Señaló que en aquella época [el porfiriato] “la esclavitud era progreso” y a diferencia de esos tiempos, “nosotros no queremos eso; no queremos progreso sin justicia porque es retroceso”.
Ciudad de México, 22 de septiembre (SinEmbargo).- El Presidente Andrés Manuel López Obrador aprovechó su estancia en Yucatán y Campeche e hizo una escala breve en Chablé, Tabasco, donde relató algunas historias en torno al río Usumacinta.
Como es habitual en las giras al interior de la República cada que culmina sus compromisos, el Presidente se tomó unos minutos para posar frente al imponente río y explicó algunos datos relevantes del gran cauce. El video fue compartido en redes sociales.
“El más grande de México, ‘El Mono Sagrado’, era el sistema de comunicación que tenían Tabasco, Campeche… toda la comunicación antes del ferrocarril que se construyó en los años 50. Todo era por barco; el auge del porfiriato se dio por barco. Por aquí bajaban de la Lacandona a Las Trozas, la madera reina de la caoba. Este río desemboca en Frontera. Ahí embarcaban la madera para llevarla a Europa; madera preciosa. A la sombra de la madera progresó Tabasco”, ahondó el primer mandatario.
El tabasqueño abundó sobre las épocas del porfiriato, sobre Justo Sierra, sobre la caoba y otros aspectos relacionados con el rió.
Asimismo, señaló que en aquella época “la esclavitud era progreso” y a diferencia de esos tiempos, “nosotros no queremos eso; no queremos progreso sin justicia porque es retroceso”.
Finalmente, el Jefe del Ejecutivo expresó: “Ahora que paso por aquí me genera nostalgia. Esta es mi tierra, esta es mi agua. Debo seguir recorriendo el país”.
Y versó: "Caminante, no hay camino, se hace camino al andar", un pequeño fragmento del poeta español Antonio Machado, y que arreglara musicalmente su compatriota Joan Manuel Serrat.
Por la mañana, López Obrador estuvo presente en un mitin, en el Municipio de Mamantel, en el estado de Campeche. En el evento, habló de los salarios en México y países centroamericanos.
“Me puse a investigar cuánto era el salario mínimo en Guatemala, en Honduras y en El Salvador, y me llevé la sorpresa de que el salario mínimo en esos tres países centroamericanos es del doble de lo que es el salario mínimo en México, fíjense en qué niveles estamos de deterioro económico social”, sentenció.