El Presidente volvió a insistir a los miembros de su partido que si se corrompe renunciará y pedirá que se le cambie el nombre. La declaración de López Obrador se da en el contexto del pleito entre Ricardo Monreal y Martí Batres.
Ciudad de México, 30 de agosto (SinEmbargo).– El Presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó esta mañana que regañó a los legisladores de su partido, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Sí, utilizó un “al carajo”. Aclaró el contexto en que lo dijo.
“Sí lo dije”, expresó. “Irse a Palenque [La Chingada] ya está permitido por la Real Academia de la Lengua, nada más que yo no lo digo así. A veces. Pero ya está permitido”.
“El que no tiene principios, el que no tiene ideales, el que es un ambicioso vulgar, no debe de dedicarse al noble oficio de la política, se debe de ir al carajo. Eso fue lo que dije”, expresó en su conferencia matutina.
Ayer, durante la reunión plenaria de Morena realizada en un hotel de la Ciudad de México, López Obrador dijo que no se meterá en la vida interna del partido e insistió en la necesidad de cuidarlo porque, dijo, “es una bendición, es algo único”.
Repitió que si Morena fuera corrupto y antidemocrático presentaría su renuncia y pediría que le cambiaran el nombre. En ese contexto fue que los amonestó y les dijo: “al carajo”.
“[Antes] tenía uno que recurrir o a los diccionarios de sinónimos, eran de consulta. Ahora en las redes se tiene mucha información, sobre los conceptos, términos o palabras. Ahora, a veces reviso, y hay hasta maestros en las redes de significado de palabras. Y hace poco me encontré la definición de ‘carajo’, o ‘al carajo’, y no es tan fea, o tan grosera. Tiene que ver con la navegación, con el mar”, explicó durante la mañanera.
"A los marineros, cuando se portaban mal en los viajes, se les mandaba a una especia de canastilla en lo alto, que se conocía como el carajo. Entonces, vete al carajo es: vas castigado. Vete a la canastilla, arriba. Entonces no es ninguna grosería. Lo que dije ayer fue eso".
Este regaño, que no es el primero, se dio en el contexto del pleito entre Ricardo Monreal y Martí Batres por la presidencia del la Mesa Directiva del Senado de la República.
Ayer, en un episodio más, la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena invalidó la elección de la candidata para presidir la Mesa Directiva y ordenó reponer el proceso que se realizó el 19 de agosto pasado y en el que Mónica Fernández fue electa para sustituir a Batres.
En la resolución, la Comisión establece la ausencia de fundamento legal en la convocatoria y la participación de otro grupo parlamentario en la elección que sólo correspondía a la bancada de Morena.
Los integrantes de la Comisión dieron la razón al todavía presidente de la Mesa Directiva, Martí Batres, que buscaba reelegirse y quien impugnó el proceso y denunció que éste fue ilegal porque participaron senadores de otro partido, Encuentro Social, y porque se violó la convocatoria.
Batres ofreció una conferencia de prensa en la que se dijo contento por la resolución. Anunció que no competirá en el nuevo proceso ordenado, ya que lucha por ideales y no por puestos.
Ricardo Monreal, coordinador de los senadores de Morena, dijo que la resolución fue “desmedida y arbitraria”.
“No entiendo porqué la precipitación de una resolución donde no se me ha escuchado. La resolución es desmedida, arbitraria; viola mi derecho de audiencia”, dijo.
En conferencia, Monreal dijo que que 44 legisladores firmaron un documento en el cual ratifican la designación de Mónica Fernández como candidata a la presidencia de la Mesa Directiva.
“Para que no quede duda sobre la legitimidad de Mónica Fernández en la presidencia de la Mesa Directiva, apenas hace unos minutos se firmó un documento que dice: Las y los senadores de Morena en el Senado ratificamos la designación de la senadora Mónica Fernández Balboa como candidata de nuestro grupo parlamentario a la presidencia de la Mesa Directiva del Senado”, leyó.