Con estos límites impuestos en el mercado de cambios, el Gobierno buscar lograr una mayor estabilidad cambiaria y proteger al ahorrista.
"Son medidas incómodas, no son las que deseamos para la Argentina que todos queremos, pero son medidas de emergencia para evitar males mayores", afirmó hoy en una rueda de prensa el ministro argentino de Hacienda, Hernán Lacunza.
Por Carmen Jiménez y Debora Rey
Buenos Aires, 2 de septiembre (EFE/AP/SinEmbargo).- Argentina estrenó este lunes medidas de control cambiario en un intento de detener la subida del dólar y frenar la fuga de divisas ante el agravamiento de la crisis tras la derrota del Presidente Mauricio Macri en las primarias de agosto, que aleja sus posibilidades de lograr la reelección.
En medio de la incertidumbre y la tensión financiera de las últimas semanas, el dólar operó hoy con volatilidad y tras subir en la apertura del mercado después retrocedió y cerró en 57 pesos para la venta. En tanto, el índice S&P Merval, el principal de la Bolsa de Buenos Aires, subía un 5.72 por ciento.
Ante la entrada de vigor de estas nuevas medidas y el recuerdo del "corralito" que bloqueó depósitos en la crisis de 2001, hoy se registró una mayor afluencia de clientes en las sucursales bancarias para retirar dólares o pesos de sus cuentas.
Después de un "agosto negro" en el que el precio del dólar subió un 35.8 por ciento y el índice de riesgo país se disparó un 224 por ciento, hasta los 2 mil 532 puntos básicos, su máximo nivel desde 2005, Macri firmó este domingo un decreto por el que se obliga a los exportadores a liquidar divisas en el mercado local y se requerirá una autorización previa para la compra de moneda extranjera en la plaza cambiaria y para realizar transferencias al exterior.
El cambio de rumbo de Macri, que siempre criticó las restricciones cambiarias fijadas durante el Gobierno de Cristina Fernández (2007-2015), se produce después de que las reservas monetarias de Argentina cayeron en 13 mil 793 millones de dólares en agosto, hasta los 54 mil 98 millones.
Con estos límites impuestos en el mercado de cambios, el Gobierno buscar lograr una mayor estabilidad cambiaria y proteger al ahorrista.
"Son medidas incómodas, no son las que deseamos para la Argentina que todos queremos, pero son medidas de emergencia para evitar males mayores", afirmó hoy en una rueda de prensa el ministro argentino de Hacienda, Hernán Lacunza.
Consultado sobre la reacción hoy de los mercados a estas medidas, Lacunza consideró que el valor del dólar va a estar estable y señaló que "hay razones para esperar que sea estable porque está alto y tiene un colchón para absorber contingencia".
Lacunza también destacó que el hecho de que haya una campaña electoral por delante de cara a los comicios del próximo octubre "no es excusa para poner en riesgo la estabilidad de los argentinos".
En las primarias del pasado agosto, el candidato peronista Alberto Fernández, que inició este lunes una visita a España para impartir clases en una universidad en Madrid, logró una ventaja de de 15 puntos sobre Mauricio Macri.
Con estas medidas, nadie estará limitado para extraer dólares de sus cuentas bancarias, ni las personas físicas ni las jurídicas, que no hay ningún impedimento al comercio exterior ni restricciones para los viajeros.
¿SE PUEDEN COMPRAR DÓLARES?
Los ciudadanos podrán comprar hasta 10 mil dólares por mes y para un monto mayor tendrán que pedir autorización al Banco Central de la República Argentina (BCRA). En tanto, las empresas, bancos, gobiernos locales y fondos de inversión necesitan el aval de la entidad monetaria para cualquier suma.
Las ganancias en dólares por exportaciones deberán ser ingresadas y liquidadas en el país en un plazo no mayor a los cinco días hábiles a partir de la fecha de su cobro en el exterior o en el país. Los importadores, por su parte, necesitan una conformidad previa del BCRA para girar pagos al exterior.
Los no residentes que quieran adquirir montos superiores a los mil dólares mensuales también necesitan permiso, con excepción de los organismos internacionales, las representaciones diplomáticas y el personal diplomático acreditado en el país siempre que sea para transferencias vinculadas a sus funciones.
Se prohíbe el acceso al mercado de cambios para el pago de deudas y otras obligaciones en moneda extranjera entre residentes.
¿POR QUÉ SE IMPUSIERON?
Las restricciones cambiarias se implementaron para frenar la caída de las reservas internacionales del Banco Central que se profundizó tras las elecciones primarias del 11 de agosto, en las que el candidato opositor Alberto Fernández superó por más de 15 puntos a Macri. Los inversores, que habían apostado por la reelección del mandatario, abandonaron sus tenencias de activos argentinos y generaron una depreciación de la moneda de cerca del 30 por ciento tras la elección, que a su vez aceleró la inflación.
Con mayor disponibilidad de divisas, se espera que el Banco Central tenga mejor margen de maniobra para intervenir en el mercado de cambios y frenar la devaluación del peso. A su vez garantiza liquidez del sistema bancario en momentos en que los ahorristas se vuelcan masivamente a los bancos para retirar sus dólares.
Los ahorristas pueden retirar sin límites sus dólares del banco.
¿SON LOS MISMOS DE ANTES?
No, el gobierno kirchnerista había impuesto un control total sobre el mercado de cambios. Por caso, la compra de divisas para viajes al exterior era limitada y requería de una autorización previa del fisco. También se habían fijado impuestos sobre las compras en dólares con tarjetas de crédito y prohibido el comercio electrónico con diferentes plataformas.
No estaba permitido el giro de dinero a cuentas en el exterior. Ahora no existen límites para las transferencias a cuentas de un mismo titular pero sólo se aceptan las de hasta 10 mil dólares en el caso de que sea una cuenta de otra persona.
¿SON EFECTIVAS LAS MEDIDAS?
Los analistas coinciden en que las restricciones son un paliativo en el actual contexto de incertidumbre electoral y volatilidad de los mercados, pero que al mediano plazo provocarán los mismos efectos negativos que el “cepo” cambiario que había impuesto el kirchnerismo durante su gobierno: alejar la inversión extranjera y profundizar la recesión económica.
El control de cambios tendrá vigencia hasta el 31 de diciembre de 2019, probablemente bajo un nuevo gobierno ya que las encuestas dan como
Argentina está en recesión desde el año pasado, tiene una tasa de desempleo de 10.1 por ciento, un nivel que no se registraba desde 2006, una inflación que alcanzó 22.4 puntos en el primer semestre y que, según analistas, puede llegar a más del 50 por ciento al final del año y una pobreza que afecta a más del 32 por ciento de la población, 4.7 puntos por encima de la registrada en el primer semestre del año pasado.
Ante este escenario, Lacunza ya había anunciado la semana pasada una serie de iniciativas para buscar extender los vencimientos de pago de deuda con acreedores privados y con el Fondo Monetario Internacional con el objetivo de preservar las reservas.
Esta medida de incumplimiento en los plazos de pago, aunque no implique quitas de capital ni intereses, bastó para que las principales agencias de calificación bajaran la nota a la deuda soberana argentina que, según varios expertos, está ahora en un cese de pagos "selectivo".
El Fondo Monetario Internacional (FMI), que el año pasado concedió un crédito de 56 mil 300 millones de dólares al país austral, dijo el domingo en un comunicado que analiza "al detalle" las medidas anunciadas por Argentina.
El FMI agregó que su personal seguirá en "estrecho contacto" con las autoridades en el próximo periodo y reiteró que el Fondo continuará al lado de Argentina durante "estos tiempos desafiantes".