En buenas manos, uno de los títulos de la edición 23 del Tour de Cine Francés, no pretende estar de ningún lado, juzgar alguna de las partes o señalar, simplemente muestra la difícil tarea de los trabajadores sociales de la oficina de adopción al buscar al mejor candidato para hacerse cargo de un niño y así asegurarle el mejor futuro posible.
Ciudad de México, 24 de septiembre (SinEmbargo).– Imagina esta escena: Un bebé de apenas unos días de nacido recostado en pequeña camilla con un monitor que revisa su ritmo cardiaco. De frente de él, dos asistentes sociales de Francia explicándole, con una voz suave pero a la vez firme, que será ofrecido en adopción.
La mirada del bebé, un poco perdida, hace imaginar que nada de lo que dicen lo puede entender. Sin embargo, a cada palabra que sueltan sobre su futuro, su ritmo cardiaco se altera.
Lo hace. Théo acaba de llegar a este mundo, no sabe nada de él, pero siente más que nadie lo que le han dicho.
Esta descripción no se acerca aún así a lo siente el espectador cuando mira esta escena. La garganta se estruja con la imagen que forma parte de la cinta En buenas manos (Pupille, 2018), de la directora francesa Jeanne Herry.
“Alguien de mi entorno cercano adoptó una niña y yo sinceramente no había seguido mucho el proceso, pero de pronto me llamó la atención, me hice muchísimas preguntas, y como me interesó me puse a investigar para ver qué hacía Francia en el caso de una adopción cuando alguien sede su bebé de manera anónima y eso me pareció apasionante, y pensé aquí hay material suficiente para escribir un guión para una película para crear personajes fuertes, una atención, una ficción, una película”, relato para SinEmbargo, Jeanne Herry.
La cinta de la directora ahonda en el proceso de adopción de niños que se lleva a cabo en Francia, un proceso largo y desgastante para los aspirantes a padres que muchas veces termina en desesperación y frustración.
Aunque muchos sean los postulados y tengan todos los deseos de ser padres de un pequeño, lo cierto es que eso no basta para que la oficina encargada les otorgue a un niño. Los factores para ser candidatos van mucho más allá de sólo quererlo.
“Me documenté muchísimo. Platiqué muchísimo con los trabajadores sociales, que me narraron cómo hacían su trabajo. Lo que me llamó la atención fue el colectivo, el equipo, toda esta cadena de personas que interviene para ocuparse de esta mujer que entrega a su hijo, de este niño y de esta candidata para la adopción”.
La cinta, que representa su cuarto trabajo como directora, se enfoca justo en este proceso, desde el lado de los trabajadores que platican paso a paso con los niños sobre lo que pasará con su futuro ara hacerlos conscientes de lo que sucede, y el otro, el de los aspirantes a padres, que muestran su lado más vulnerable en este largo camino.
“Este proceso que se pone en marcha tan preciso, y lo que me llamó la atención de inmediato es algo también muy interesante para el cine, que es la relación con el bebé, esta manera de hablarle todo el tiempo, eso me pareció muy fuerte que la gente le hable así al bebé, yo supe que eso sería muy fuerte en el cine. Ver estos adultos que le hablan el bebé todo el tiempo, eso fue una de las cosas que más me llamó la atención”.
Algo que es muy importante a destacar de En buenas manos es que la cinta nunca pretende estar de ningún lado, juzgar alguna de las partes o señalar, simplemente muestra la difícil tarea de estos trabajadores sociales al buscar al mejor candidato para hacerse cargo de un niño y así asegurarle el mejor futuro posible.
“Yo creo que esas mujeres, según entendido yo, en general es porque no pueden quedarse con el niño. Tienen una imposibilidad a nivel psíquico, no porque sean pobres o porque estén locas, pero por alguna razón ellas sienten que no pueden quedarse con el niño, ni establecer ese vínculo”.
“Estamos entonces ante una posibilidad, y me parece en ese caso que es mejor para todo el mundo, es mejor para el bebé, como para la mamá, que rompan ese vínculo rápidamente para que el bebé pueda vivir y realizarse con otro vinculo en vez de establecer este apego con una mujer que no va lo querer y no va lograr ser su mamá, yo creo que es mejor que no haya un investimento, que no se creé este apego y yo no juzgo eso. Si hay una imposibilidad, así es, yo creo que Francia es civilizada, inteligente y sensible en los procesos que se ponen en marcha respecto a esas mujeres”.
La cinta también hace reflexionar al espectador en la libertad que deben tener las mujeres para tomar sus propias decisiones, algo tan importante en la defensa de sus derechos sobre todo cuando el mundo se vive toda una oleada verde.
“Yo soy muy favorable a estos movimientos. Creo que en cuanto se quiere cuestionar, poner en tela de juicio el aborto o poner el tela de juicio el derecho a dar el niño en adopción es algo que mí me asusta. Las mujeres deben tener el derecho de disponer de su cuerpo y de controlar su embarazo y si no pudieron o si por alguna razón tuvieron al bebé yo creo que tienen el derecho para hacer lo mejor para ellas y para el bebé”.
En buenas manos (Pupille) es otra de las cintas imperdibles de la edición 23 del Tour de Cine Francés. El filme está disponible en salas de Cinépolis y cines independientes en varias ciudades del país. Si das consultar horarios puedes entrar aquí.