Schaefer recuerda que en 2009 ya alertaron sobre este problema "inesperado" en delfines salvajes, indicando que desde entonces han advertido un significativo aumento en la resistencia a los antibióticos por parte de estos mamíferos.
Ciudad de México, 16 de septiembre (RT).- Un grupo de científicos de la Universidad de Florida (EU) descubrió que los delfines cada vez son más resistentes a los antibióticos debido al impacto de los seres humanos, según lo revela un artículo publicado este domingo en la revista Aquatic Mammals.
Los investigadores han examinado un total de 733 muestras de 171 delfines recolectadas entre 2003 y 2015 en una laguna de Florida. La zona tiene un gran población humana en la costa así como problemas ambientales significativos, entre los que se incluyen "pozos sépticos, vertidos desde la tierra y descarga de agua dulce de los canales", detalló Adam Schaefer, autor principal del estudio.
El 88 por ciento de las muestras analizadas contienen patógenos que resisten a al menos un antibiótico. El antibiótico al que los patógenos son más resistentes es la eritromicina, que se suele utilizar para tratar infecciones de pecho, acné o de transmisión sexual, tales como la clamidia o la sífilis.
PROBLEMA "INESPERADO"
Asimismo, la resistencia al antibiótico ciprofoxacino entre los patógenos de E. coli aumentó más del doble durante el periodo estudiado, lo que en opinión de los expertos refleja las tendencias de las infecciones en seres humanos. "La resistencia a los antibióticos es uno de los riesgos más importantes para la salud pública", detalló el coautor del estudio Gregory Bossart, que añadió que cuanto mayor sea la resistencia, menor es la probabilidad de tratar con éxito las infecciones causadas por patógenos comunes.
De acuerdo con datos oficiales del Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EU, cada año al menos 2 millones de personas contraen una infección resistente a los antibióticos sólo en el país norteamericano, lo que se traduce en unas 23 mil muertes.
Schaefer recuerda que en 2009 ya alertaron sobre este problema "inesperado" en delfines salvajes, indicando que desde entonces han advertido un significativo aumento en la resistencia a los antibióticos por parte de estos mamíferos. El científico agregó que las bacterias entran a la citada laguna desde la tierra, por ejemplo a través de aguas residuales, y las que son resistentes proliferan y "crean una población de patógenos resistentes a los que están expuestos los delfines".