjuro es inmediato y, en cuestión de segundos, se da la magia: de entre las olas surge la joven que ha revivido para cumplir su mayor deseo y, después, regresar complacida al mundo de los muertos y acabar con la pena de los sueños rotos que dejó su muerte.
La directora, Marye Sistach (Perfume de violetas) creó el guión a partir de la muerte de su hija hace algunos años a causa de un accidente. La película se realizó con un presupuesto mucho más bajo del promedio de las películas independientes, 7 millones de pesos, cuando regularmente son 20 millones.
El sueño de Lu
Película que retrata el proceso doloroso que enfrenta Lucía, una madre cuyo hijo de cinco años muere a causa de un aneurisma cerebral.
Luego de este hecho, Lucía intenta suicidarse infructuosamente, y es a partir de ese momento, que enfrentará una lucha para seguir adelante con su vida.
En el proceso del duelo encontrará nuevos vínculos, un encuentro y realizará un viaje simbólico que le ayudarán a reconciliarse con el mundo.
Película dirigida por Hari Sama, quien deja en claro que todas las películas tienen un parte autobiográfica y, en su caso, él tuvo que enfrentar una pérdida similar a la de El sueño de Lu, experiencia que lo llevó a reflexionar sobre su relación con el arte y qué tipo de historias quería contar.
El lenguaje de los machetes
Ray y Ramona son una pareja joven. Odian la injusticia del contexto social del que son parte. Cada uno desde su nicho -ella la música y él el activismo- quieren luchar por un mundo más justo pero al mismo tiempo viven entre los excesos.
Un torbellino de emociones los lleva a pretender un acto desmesurado, inaudito, espeluznante. Planean inmolarse en un sitio público, como lo hacen los terroristas islámicos llamados ‘suicide bombers’.
Esta película se trata de la ópera prima del nuevo cineasta nacido en Nairobi, Kenya, Kyzza Terrazas. El proyecto inició desde 2003, pues mientras él estudiaba en Nueva York, en México surgió el conflicto de Atenco, además luego de su llegada a la Gran Manzana, ocurrió el ataque terrorista del 11 de septiembre. Ambos hechos inspiraron la historia.
Los últimos cristeros
A fines de los años treinta, un pequeño grupo de hombres y su Coronel cristero rechazan la amnistía y continúan su lucha contra la persecución religiosa y la libertad de culto.
Este cinta cuenta la valiente historia de estos soldados de Cristo, que fueron los últimos que se levantaron contra el ejército mexicano. No tienen municiones, mucho menos apoyo y la vida en la sierra se va complicando cada vez más. A pesar de que el indulto es una opción, para ellos, su compromiso con Dios está hecho.
La película dirigida por Matías Meyer es el resultado de una ardua investigación histórica, además está basada en la novela homónima de Antonio Estrada. El director, hijo del historiador Jean Meyer realiza un homenaje, pues su padre llegó al país fascinado por las historias que se contaban sobre los cristeros, se quedó aquí y finalmente nació Matías.
Asalto al cine
Negus, Chale, Sapo y Chata. Son amigos desde niños, viven en una unidad habitacional de la colonia Guerrero, en México, y su adolescencia transcurre en la necesidad de ocupar su tiempo. se aburren esperando evadir sus conflictos personales. Así empiezan a jugar con la idea de asaltar un cine.
Un día como cualquier otro, deciden realizar su gran hazaña con la esperanza de encontrar en esto una salida a su monotonía; pero en cambio sólo encuentran acelerar su choque contra la realidad y terminan por volver al mismo sitio: una banca de la unidad habitacional.
Esta película de la directora Iria Gómez también se realizó con un bajo presupuesto, 7 millones de pesos. Con el objetivo de retratar la violencia que se vive en la capital mexicana, esta película tiene como propósito contar esa realidad.
Paraísos artificiales
Luisa es una joven citadina adicta a la heroína que decide no consumirla más y emprende un un viaje a una playa en la reserva ecológica de Los Tuxtlas, en Veracruz.
En el lugar rodeado del mar y la selva conoce a Salomón, un campesino de 63 años que sólo se dedica al trabajo y a la marihuana. Al igual que Luisa, él sobrelleva sus problemas existenciales a su manera. La protagonista finalmente encuentra a un cómplice.
Su directora, Yulene Olaizola se valió de gente real y no profesionales de la actuación para dicha película, sólo la protagonista es actriz de carrera. Esta nueva ténica inserta un toque de frescura a las películas ,pues la gente no lee el guión, sino que conoce la historia por lo que se le cuenta.
Cuates de Australia
El documental se desarrolla en el ejido homónimo, ubicado en el desierto de Coahuila. Cada año sus 140 habitantes salen en búsqueda del recurso vital del agua.
Los habitantes cuentan con una pequeña poza que durante la época de lluvia se llena y es ésta su única fuente del líquido vital. Sin embargo, ésta tiene un límite de tiempo, pues con los minerales de la tierra se convierte en veneno.
La población tiene que emigrar porque de quedarse la sequía acabaría con ellos, a pesar de esto, siempre regresan a los Cuates de Australia por su sentido de la pertenencia.
El cineasta Everardo González pasó tres años en la comunidad Cuates de Australia, con el propósito de filmar la cinta en una ambiente hostil, desprovisto de cualquier comodidad y rodeado de personas que en un inicio se mostraron recelosas ante las intenciones del director.
Lecciones para una guerra
El genocidio maya fue un oscuro periodo en la historia de Guatemala donde el ejército arremetió en contra de comunidades ixiles y quichés para suprimir las fuerzas de la guerra civil en la década de los ochenta.
Después de refugiarse en las montañas para sobrevivir a las masacres que dejaron un saldo de más de 200 mil indígenas, los pueblos se establecieron en la parte nororiental de la sierra, zona actualmente asediada por su riqueza en recursos naturales. Conscientes de nuevas amenazas, 14 años después del genocidio, los pueblos se preparan para una guerra venidera.
El director, Juan Manuel Sepúlveda presenta en este documental a una comunidad cuyo lenguaje no es el español, por lo que la realización de éste fue a partir de traductores. A pesar de ello, el film está armado con los ciclos naturales de la vida cotidiana de los habitantes.
La castración
La protagonista es una joven de 24 años, Lourdes, quien trabaja en una agencia de castings y que a pesar de su edad no ha tenido ningún tipo de contacto con el sexo opuesto, ni siquiera un beso, nada, y aún menos motivada por la insistencia de su mejor amiga Victoria, quien es una especie de guía en el tema.
Lourdes se dedica al cuidado de su padre, un hombre inválido. Su mamá la abandonó años atrás sin dar alguna explicación. La vida de la estrella puede dar un vuelco con el regreso de su madre.
Iván Löwenberg, director de la película recibió el apoyo de la Fundación Hubert Bals del Festival Internacional de Cine de Rótterdam para su ópera primera.
