La Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México inició la indagatoria por la desaparición de Daniela Ramírez –desaparecida y asesinada en mayo pasado– con al menos cuatro líneas de investigación. La primera relacionada con las circunstancias sentimentales de la menor; la segunda, en relación al taxi en el que viajaba cuando desapareció; la tercera tiene que ver con la pista del teléfono celular de la joven, y la cuarta, era en relación al delito de trata de personas, la cual que quedó agotada cuando la menor fue hallada sin vida.
Actualmente, según el abogado de la familia de la joven, quedan dos líneas de investigación en la que se podría centrar la investigación: la relacionada en cuanto al taxi que abordó y encontrar a la persona que vendió el celular de la menor, que fue adquirido por una persona –que ya declaró– en un tianguis de Iztapalapa.
Ciudad de México, 17 de agosto (SinEmbargo).– Agentes de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CdMx) siguen al menos tres líneas de investigación en la desaparición y asesinato de la menor Daniela Ramírez Ortiz, sin embargo, una de ellas podría convertirse en pieza clave y medular para el caso: es la que involucra el celular desde el que pidió auxilio a un amigo suyo el 19 de mayo pasado.
El teléfono que Daniela llevaba el día que fue privada de la libertad –con el que pidió auxilio vía WhatsApp– fue vendido en un tianguis de la Alcaldía Iztapalapa el pasado 1 de junio, 15 días después de la desaparición y asesinato de la menor de edad.
Agentes de la Procuraduría General de Justicia ubicaron el teléfono cuando fue prendido por la persona que lo adquirió, quien ya rindió su declaración, por lo que ahora la investigación, en parte, se centra en buscar a la persona que vendió el aparato.
Héctor Alberto Pérez Rivera, abogado de la familia de la víctima, confirmó en entrevista con SinEmbargo que los avances más importantes sobre el caso son la identificación oficial de sus restos, la entrega de los mismos, así como la ubicación de su teléfono celular.
El CELULAR
El abogado de la familia explicó que a través del rastreo de la señal que emitió el celular de Daniela la noche del 18 y 19 de mayo, se ubicó el lugar donde se encontraba el cuerpo, es decir, se llegó porque se pudo dar con el último espacio en que ella emitió señal.
Pérez Rivera narró que el teléfono de Daniela se apagó esa noche que desapareció, y se volvió a prender el 1 de junio.
“A través de eso, la Procuraduría identificó dónde estaba el teléfono, ya con otro número y con cambio de chip, y que se prendió el 1 de junio”.
La persona que tenía el aparato fue localizada por personal de la Procuraduría. El civil declaró ante las autoridades que adquirió el aparato en un tianguis de Iztapalapa., y su versión fue corroborada por las autoridades.
“Sabemos que hay un nulo control por parte de las autoridades sobre la telefonía que se vende en este tipo de mercado, es tan fácil, lo cual coincide”, comentó el litigante.
El abogado Héctor Alberto Pérez Rivera aclaró que ello no significa que la persona que tenía el teléfono tenga una responsabilidad, y señaló que actualmente la Procuraduría “está tratando de seguir la línea de investigación en torno al teléfono [...] está buscando a la persona que vendió el aparato”.
Y comentó que la familia “está enojada y triste”, pero esperan que la Procuradora capitalina Ernestina Godoy cumpla con el compromiso de esclarecer el caso.
LAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN
La Procuraduría capitalina inicialmente abrió cuatro líneas de investigación por el caso de Daniela, según explicó el abogado de la familia. La primera de ellas era indagar el entorno de la joven y sus situaciones sentimentales; la segunda, en relación al taxi; la tercera, la pista del teléfono celular, y la cuarta, estaba relacionada con el delito de trata de personas, misma que quedó agotada cuando la menor fue hallada sin vida.
El abogado Héctor Alberto Pérez Rivera destacó que tras la identificación de los restos también se estableció que Daniela murió el mismo día de su desaparición.
En cuanto al tema de trata de personas, dijo, “está totalmente agotado, porque como sabemos que la noche del fallecimiento de Daniela es la noche que desapareció, entonces esa línea se agotó, sin embargo, otras tres quedaron pendientes”.
Aunque quedaron tres líneas de investigación, son dos las más fuertes: la relacionada en cuanto al taxi que abordó y sobre su celular.
En días pasados, María Concepción Prado García, Fiscal Central de Investigación para la Atención de Delitos Sexuales de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, informó que al sur de la ciudad podría operar una banda de taxistas violadores seriales. Ello ante recientes detenciones de taxistas detenidos acusados de violación.
Cuestionado en relación a si el caso de Daniela podría estar relacionado a bandas de taxistas violadores, el abogo señaló que, aunque hay un fuerte indicio porque ella manifestó en la última conversación que fue privada de la libertad, “el tema es primero identificar a estos taxistas y luego identificar si tienen alguna conexión con el caso de Daniela”.
El entrevistado comentó que esa posibilidad no debe de descartarse y que es parte de lo que se está trabajando con la Procuraduría, pero hasta el momento no se ha podido establecer el padrón, es decir, si trata de una banda o si se trata de una sola persona.
NO ERAN DOS OSAMENTAS
Daniela Ramírez Ortiz, de 17 años, desapareció la madrugada del 19 de mayo después de tomar un taxi que la llevaría a una fiesta, pero el conductor tomó una ruta distinta, con rumbo a Morelos. Durante el trayecto se mensajeaba con uno de sus compañeros, a quien le avisó que el chofer había tomado otra dirección y le pidió ayuda.
Daniela cumplía 51 días de desaparecida cuando las autoridades capitalinas “intensificaron” su búsqueda y montaron un operativo en la zona de Parres Guardia, en la Alcaldía de Tlalpan, el último lugar donde arrojó su señal de celular y donde la joven alertaba que era llevada por un taxista.
La diligencia se realizó luego de que el caso de Daniela llevaba dos meses en presunta investigación, y “coincidió” cuando su caso se viralizó en redes sociales después de un reportaje de SinEmbargo, publicado el 6 de julio, donde se revelaron las capturas de pantalla de los últimos mensajes y llamada de auxilio de la joven.
El 9 de julio, la Procuraduría General de Justicia informó que elementos de la Fiscalía Especializada para la Búsqueda, Localización e Investigación de Personas Desaparecidas peinaron la zona de Parres.
En ese entonces se detalló que durante el operativo en Parres se habían encontrado, al parecer dos osamentas, unos brakets, así como algunas prendas de vestir. Personal policíaco filtró a reporteros de nota roja que una parte de los restos humanos al parecer pertenecían a Daniela Ramírez, incluso antes de informar oficialmente a la familia de la joven.
Posteriormente, un hombre cercano a la familia, aseguró a medios de comunicación que los restos al parecer pertenecían a la chica, pues presuntamente se había reconocido las ropas y los brakets.
Por otra parte, se comenzó a especular sobre la supuesta segunda osamenta. En diversos medios comenzaron a relacionar a la joven Pamela Gallardo Volante, debido a que desapareció por la zona del Ajusco, y también usa brakets.
Incluso, Esteban Gallardo, hermano de Pamela, comentó que al enterarse de la localización de los restos en Parres, la familia solicitó a la Procuraduría capitalina una confronta del ADN.
“Sí hay alerta porque es una situación que debe atenderse porque al final son dos osamentas las que hallaron […]. Nosotros cuando nos enteramos de eso, cuando yo me enteré de la noticia, de inmediato le pedimos a nuestro MP la solicitud de la confronta de ADN”, dijo en su momento el joven.
El pasado 2 de agosto, la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México confirmó que los restos hallados en Parres sí corresponden a Daniela, ello luego de realizar diversos estudios de antropología y genética forense. Y no se habló de los supuestos segundos restos hallados en el lugar.
Héctor Alberto Pérez Rivera, abogado de la familia de Daniela Ramírez, aclaró que todos los restos correspondían a Daniela, es decir, que en realidad no se encontraron dos osamentas, como en un principio se manejó en medios de comunicación.
El abogado destacó que la identificación se efectuó conforme a los protocolos establecidos y bajo estándares internacionales.
“Se llegó a la plena identificación a través del ADN, tanto en la ropa que estaba junto al cuerpo como de los huesos”, comentó el litigante de la familia.
Los restos de Daniela fueron entregados a la familia el pasado martes a las 11:00 de la mañana, y posteriormente a la entrega, la señora Margot Ortiz, madre de la menor de edad, decidió que fueran incinerados.